La dura crítica de Keira Knightley a Kate Middleton por su imagen postparto
Keira Knightley tiene mucho para decir en el marco del destape de voces femeninas que provocó el #MeToo. La actriz escribió un revelador ensayo que se dio a conocer esta semana en una colección de textos curada por la escritora Scarlett Curtis y titulada Feminists don't wear pink and other lies ("Las feministas no usan rosa y otras mentiras", en inglés), en el que aborda con crudeza las vicisitudes de la maternidad y cuestiona la forma en que muchas mujeres ocultan detrás de la perfección en la imagen toda la transformación física que implica dar a luz un hijo.
Para ilustrar sus argumentos, Keira usó su propia experiencia y la de la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, o más bien, lo que ella mostró al público. Es que da la casualidad que ambas mujeres de origen británico dieron a luz con apenas unas horas de diferencia: Keira tuvo a su hija el 1 de mayo del 2015 y Kate tuvo a la princesa Charlotte al día siguiente. La diferencia fue que la mujer del futuro rey de Inglaterra salió a la puerta del sanatorio con la niña en brazos apenas siete horas después del parto luciendo espléndida: "Mostrando la cara que el mundo quería ver", según la descripción Knightley quien comienza su texto, titulado "El sexo débil", contando en una especie de carta dirigida a su hija, cómo fue dar a luz: "Mi vagina se rompió. Saliste con tus ojos abiertos. Los brazos levantados en el aire. Gritando. Te pusieron encima mío, cubierta de sangre, de vérnix, tu cabeza deformada por el parto. Palpitando, jadeando, gritando. Te trabaste en mi pecho de inmediato, hambrienta. Recuerdo el dolor. La boca cerrada alrededor de mi pezón, succionando. Recuerdo la caca, el vómito, la sangre, los puntos. Recuerdo mi campo de batalla. Tu campo de batalla y tu vida palpitando. Sobreviviendo. ¿Soy yo el sexo débil? ¿Sos vos?"
Luego, según reproducen los medios People y The Guardian, Keira cuestiona esa imagen de perfección que dio Kate Middleton el día en que tuvo a Charlotte, aunque este hecho se replicó tal cual las tres veces que la duquesa pasó por un parto. "Lo vimos en la televisión. Kate salió del hospital siete horas después con el rostro maquillado y tacos altos. La cara que el mundo quería ver. Oculta. Oculta nuestro dolor, nuestros cuerpos partiéndose, nuestros pechos goteando, nuestras hormonas fuera de control. Mostrate hermosa. Mostrate con estilo, no muestres tu campo de batalla, Kate. Siete horas después de pelear con la vida y la muerte, siete horas después de que tu cuerpo se abriera, y una vida saliera gritando y sangrando. No lo muestres. No lo cuentes. Parate ahí con tu bebé y sé el blanco de un grupo de fotógrafos hombres".
Tanto en 2013, cuando tuvo al príncipe George, como en 2015, cuando dio a luz a Charlotte y como en abril pasado, cuando nació el príncipe Louis, Kate Middleton se mostró radiante, con un look acorde con su imagen de influencer fashion y como si no hubiera rastros del trabajo de parto del que había sido protagonista. Mientras esto ha sido ensalzado por los medios y la opinión pública, Keira decidió proponer una crítica y con su ensayo busca cambiar esa mirada que exige la perfección constante a las mujeres, que abruma y oprime.
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