Josh Hartnett reflexionó sobre lo que lo llevó a convertirse en un “paria” de Hollywood: “Fue frustrante”
El actor -que en el último tiempo brilló en películas como Oppenheimer- habló de su lucha en una industria que, durante años, intentó encasillarlo; los papeles que rechazó y los motivos que lo llevaron a vivir en el campo, lejos de los flashes
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A sus 46 años, Josh Hartnett está donde quiere estar. El actor -que se hizo conocido por títulos como Las vírgenes suicidas , Pearl Harbor, 40 días y 40 noches y La caída del halcón negro- lleva un largo recorrido en el medio sin embargo, recién en los últimos años dice estar haciendo lo que le interesa. A punto de estrenar una nueva película, el intérprete confiesa cómo el mote de “rompecorazones” lo encasilló una y otra vez en el mismo tipo de papeles, alejándolo de aquellos roles que más le interesaban. “Fue frustrante”, reveló quien tiempo después no titubeó al rechazar protagónicos “soñados” o alejarse de Hollywood cuando la fama lo azotó.
Su debut en cine fue en 1998 como el hijo de Jamie Lee Curtis en Halloween H20: 20 años después. Luego, vinieron Aulas peligrosas y Las vírgenes suicidas, dos películas que lo catapultaron como “el galancito del momento”. Mientras que su nombre estaba en boca de todos y la puerta de su casa se llenaba de fans, Hartnett no la estaba pasando bien. “Quería ser visto como algo más que un rompecorazones de Hollywood (…). Me sentí frustrado porque supuse que al público iba a importarle más mis decisiones que lo que realmente les interesaba. El público, en su mayoría, sólo quiere entretenerse”, reveló en una entrevista con People.
Aunque en ese momento se sentía atraído por “personajes que eran bastante diferentes del héroe promedio”, cada vez que el teléfono sonaba Josh recibía la misma propuesta: “Hice un par de películas heroicas y todos querían que interpretara ese tipo de papeles y eso fue lo que me ofrecieron. En realidad”, la puerta se cerró para esos otros personajes más interesantes a menos que los buscara y ayudara a los directores a hacerlos realidad”, recordó.
Sin embargo, y a pesar del encasillamiento que la industria le proponía, el actor siempre intento ser fiel a sus propios deseos y convicciones. “Si perdía eso en medio de todas esas otras opiniones y en medio de toda esa fama, podría perderme a mí mismo por completo. Y no quería eso”, advirtió. Y enseguida reflexionó sobre lo peligroso que es que “los otros” te definan cuando aún vos no sabes quién realmente querés ser. “Tenía poco más de 20 años. En ese momento de tu vida, tu idea de ti mismo no está completamente actualizada. Por eso, no es saludable que todo el mundo tenga un millón de opiniones diferentes sobre lo que les gustaría que fueras antes de que sepas quién eres”, agregó.
Sin embargo, a diferencia de la mayoría, él siempre supo lo que quería y lo que no. “No quería que los demás me definieran. Quería definirme a mí mismo y sabía que lo que me gustaba del cine era diferente a lo que la gente me ofrecía”, repitió quien optó por buscar papeles que le atrajeran, aunque eso implique rechazar “proyectos convencionales” con un éxito de taquilla asegurado. De hecho, Hartnett le dijo que no en dos oportunidades a Chris Nolan, perdiéndose así la posibilidad de encarnar a Superman.
“Siempre buscaba algo que se alejase de lo que la gente esperaba de mí. Reconozco la oportunidad perdida de trabajar con un tipo como Chris y he descubierto que, por mucho que te preocupe centrar tu carrera en cosas que te interesen, ya no creo que eso sea lo más importante. Se trata de encontrar personas en las que confíes de verdad”, se sinceró en diálogo con The Guardian.
Entre estas drásticas decisiones, también sorprendió su elección de abandonar Hollywood y mudarse a Hampshire con su familia para vivir rodeado de naturaleza y animales. Según explicó el actor, su carrera llegó a un punto de notoriedad tal que su fama y popularidad convirtió su día a día en algo muy difícil de sobrellevar. “La gente se plantaba en mi casa. Había personas que me acosaban. Una vez apareció un tío en uno de mis estrenos con una pistola diciendo que era mi padre. Terminó en la cárcel”, recordó aún incrédulo.
“Simplemente, no quería que el trabajo devorase mi vida. En aquél momento había una idea de que tenías que darlo todo, y si viste lo que les pasó a algunas personas por aquél entonces... Acabaron destrozadas. Yo no quería eso para mí”, aseguró mientras subrayó que “los medios crearon una historia muy simple de que yo estaba loco” por alejarse de la meca del cine en pleno éxito.
Renacer y una segunda oportunidad
Afortunadamente, Josh Hartnett no tuvo que lamentarse demasiado la decisión de haberle dicho que no a Chris Nolan ya que la vida le dio revancha. Es que el actor pudo trabajar con el director británico en Oppenheimer, un film que no solo batió récords de audiencia sino que se llevó todos los premios, incluido el Oscar.
“Tenía una visión diferente de lo que quería de lo que los medios o las empresas que estaban a cargo del negocio del cine querían que fuera. Simplemente seguí haciendo lo que quería hacer. Afortunadamente, ahora la gente lo encuentra más interesante”, le confesó a People quien también tuvo una participación en The Bear y que actualmente está por estrenar Trap, un thriller de M.Night Shyamalan. “Es extraordinariamente halagador que la gente esté interesada en lo que estoy haciendo ahora mismo. Me siento muy afortunado de haber podido hacer, creo, un trabajo consistentemente interesante a lo largo de mi carrera. Y ahora la gente está más interesada en él”, remató orgulloso de no haber perdido de vista su verdadero objetivo.
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