La escena hot entre Florence Pugh y Andrew Garfield que incomodó al equipo de su nueva película: “Fuimos un poco más allá”

El rodaje de escenas íntimas en el cine siempre ha sido un tema delicado y más cuando el nivel de entrega de los actores pareciera sobrepasar el guion. Este fue el caso de una secuencia protagonizada por Andrew Garfield y Florence Pugh en su nueva película, We Live in Time, que dejó a más de uno sorprendido en el set de filmación.

Lo que debía ser una escena controlada se convirtió en un momento tan intenso que los actores, involucrados en la situación, no escucharon la indicación para dejar de grabar, creando una situación incómoda entre los miembros del equipo de producción.

En una entrevista para el podcast Happy Sad Confused, el propio Garfield relató lo ocurrido en esa toma que calificó de “muy íntima”. Según sus palabras, la conexión entre él y Pugh fue tan intensa que ambos se perdieron en la acción. “La escena se vuelve apasionante, tal como la ensayamos, y nos metemos en ella, por así decirlo, y llegamos un poco más allá de lo que debíamos hacer”, comentó el intérprete, recordando cómo ambos artistas ignoraron en ese momento las indicaciones del director.

Este tipo de secuencias suelen filmarse en lo que se denomina un “set cerrado”, donde solo están presentes las personas imprescindibles para mantener la privacidad y comodidad de los actores. En esta ocasión, además de Garfield y Pugh, estaban presentes el operador de cámara y el director de fotografía, Stuart Bentley, quien vivió el incómodo momento de primera mano.

El protagonista explicó que el director de la película, John Crowley, se encontraba en una habitación contigua mientras se filmaba la escena, lo que quizá contribuyó a que ninguno de los dos artistas escuchara la orden de “corten”. Con la atención puesta en la intensidad del momento, el equipo detrás de las cámaras no tuvo otra opción que esperar pacientemente hasta que los actores se dieran cuenta por sí mismos de que la escena debía terminar.

Garfield recordó con humor que, después de unos largos minutos, él y Pugh finalmente notaron la duración excesiva de la toma. “Fue como si ambos nos dijéramos telepáticamente: ‘definitivamente parece una toma más larga’”, comentó el actor.

Lo que les hizo darse cuenta del error fue la reacción del equipo. Al mirar a su alrededor, Garfield vio que los miembros de la producción estaban mirando hacia las paredes, claramente incómodos. A pesar de ello, Garfield y Pugh se sintieron lo suficientemente seguros como para permitir que la escena continuara de manera natural. “Dejamos que siguiera su curso y seguimos adelante”, compartió el actor.

El intenso momento en el set fue parte de una de las escenas de amor de la película que narra la relación entre dos personajes, Almut y Tobias, con sus citas, la fase de enamoramiento, la experiencia de tener un hijo y un profundo viaje emocional cuando uno de los protagonistas es diagnosticado de cáncer. A lo largo de la historia se revela una situación compleja que amenaza con destruir el vínculo mientras los protagonistas emprenden un camino lleno de desafíos que pone a prueba su amor.

Algunos de los retos a los que se enfrentan los protagonistas resultaron familiares para los actores, especialmente para Garfield, cuya madre murió de cáncer en 2019. Para experimentar el tratamiento contra la enfermedad que atraviesa su personaje, Pugh estaba convencida, por su parte, de que necesitaba cortarse el pelo y el director decidió filmar al propio Garfield cortándole el cabello para la escena.

En el estreno de la película en el Festival Internacional de Cine de Toronto, Garfield dio más pistas sobre la trama. “Esta película trata sobre sentirse vivos tanto como sea humanamente posible. Creo que a veces es muy difícil recordar cómo hacer eso. De hecho, a veces todo está preparado como para que no lo hagamos, así que necesitamos prácticas que nos mantengan en contacto con ello”.

Este film llegará esta semana a la pantalla grande de los Estados Unidos mientras que, por ahora, no tiene fecha de estreno en la Argentina. La química entre Florence Pugh y Andrew Garfield es uno de los principales atractivos de esta nueva producción.

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