Se casaron en Bella Vista, ciudad natal del humorista. Tras la ceremonia, agasajaron a sus invitados con un menú criollo y cambiaron el clásico vals por el chamamé
Al final, contra todos los pronósticos, Eugenio Justiniano Artaza (57) y Cecilia Milone (48) sellaron su historia de amor frente al altar. Primero, el domingo 25 al mediodía, tuvieron una ceremonia civil en la casa natal del humorista y ex senador nacional por Corrientes, en la ciudad de Bella Vista. Fue el broche de oro para la pareja que, entre rupturas y reconciliaciones, llevan diecisiete años juntos. Como era de esperarse, entre los invitados (que la noche anterior fueron recibidos con menú criollo de empanadas, locro y pastelitos, en el Club Social Bella Vista) hubo artistas y políticos: Moria Casán, Carmen Barbieri y el candidato a presidente Daniel Scioli, entre otros. Y también estuvieron Sabrina y Juan Manuel, los hijos mayores de Nito (el menor, Leandro, no habría conseguido permiso de su madre, Cecilia Oviedo). La novia firmó la libreta con un diseño de Gabo Barbereau hecho con tela de traje que usó su madre, Lidya, la suegra de Nito, en el día de su boda.
Inmediatamente después del Civil, los invitados caminaron hasta la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Allí esperaron a los novios, los únicos que se cambiaron para la ceremonia religiosa. Primero llegó Nito, por supuesto, que ocupó su posición junto al altar, al lado de su hermana y madrina de bodas, Amelia Artaza. Cecilia se desplazó hasta la parroquia en un carruaje antiguo tirado por dos caballos. Y caminó hasta el altar del brazo del padrino y mentor artístico, Pepito Cibrián Campoy. Frente a ellos, Nora Cárpena y Carmen Barbieri –las elegidas para leer un pasaje de la Biblia– ocuparon la primera fila de una platea llena de celebrities: Miguel Angel Cherutti (el gran socio de Nito, con quien consiguió sus mayores éxitos), Ana Acosta, Doris del Valle y Daniel Scioli.
Durante la ceremonia, cargada de emoción, los novios dejaron caer varias lágrimas. Sobre el final, Milone cantó el “Ave María” frente a su flamante marido. Y después llegó el beso, bajo una lluvia de flashes. La fiesta fue cerca de allí, en la casa de Lalo, el primo de Nito. Allí cortaron la torta (de merengue y dulce de leche) y bailaron chamamé hasta las seis de la mañana. Antes de la caída del sol, parte del Regimiento de Granaderos a Caballo se formó frente a la casa y como regalo a Cecilia, su madrina, tocó la “Marcha de San Lorenzo”. Los ochocientos vecinos que trataban de “espiar” la gran fiesta resultaron un coro tan espontáneo como genial.
Con el amanecer, Cecilia y Nito partieron hacia su esperada luna de miel. ¿Su destino? Siempre en Corrientes: los esteros del Iberá.
UN AMOR de novela
Si llevásemos el romance de Nito y Cecilia al teatro, debería ser un clásico vaudeville, esas comedias “de puertas” donde pasa de todo pero siempre se llega –aun cuando nadie lo espera– a un final feliz.
Se conocieron en 1999, cuando él producía Boeing Boeing, que ella protagonizaba. Poco después empezaron su romance. Sólo ellos conocen los tiempos de la relación: Nito estaba casado, aunque Cecilia jura que comenzaron a verse durante una de las separaciones que él atravesó con Cecilia Oviedo. En 2006, el romance estalló en televisión: Milone contó frente a cámaras que llevaba siete años de amor, entre idas y vueltas, con Artaza. “Fue una historia muy fuerte y se nos escapó de las manos. Pero nunca fuimos amantes”, aclaró. La bomba mediática los separó y cada uno rehízo su vida. Quienes los conocen íntimamente siempre apostaron al reencuentro. En el verano de 2016, reconciliados, Nito subió al escenario para protagonizar, con su futura mujer, una obra que bautizó, llamativamente, Segunda vuelta. En la participación a su boda grabaron una cita de San Pablo, sugerente, que dice “El amor no pasará jamás”.
- Fotos: álbum Nito Artaza y Cecilia Milone / Marcela Melgar.
Otras noticias de Nito Artaza
Más leídas de Personajes
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
In fraganti. Paul Mescal: amores, coqueteos y conquistas de un Gladiador
Elogios, abrazos y un “piquito”. El celebrado reencuentro de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, a 27 años del estreno de Titanic
En fotos. De la sonrisa de Celeste Cid a la salida familiar de María Susini en la avant premier de Wicked