En una entrevista exclusiva con ¡Hola! Argentina, la actriz habla de su relación con el cantante español por primera vez
Se confiesa "un terremoto" y dice que sus padres siempre la llamaban así cuando era chica. Quizá por eso no es extraño que Eugenia Suárez (22) se haya enamorado de Nicolás Cabré (34), tuviera una hija con él y después de un año y medio juntos decidieran separarse. A siete meses de confirmar la ruptura, conoció al cantante español David Bisbal (35) mientras grababan el video del tema "Hoy", y desde entonces empezaron a vivir un amor que no entiende de distancias y sabe de encuentros a un lado y otro del Atlántico. Eugenia atraviesa un gran momento de felicidad y armonía –repartido entre Rufina, de un año y tres meses, y sus últimos días de grabación en la novela Camino al amor–, y se le nota en la mirada.
–¿Qué balance hacés de tu rol como mamá?
–Estoy casi obsesionada con mi hija, todo lo que hace me parece fantástico. Todo lo que mi mamá me decía, que me sonaba trillado, es literal... Rufina es lo más fuerte que me pasó en la vida. Siempre dije que había nacido para ser mamá, me fascina estar encima de ella todo el día.
–¿Ya dice "mamá" o "papá"?
–Dice "mamá", "papá", "chau".
–¿Qué dijo primero?
–"Papá". Tiene una obsesión, está perdidamente enamorada de Nico, es como una relación de novios. Rufi le hace ojitos, lo seduce.
–¿Qué tal es Nicolás como padre?
–Un padrazo. Se muere por ella, es un padre muy presente.
–¿Cómo se llevan con esto de ser padres separados?
–Rufina era muy bebita cuando nos separamos. Yo también crecí con padres separados y para mí no fue un trauma, porque mis papás nunca lo dramatizaron. Para mí y mi hermano fue natural. En el momento en que nos lo plantearon, fue: "Miren, se acabó el amor, nos van a seguir viendo a los dos por igual, no va a haber horarios".
"[Con Nicolás Cabré] La pareja no resultó, pero nosotros como padres funcionamos con mucha naturalidad".
–¿Con Nicolás también funcionan así?
–Hay un esquema de organización, pero cuando él la extraña porque la tengo muchos días viene a verla o se la lleva. Lo más importante es no poner a los hijos de rehenes. Nosotros tenemos una muy buena relación, siempre nos llevamos bien, la separación fue en paz más allá de lo que hayan dicho. La pareja no resultó, pero nosotros como padres funcionamos con mucha naturalidad.
–¿Lo que te imaginabas de la maternidad se cumplió?
–Todo pasó más o menos como me lo imaginaba, hasta el parto. Siempre le dije a mi médico: "Mirá que a mí no me duelen las cosas, es muy probable que tenga contracciones y no me entere". Y él me decía: "Todas dicen lo mismo porque no quieren que les duela"... Yo nunca me enteré de que tuve contracciones y me pasa lo mismo con la maternidad. Siempre pensé: "Voy a ser relajada, la voy a dejar ser, si se cae, se cae", y de hecho cuando Rufina se tropieza, la aplaudimos para que sienta que no pasó nada. Soy muy relajada y Rufi también es así. Está siempre con mucha gente, con mis amigas. Al principio no tenía una rutina para dormir, no tenía horarios, hasta que empecé a grabar…
–Y cuando la tenés que dejar, ¿lo vivís con culpa?
–No soy una persona culposa, no me criaron así. Yo la veo feliz cuando se queda con el papá, con la chica que nos ayuda, con mi mamá o con una amiga.
–¿Qué disfrutás de hacer con Rufina?
–Bailamos, cantamos… En casa siempre hay música. Siempre digo que más allá del amor también es importante la alegría. Rufi es una beba que nunca –desde que nació– tuvo un berrinche, la despertás de la siesta y te pone una sonrisa, todo le viene bien.
–¿Cómo festejaron su primer cumpleaños?
–Hicimos algo muy íntimo con la familia de Nico, nuestros amigos y mi familia. Muy tranquilo, en un lugar chiquito, con un pelotero, música. Estaban sólo los que tenían que estar.
–Y la prensa no se enteró.
–Es que cuando no querés que se enteren, nadie se entera. Con el bautismo pasó lo mismo. Entiendo que por mi profesión estoy expuesta, pero hay cosas que quiero guardarme para mí, yo elijo hasta dónde exponerme. Aprendí a convivir con las guardias fotográficas, más allá de que no me gustan, entiendo que están trabajando y lo tienen que hacer.
–Siempre le ponés una sonrisa a esa situación…
–Porque es parte de mi trabajo y la foto me la van a sacar igual.
CONTIGO A LA DISTANCIA
–¿Cómo es vivir un amor a miles de kilómetros?
–Creo que cuando hay amor… Ojo, nunca imaginé que iba a tener una relación a la distancia, pero cuando me enamoro, me enamoro y no me importa nada. Entonces vivo el momento, no pienso qué voy a hacer dentro de cinco meses… Todo se va acomodando.
–¿Lo extrañás?
–Sí, me muero, pero tenemos mucha comunicación. Igualmente, soy muy independiente, a mí me gusta estar con mis amigas, con mi trabajo, con mi hija, como que tengo momentos para todos…
"Nunca imaginé que iba a tener una relación a la distancia, pero cuando me enamoro, me enamoro y no me importa nada".
–¿Pero cuando tenés un cumpleaños o una fiesta, por ejemplo, no decís: "Uy, me gustaría que esté acá conmigo"?
–Sí, claro, pero no lo vivo como un sufrimiento.
–¿Qué otros pros tiene un amor a la distancia?
–Tiene su encanto, eh. Te extrañás, te reencontrás y te volvés a enamorar todo el tiempo.
–¿Y las despedidas?
–¡Horribles! Lloro y todo. Muy novelero lo mío. [Se ríe]. Es que estoy muerta de amor, es más fuerte que yo.
–David dijo hace poco que le devolviste la sonrisa y te manda mensajes por las redes sociales del estilo: "Si no te abrazo en 24 horas, soy un hombre muerto".
–Y yo me derrito. Con esas cosas me muero de amor, son detalles y más a la distancia, es divino.
–¿Qué te enamoró de él?
–Es muy difícil no enamorarse de él, y no lo digo porque sea mi novio, es una persona que tiene enamorado a todo el mundo, a los amigos, a quienes trabajan con él. Más allá del talento que tiene, que para mí es el mejor cantante de todos.
–¿Vos eras fan de David?
–Me encanta su música, pero fanática no. Nunca se me había cruzado por la cabeza, pero él enamora, es educado, buena gente, tiene buenos valores, una linda familia, es humilde. ¡Todo! Es seductor ciento por ciento.
–Después de tu visita a España, dijeron que no te habías llevado bien con su familia.
–Dijeron que no me habían aceptado. ¡Todas mentiras! Su familia es divina. David y yo sabemos cómo son las cosas, entonces no voy a aclarar nada más.
–¿Cómo sos cuando estás enamorada? ¿Sos celosa?
–Soy celosa, pero confío. Estoy muy tranquila cuando la otra persona me da seguridad. Hay hombres a los que no les gusta darte seguridad porque son inseguros y juegan con eso para alimentar su ego. A mí también me gusta darle seguridad a quien está conmigo. Soy muy Susanita.
"Dijeron que [en su familia] no me habían aceptado. ¡Todas mentiras! Su familia es divina".
–¿Esa Susanita no se contradice con el amor a la distancia?
–No me refiero a Susanita porque vaya a formar una familia con David, porque todavía es muy pronto. Estamos desde hace cuatro meses. Soy Susanita en el sentido de que si estoy con una persona estoy con una persona, no me interesa "histeriquear" ni que me miren. Soy noviera, muy enamoradiza, una novelera. A los 3 años ya sufría por amor, me enamoraba del compañerito que tenía 6 y sufría por eso.
–¿Te vas a vivir a España?
–No, son mentiras. Por ahora estoy con proyectos acá. Mi prioridad es mi hija y todo lo que haga va a ser por su bien. Lo de la novela y el fin de mi personaje tiene que ver con que termina mi contrato, sólo eso.
–¿Tu personaje finalmente se casa con el de Mariano Martínez?
–Creo que en todas las novelas que hice me terminaron casando. ¡Hasta con vestido de princesa y todo! Todo lo que odio para mi vida. [Se ríe].
–¿Soñás con el casamiento?
–No sé. Nunca fantaseé con eso, te soy sincera... No es mi proyecto.
–¿Ya tenés proyectos de trabajo para el año que viene?
–Hay un par de cosas dando vueltas, pero nada cerrado. Me voy a dedicar de lleno a Rufina...
–¿Y Bisbal?
–¡Obvio! A él también.
–¿Qué creés que ve la gente cuando te ve?
–Siempre me mostré como soy. Los que me siguen desde Rincón de luz me dicen que soy auténtica, que le gusta que coma, que no me vuelva loca por las dietas… Además, soy cero conflictiva, nunca me meto con nadie. No me gusta juzgar, ni que me juzguen. Hago mi camino y nada de lo que hago lo hago con maldad o con doble sentido. No vivo la vida para los demás. Soy coherente con lo que pienso y lo que hago. No me importa cuando alguien que no conozco habla mal de mí, me preocuparía si mis amigas me dijeran "estás distinta, estás cambiada".
–Trabajás desde muy chica en la televisión. ¿Podrías hacer otra cosa que no sea actuar?
–Sí, tranquilamente. Tengo el proyecto de mi marca de ropa. También quiero volver a cantar y a bailar.
–¿Pero podrías tener un trabajo que no implique estar expuesta?
–Sí, porque no soy fanática de la exposición. Hay muchos a quienes le gusta más eso que lo que hacen. Yo soy muy de mi casa, me encanta cocinar, me fascina que vengan amigos a comer, limpiar...
–¿Limpiar?
–Me encanta, me gusta que esté todo ordenado. Mi mamá siempre estuvo en mi casa y se lo agradezco porque me acompañó mucho. Cuando escucho que alguien dice: "Me perdí ver a mis hijos en tal cosa porque estaba en un buen momento laboral" no lo entiendo.
–¿Te gustaría tener más hijos?
–Yo tendría cuatro o cinco más. Igualmente, ahora voy a esperar.
–Volviendo a David, ¿quién conquistó a quién?
–¡Los dos! Fue un flechazo a primera vista, inexplicable, divino.
Texto: Sebastián Fernández Zini
Fotos: María Teresa de Jesús Alvarez
Producción: Victoria Miranda
Maquillaje: Bettina Frúmboli, con productos Lancôme
Peinado: Facundo Solís, para Mala Peluquerías conproductos Pantene
Agradecimientos: Palacio Sans Souci(www.palaciosanssouci.com), Evangelina Bomparola, Ricky Sarkany, Ginebra, Fahoma, Kallalith y Naíma
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