La actriz de 31 años navegó una relación de alto perfil con Robert Pattinson y años más tarde decidió hablar sobre su sexualidad y disfrutar de sus vínculos con mujeres; recientemente anunció su boda con la guionista Dylan Meyer
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Kristen Stewart se encontró con la fama desde muy pequeña, más precisamente desde los 12 años, cuando actuó junto a Jodie Foster en La habitación del pánico, film de David Fincher que hizo que todos se preguntaran quién era esa talentosa joven que sostenía el thriller junto a la experimentada actriz y directora. Seis años más tarde llegó Crepúsculo y allí Kristen supo que las reglas del juego habían cambiado y que, desde ese momento en adelante, su trabajo como actriz iba a ser contemplado a la par de sus relaciones amorosas.
Por entonces, debido a su inexperiencia en Hollywood, ella se movía al ritmo de los dictámenes. En la actualidad, está intentando desandar ese camino, especialmente cuando le preguntan sobre su orientación sexual. “Soy tan gay” le llegó a decir al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su monólogo de apertura de Saturday Night Live cuando recordó viejos tuits de el exmandatario sobre el vínculo de la actriz con Robert Pattinson. Estaba claro que Kristen ya había elegido otra manera de comunicarse y que el silencio no era una opción.
“Pasé tanto tiempo protegiendo mi vida privada que la terminé arruinando”, declaró. “Empecé a preguntarme por qué no podía salir a la calle con la persona con la que estaba o por qué no podía nombrarla en una entrevista”, manifestó. Por lo tanto, comenzó a hacer exactamente eso: a disfrutar, a eludir el encierro y las nomenclaturas. “Cuando salí por primera vez con una chica me preguntaron de inmediato si era gay, y yo tenía tan solo 21 años”, recordó en una charla con InStyle Magazine. “Pienso que llegamos a un lugar en el que todos nos estamos convirtiendo en personas más ambiguas, y eso es hermoso”, añadió. Sin embargo, no siempre pudo manejar bien la exposición mientras internamente se estaba descubriendo.
“Siento que hice cosas que lastimaron a personas con las que estaba. No porque me sintiera avergonzada de ser abiertamente gay sino porque no me sentía cómoda siendo observada por todo el mundo. Lo sentí como un robo. Ese período lo viví de forma cautelosa. Incluso en mis relaciones previas, que fueron heterosexuales, hicimos todo lo que pudimos para no ser fotografiados haciendo cosas que considerábamos nuestras. Creo que se sumó una presión extra al representar un grupo de personas, al representar a la comunidad queer, fue algo que en ese momento no entendí. Solo ahora puedo entenderlo”, remarcó.
Me encanta la idea de que cualquier cosa que haga pueda contagiar a alguien que está luchando
Asimismo, Stewart recordó cómo vivió esos instantes de presión. “Querían etiquetarme, y yo no tuve reticencia a mostrar quién era. Salía y todos los días era fotografiada mientras me mostraba cariñosa con mi novia, pero no quería hablar sobre el tema. Solo sentía una presión enorme, pero no por ser parte de la comunidad [LGBTQ+]. Las personas miraban esas fotos y leían los artículos, pensaba: ‘Bueno, es necesario que me muestren’. Yo era una niña y me sentí personalmente ofendida. Ahora lo disfruto. Me encanta la idea de que cualquier cosa que haga pueda contagiar a alguien que está luchando”. Ese cambio en su postura se produjo de manera orgánica, y luego de algunos vínculos que la ayudaron a encontrarse a sí misma.
Robert Pattinson y el fenómeno Crepúsculo
Luego de una relación de tres años con el actor Michael Angarano, Stewart aceptó el rol de Bella Swan en la adaptación de la saga de Crepúsculo y ya nada fue lo mismo. Si bien la actriz no reniega de esa etapa de su vida profesional, recientemente declaró que solo está orgullosa de “alrededor de cinco buenas películas” que hizo, entre ellas, las que fueron dirigidas por el francés Olivier Assayas, como Clouds of Sils Maria y Personal Shopper.
En el rodaje de la primera entrega basada en la obra de Stephenie Meyer conoció a Pattinson, otro actor que luego colaboraría codo a codo con realizadores extraordinarios. Su romance comenzó en 2009 y se trasladó, como podía preverse, al ámbito de las red carpets, donde los adolescentes gritaban eufóricos cada vez que “RPatz” y “KStew” hacían su aparición estelar. El vínculo duró lo que duró la saga y el motivo de la ruptura nunca estuvo demasiado claro, si bien Stewart suele adjudicárselo a la edad y al frenesí en el que estaban inmersos, con mucha presión externa por mantener la relación intacta en medio de tanta popularidad. Sumado a esto, se suscitó un episodio que la ubicó en el ojo de la tormenta.
Este año, en plena promoción del film Spencer que podría llevarla al Oscar, Stewart habló con The New Yorker sobre cómo fue compartir un rodaje con su entonces pareja. “Él tenía un enfoque intelectual que se combinaba con ‘no me importa una mier... esto, pero voy a hacer que funcione’. Y yo estaba como, ‘Ugh, lo mismo’. Y, como sea, éramos jóvenes y estúpidos y, por no decir que lo hicimos mucho mejor, pero eso es lo que necesitaba la película y eso es lo que todos los que interpretan esos papeles deben sentir”, contó la actriz, quien en 2012 estuvo en el centro de los reflectores por un escándalo en el que la veta machista de Hollywood se pudo percibir de manera alevosa.
El affaire con Rupert Sanders
Todo estalló en julio cuando aparecieron fotos de Stewart abrazada en un paseo con el cineasta británico Rupert Sanders, quien en 2011 había dirigido a la actriz en Blancanieves y el cazador, film que se estrenó al año siguiente. Ambos se encontraban en relaciones al momento de esos encuentros que fueron registrados por las cámaras. Stewart seguía en pareja con Pattinson, y Sanders estaba casado con la actriz Liberty Ross, quien también formó parte de la película. Las imágenes generaron un escándalo mediático que el fanatismo por Crepúsculo no hizo más que acrecentar, y que puso a Stewart, quien tenía tan solo 22 años en ese momento, en un lugar muy poco feliz.
Al poco tiempo de la difusión de las fotos -y de anécdotas sobre cómo Kristen se había encandilado con el director-, Ross le pidió el divorcio al padre de sus hijos, mientras que Stewart se disculpó públicamente con Pattinson. “Siento mucho el daño y la vergüenza que les ocasioné a las personas cercanas y a todos a quienes esto ha afectado. Esta indiscreción momentánea ha puesto en peligro lo más importante de mi vida, la persona a la que amo y respeto más que a nadie, Rob. Lo amo, lo amo, lo siento mucho”, escribió Kristen en el comunicado difundido por People. Si bien Pattison perdonó la infidelidad, lo cierto es que la pareja ya no estaba funcionando, y terminó separándose a los pocos meses.
Alicia Cargile, la primera mujer con la que decidió mostrarse
Kristen misma lo expresó: “En un momento me sentía como en una jaula, hasta que empecé a cuestionar eso”. En 2014, cuando las aguas del escándalo se calmaron y la actriz ya comenzaba a esbozar una interesante carrera con Assayas, comenzó a hablar públicamente de su orientación sexual, y particularmente de su novia, la productora de efectos visuales Alicia Cargile, con quien inició un vínculo que duraría dos años. “Estoy muy enamorada”, le contaba por entonces a la revista Elle.
“Decidí mostrarme con ella porque el hecho de ocultarnos implicaba una vergüenza que yo no sentía”, expresaba Kristen, quien también compartió que el romance era intermitente. “Nos peleamos y reconciliamos varias veces”, contó. De hecho, a partir de ese vínculo, Stewart también empezó a entablar otra clase de diálogo con la prensa que tanto daño le había hecho. “Antes no hablaba de mis relaciones, pero una vez que comencé a salir con mujeres me pareció que era un buen momento para representar algo positivo”, le manifestó a T Magazine.
En una de esas intermitencias, la actriz tuvo un breve romance con la cantante francesa SoKo, quien aseguró que se había enamorado “completamente” de Stewart. De todas formas, el idilio fue breve y la actriz se volvió a dar una nueva oportunidad con Cargile que no funcionó. En 2016, ambas decidieron separarse de manera definitiva y una mujer apareció intempestivamente en la vida de Stewart: la modelo neozelandesa Stella Maxwell.
Por dos años, ambas fueron fotografiadas constantemente y se notaba que eran inseparables, ya que compartían fiestas, viajes, y eventos profesionales, hasta que eventualmente tomaron la decisión de irse a vivir juntas. Luego de que ambas fueran vistas en 2018 en el festival de Cannes, trascendió que se habían distanciado. De acuerdo al portal US Weekly, ambas llevaban vidas muy diferentes y no estaban en la misma sintonía, y por eso optaron por una ruptura que llamó la atención.
Dylan Meyer, la mujer con la que proyecta su boda
Con la espontaneidad que la caracteriza desde que hubo un quiebre en su vida, la actriz de 31 años dio a conocer semanas atrás, en el programa radial de Howard Stern, que está comprometida con su novia, la guionista Dylan Meyer. “Nos vamos a casar, lo haremos”, reveló. “Yo quería que ella me propusiera matrimonio, así que creo que dejé en claro cómo quería que fuese y ella acertó. Fue muy lindo, lo hizo muy bien, nos casamos, sucederá”, remarcó Stewart, quien también se explayó sobre la propuesta en cuestión.
“No hubo algo específico, con dos mujeres vos no sabés quién va a cumplir cualquier maldito rol de género. No queremos pensar en esos términos, así que simplemente sucedió”, explicó, y recordó cómo fue el momento en que le confesó su amor a su pareja. “Era muy tarde y estábamos en un bar de mala muerte con sus amigos, y cuando salimos le dije: ‘Oh, estoy tan enamorada de vos’, no fue nada espectacular, pero al mismo tiempo era muy obvio lo que me pasaba”, manifestó.
Stewart estaba promocionando el reboot de Los Ángeles de Charlie cuando fue vista por primera vez a los besos con Meyer, sentadas en la entrada de un edificio, en agosto de 2019. Según informó The Sun, la noticia fue sorpresiva porque se creía que la actriz se había reconciliado con Maxwell, con quien venía de tomarse unas románticas vacaciones en Capri, Italia. Sin ambargo, no era ese el caso. Desde ese momento que Meyer y Stewart no dejaron de mostrarse juntas, y en las redes sociales de la guionista suelen aparecer imágenes de momentos cotidianos en los que a Kristen se la nota plena.
“Cuando salía con chicos escondía todo porque sentía que lo que tenía que ver con mi vida privada lo trivializaban y eso no me gustaba (...). Pensaba: ‘están haciendo de mi relación algo que no es así. Eso no me gusta”, expresó en una ocasión Stewart, una estrella que supo surfear momentos de alta exposición para ahora poder disfrutar de una vida más relajada, sencilla, derribando mitos y construyendo un camino propio, en la otra vereda de los mandatos de la industria.
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