La actriz, quien es sinónimo de dramas de prestigio, se incorporó a la segunda temporada de la producción de Apple TV+ y habló con LA NACION sobre el personaje que interpreta, una temeraria periodista que sacude el avispero
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Julianna Margulies hace su ingreso a The Morning Show cuando nada relevante parece estar sucediendo. Alex Levy (Jennifer Aniston) está saliendo de su camarín, escenario en el que se estuvo preparando para una entrevista con una periodista que la serie nos presenta como una figura casi aterradora. Margulies aparece en una secuencia con varios actores y, sin embargo, se lleva toda la atención como esa conductora incisiva llamada Laura Peterson. Con el cabello negro, largo y tirante, un traje impecable sin arrugas y un rostro que intenta ocultar su expresividad para no mostrar todas su cartas en ese tête à tête con Alex, Laura es además una mujer orgullosamente gay que le allanó el camino a otras figuras del mundo de las noticias.
Cuando vemos a Margulies, flamante incorporación a la serie de Apple TV+ que estrena todos los viernes un episodio nuevo de su segunda temporada, recordamos por qué es una de las grandes actrices televisivas de los últimos años. Con dos trabajos extraordinarios en ER Emergencias y, sobre todo, en la inolvidable The Good Wife, que le valió dos de sus tres premios Emmy a mejor actriz dramática, la intérprete de 55 años siempre ha sabido elegir calidad por sobre cantidad de proyectos, y esboza sus personajes, como el de Alicia Florrick, con una dedicación previa que en cierto modo la consume. Lo mismo podríamos decir de cómo delineó a Laura Peterson y de cómo, tras un largo tiempo de duda, decidió editar su autobiografía, Sunshine Girl: An Unexpected Life, un libro que temió escribir por la vulnerabilidad que se desprende de sus palabras, especialmente cuando habla de sus padres. Margulies cuenta cómo su madre, Francesca, le puso el apodo “sunshine girl” para inculcarle ser “la chica luminosa” en cualquier contexto en el que se encontrara.
Según la actriz, con el correr de los años le fue cada vez más difícil no luchar contra ese mandato, sobre todo al pisar por primera vez, allá por 1991, un set de filmación con la película Out for Justice, preludio de una atractiva carrera. Margulies sigue siendo una presencia imposible de ignorar, pero también la industria la ayudó a hacerse fuerte. Ambos polos de su personalidad pudieron amigarse una vez pasado un tiempo prudencial. Luego de la serie de Martin Noxon, Dietland, regresa a la TV con un personaje al que veremos en toda la segunda temporada de un drama que está hecho a su medida, pero al cual evitó ver cuando se estrenó en 2019.
En diálogo con LA NACION, la actriz habló sobre cómo The Morning Show la retrotrajo al movimiento #MeToo -el gran tema que aborda la producción de Jay Carson en su entrega inicial-, por lo cual se rehusaba a consumir series que se adentraran en ese terreno. Recordemos que Margulies habló de dos episodios traumáticos que vivió, primero con Steven Seagal y luego con el exmagnate Harvey Weinstein. Respecto al actor, Julianna contó una experiencia que jamás pudo olvidar: un intento de acoso que narró en su libro, pero que había compartido por primera vez en 2017 en un programa radial.
Empecé a ver The Morning Show un poco más tarde que el resto de la gente porque no quería mirar nada vinculado al #MeToo, algo tan profundo y pesado, me iba a deprimir, ya habíamos tenido suficiente
“Cuando tenía 23 años, un director de casting, una mujer, me dijo: ‘Steven Seagal quiere revisar una escena con vos en la habitación de su hotel, a las diez de la noche’. Llegué a las 22.40. Ella no estaba allí, pero él sí, solo, y se aseguró de que viera un arma que tenía, yo no había visto un arma en mi vida. Entendí que estaba en una situación de peligro, y luego me invitó a su dormitorio y me dijo que estaba cansado. Era un depredador, yo fui una de las afortunadas que salió ilesa porque vi el arma en la mesa de luz, inventé una excusa y salí corriendo”, reveló.
En cuanto a su encuentro con Weinstein, el exproductor repitió con ella su modus operandi de invitarla a un cuarto de hotel para hablar de un proyecto en 1996, cuando ella ya era una figura conocida por su rol de Carol Hathaway en ER Emergencias. En esa oportunidad, tras lo que sucedió con Seagal, decidió ir acompañada de una asistente. “Ella se quedó detrás mío. Él abrió la puerta y pude ver que había velas en la habitación y cena para dos. Vi cómo él la miraba fijamente y le lanzaba puñales con la mirada. Ella se encogió de hombros como diciendo ‘¿qué podría hacer?’ y él me miró furioso y cerró la puerta y dijo: ‘Solo quería desearte suerte para la audición’”. Por lo tanto, cuando se estrenó The Morning Show, la actriz no quiso ver un drama que la tocara tan de cerca. En diálogo con LA NACION, la actriz se explayó al respecto.
-¿Mirabas la serie antes de que te convocaran? ¿Cuáles eran los aspectos que más te interesaban?
-Sí, era una gran fanática, pero empecé a verla un poco más tarde que el resto de la gente porque no quería mirar nada vinculado al #MeToo, algo tan profundo y pesado, me iba a deprimir, ya habíamos tenido suficiente. Entonces solo vi el primer capítulo, pero no pude evitar seguir viéndola, no podía parar, necesitaba terminarla, me encantó. Cuando me ofrecieron el papel de Laura fue muy emocionante porque además me gusta mucho que sea una serie dirigida por mujeres y protagonizada también por mujeres fuertes que muestran todas sus debilidades. Por otro lado, me interesaba cómo el drama mostraba en cada episodio diferentes puntos de vista porque no es muy habitual, cuando tenés un elenco tan amplio e importante que todos se luzcan de igual manera. En este caso, los guionistas le dieron a cada actor un espacio para brillar.
-¿Laura siempre estuvo pensada como una mujer que representara a la comunidad LGBTQ?
-Sí, totalmente. Cuando me ofrecieron el papel ya había una visión clara de quién era Laura, pero yo quise hacer mi propio aporte. Lo que siempre hago con mis personajes es buscar el origen de sus nombres y lo curioso con Laura es que su apellido significa terrenal, alguien que está plantado, y yo puedo ver todo eso en ella, una mujer que tiene una calma muy especial en medio de un mar de situaciones.
Ese “mar de situaciones” al que se refiere la actriz incluye sus vínculos con Alex y con Bradley Jackson (Reese Witherspoon), con quienes logra conectar a través de dos relaciones completamente diferentes. En ambas narrativas, Margulies demuestra lo necesaria que es para una serie como The Morning Show, una producción que está atravesada por ese poder femenino que busca alzar su voz en un mundo misógino. Para crear a esa conductora impenetrable, Julianna se inspiró, entre otras mujeres, en la gran Katharine Hepburn.
“Cuando Laura está haciendo sus propias entrevistas, con su propio material, quería que se viera presente en el momento, que fuera un rostro al cual tuvieran que responderle con la verdad. Incluso con la vestuarista debatimos sobre su apariencia, y pensamos en un look muy Katharine Hepburn. No es que está escondiendo su cuerpo, ella muestra su cuerpo pero de manera solapada, no es que sea una figura imponente, pero tenés que tomarla en serio porque no vas a salirte con la tuya, no vas a poder mentirle. Trabajamos mucho en eso”, apuntó.
Asimismo, la actriz pensó en detalles casi imperceptibles. “Me imaginaba que su collar era de un viaje de trabajo que había hecho por Grecia y que los aros eran de otro viaje, en ese caso a Turquía. Quería que usara pocos accesorios, pero que estos dijeran mucho sobre ella”, le explicó Margulies a LA NACION sobre el modo en el que concibió, con un gran nivel de detalle como siempre suele hacerlo, a un personaje que no pasará inadvertido en esta nueva temporada de la serie de Apple TV+ que le da el lugar predominante que la actriz se merece.
Cuándo y dónde ver The Morning Show. Los primeros dos episodios de la segunda temporada ya están disponibles en Apple TV+, y cada viernes se sumará un nuevo capítulo.
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