Karate Kid: la química de sus protagonistas, la furia de Clint Eastwood y una patada brutal
Desde personajes legendarios hasta frases repetidas hasta el cansancio, el clásico de los 80 tuvo un detrás de escena plagado de momentos para recordar y curiosidades
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El walkman, las habitaciones repletas de pósters, las fotos de rollo, el teléfono de línea, las camisas sueltas, las hombreras, las pulseras flúor y Karate Kid: quienes fueron adolescentes durante la década del 80 conservan, en algún rincón emotivo de su memoria, la paliza que recibió Daniel a manos de una banda de rubios engreídos disfrazados de esqueletos, la frase “pule y encera”, la pierna rota, el salto de la grulla y el sabor dulce de la victoria del más débil frente a los matones de turno. Karate Kid fue mucho más que un éxito de taquilla: el film que se estrenó en 1984 llenó de alumnos las escuelas de karate, dio origen a una legendaria saga, se convirtió en un clásico del cine mundial y volvió, en la era del streaming, 33 años después y con sus protagonistas originales, en forma de serie con Cobra Kai. También tuvo, detrás de escena, algunas historias dignas de recordar.
Una historia infalible
Karate Kid es la historia de Daniel LaRusso (Ralph Macchio), un adolescente que se muda con su madre de Nueva Jersey a Los Ángeles. Tras acercarse a la chica más popular de la secundaria, Ali Mils (Elisabeth Shue), Daniel comienza a ser acosado por el exnovio de la joven, Johnny Lawrence (William Zabka) y sus compañeros del dojo Cobra Kai. Daniel encuentra en el encargado de mantenimiento de su nuevo departamento, el señor Miyagi (Pat Morita), no solo un maestro de karate que le enseñará a defenderse sino, sobre todo, un confidente y un amigo.
Esta producción nació con el gen del éxito: fue el estudio Columbia Pictures el que se acercó al escritor Robert Mark Kamen con el objetivo de proponerle realizar una película para su flamante director, John Avildsen. El gigante del cine había contratado al ganador del Oscar a la mejor dirección en 1976 por Rocky y buscaba repetir el suceso con un nuevo proyecto que girara en torno a un deporte. Kamen echó mano a su propia historia: a los 17 años se enfrentó a una patota y, para aprender a defenderse, se anotó en clases de artes marciales. Desilusionado de su profesor, quien veía el karate como una forma de venganza, llegó al estilo Goju Ryu, una rama fundada en Okinawa por el maestro Chōjun Miyagi. Para completar el relato, el escritor se inspiró en la historia del hijo de una madre soltera que había logrado convertirse en cinturón negro por defenderse de los chicos malos del barrio. El recorte llegó a sus manos gracias a Jerry Weintraub, uno de los productores.
Luego de leer el guion, el estudio quedó encantado. Para dar con el nombre indicado, tuvieron que pedir permiso a DC Comic: Karate Kid era uno de sus superhéroes. Con un presupuesto de ocho millones de dólares, Columbia dio inicio a su próximo caballito de batalla y no se equivocó: el film se estrenó el 22 de junio de 1984, enamoró al público y a los críticos, recaudó más de 130 millones de dólares en todo el mundo, se convirtió en uno de los mayores éxitos de Hollywood de ese año y logró una nominación a los Premios Oscar gracias a la actuación de Pat Morita.
Química en el set y en la pantalla
Gran parte del éxito de Karate Kid se debe a sus protagonistas. “Una de las bellezas de la película y lo que la gente no sabe, es que Ralphie y yo, desde el principio, fuimos mejor que un matrimonio”, reveló Morita en una entrevista sobre el detrás de escena del film. Zabka también señaló que la química que se vio en pantalla entre su personaje y el de su despiadado sensei, el implacable Martin Kove (John Kreese), había devenido en una sincera amistad.
Con los nombres de Sean Penn, Emilio Estevez, Anthony Edwards, Tom Cruise, Robert Downey Jr., Charlie Sheen, Nicolas Cage y Eric Stoltz tachados de la lista, los directivos mantenían la búsqueda de un adolescente con imagen de cobarde, pero con la fuerza necesaria para convertirse en un héroe. Para ese entonces, Avildsen realizaba pruebas en su departamento con Ralph Macchio y Elisabeth Shue. Cuando se dio cuenta de que eran perfectos para los roles principales, los envió directo con Kamen. “Había oído que estaban audicionando para una película llamada Karate Kid. Me pregunté qué clase de título tonto era ese. Karate Kid era, ya sabés, un programa de la televisión del sábado por la mañana. No sabía qué era eso”, contó Macchio en relación con su primera impresión sobre el film.
Cuando Kamen lo vio, supo que Daniel era él. “Lo vi y pensé ´este niño es tan desagradable, es dulce pero desagradable´”. Ese día, también Shue fue elegida. Sobre la dupla amorosa, Avildsen destacó que le llamó la atención lo improbable de la pareja, aunque reconoció que esa diferencia fue central en la historia. “En ese momento los vi y pensé ´uno es una tarta de frutillas y el otro un cannoli´. No tenían nada que hacer juntos”, sentenció.
Otro actor que dejó en claro desde un principio que era perfecto para su personaje fue Zabka. Tanto fue así que Macchio, el día de la audición, quedó aterrorizado por su comportamiento agresivo. En una entrevista con Hollywood Outbreak, Zabka recordó los pormenores de aquella jornada: cuando llegó al estudio, agarró a Avildsen de la camisa y lo arrojó a su silla. De inmediato, se disculpó por su abrupto arrebato y explicó que esa reacción era en realidad de Johnny. Así fue como se quedó con el papel.
Antes de elegir a Pat Morita para dar vida al señor Miyagi, el estudio consideró a otros dos venerados actores japoneses, según un artículo publicado en The Hollywood Reporter. Toshiro Mifune, protagonista de varias películas de Akira Kurosawa, hizo una gran audición, pero su actuación fue considerada demasiado seria mientras que Mako Iwamatsu ya estaba comprometido para hacer Conan el bárbaro. Si bien uno de los productores del film, Jerry Weintraub, se opuso con firmeza a la idea de elegir a un comediante para el papel, Morita hizo cinco pruebas y se ganó el personaje.
Esquirlas de un casting fallido: Eastwood y su pelea con Coca Cola
Desde hace 40 años, en las películas de Clint Eastwood no aparece ni una sola Coca-Cola. El motivo de la prohibición de esa bebida en sus rodajes está en la fallida audición de su hijo para el papel de Daniel LaRusso. Según el libro Film and Television In-Jokes cuando Kyle Eastwood no consiguió el papel, su papá vetó los productos de la compañía en todas sus películas. ¿Por qué? Porque en aquel momento Columbia Pictures era propiedad del gigante de las gaseosas.
Una patada brutal y cómo atrapar a una mosca con éxito
Karate Kid está repleta de fragmentos inolvidables y el ataque de Johnny y sus amigos disfrazados de esqueletos a Daniel durante la fiesta de Halloween es uno de esos. Durante el rodaje de esa escena, Zabka le dio una brutal patada en la mandíbula a Macchio, quien terminó lesionado. Macchio, además, recordó que durante un tiempo tuvo que comer con la ayuda de una bombilla.
El actor con ascendencia italiana no fue el único que se quejó por la veracidad de los enfrentamientos. Los jóvenes que interpretaban a los alumnos de Cobra Kei señalaron, en varias oportunidades, que Fumio Demura -el doble de Miyagi- les pegaba demasiado fuerte. Con tantas interrupciones, Demura explicó que la pelea perdía veracidad y fluidez. Finalmente, el karateca usó a sus propios alumnos y la escena se hizo en una sola toma.
Para lograr veracidad en la escena en donde Daniel ve cómo el señor Miyagi intenta cazar una mosca con un par de palillos chinos y se une a su maestro en la proeza, los productores ataron una mosca viva a un hilo de pescar, pero la idea no funcionó. La intención de no recurrir a los efectos especiales se mantuvo en pie y entonces se decidió jugar con la posición de las cámaras hasta que la visual dio la impresión de que la mosca había quedado atrapada entre los palitos del aprendiz.
Bonus track
Daniel LaRusso terminó el film con un triunfo, la chica y la pierna rota. Macchio, además de uno de los papeles más icónicos del cine del siglo XX, se quedó con el hachimaki -la cinta que los japoneses atan alrededor de su cabeza- original del film, el trofeo del Torneo de Karate All-Valley y el Ford amarillo Super De Luxe 47 que el señor Miyagi le hace “pulir y encerar”, una de las frases legendarias de la película.
Karate Kid, por su parte, logró incluir una canción que originalmente no era suya, pero que quedó inmortalizada junto a su éxito. Sobre el final del film suena “You´re the best”, de Joe Esposito. En realidad, el tema fue compuesto para musicalizar Rocky III, con Sylvester Stallone, pero desapareció del montaje final por decisión del propio actor. Rápido de reflejos, Avildsen creyó que era momento de rescatar el tema. Y el resto es historia.
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