Engrosan, desde hace décadas, los listados de las relaciones más duraderas de Hollywood. Sin embargo, están lejos de parecerse a esas parejas apacibles que envejecen juntas lejos de los escándalos y pasan sus días criando hijos primero y malcriando nietos, después. John Travolta y Kelly Preston pasaron por el altar -por primera vez- hace 28 años y, desde ese momento, se vieron envueltos en extraños rumores, cuestionamientos y una tragedia familiar que los dejó devastados.
Un icono sexual con el corazón roto
Cuando se conocieron, en 1987, Travolta era un recuerdo del astro del revoleo de caderas que supo ser y Preston ya había abandonado esos rulos marcados a fuerza de permanente que estuvieron tan de moda a mediados de la década. En ese momento, la actriz estaba casada y él se recuperaba de una dolorosa tragedia.
Travolta se había enamorado perdidamente de la actriz Diana Hyland, 18 años mayor, durante la filmación de El chico de la burbuja (1976), película en la que ella interpretaba a su madre. Sin embargo, más allá de que la relación parecía marchar sobre ruedas, les esperaba un duro golpe: al año de estar juntos, a ella le diagnosticaron cáncer de mama. Esta situación no acobardó al joven de 22 años, que decidió acompañar a su amada hasta el minuto final. Hyland falleció el 27 de marzo de 1977, a la temprana edad de 41 años.
Y mientras vivía uno de los momentos más tristes de su vida, su nombre comenzó a estar en boca del mundo entero gracias a su participación en Fiebre de sábado por la noche, uno de los éxitos de taquilla más importantes de la época. Su Tony Manero conmovió al público y su sex appeal y su destreza para el baile lo convirtieron en uno de los hombres más deseados del momento.
Un cerdo, un anillo y un confuso disparo
Pero si Travolta despertaba las fantasías de medio mundo (Ricky Martin reconoció que sus hormonas se despertaron al verlo bailar y Lady Di no pudo evitar pedirle un baile en un acto protocolar), Preston no se quedaba atrás. Luego de divorciarse de su primer marido, el actor Kevin Gage, la actriz vivió un tumultuoso romance con George Clooney, que duró desde 1987 hasta 1989. Un tiempo antes de dar por terminada la relación, el galán le hizo un extraño regalo: un cerdo llamado Max, que había rescatado de un set filmación. Ella lo adoptó feliz, pero una vez que sobrevino la ruptura, fue el ex ER Emergencias quien se quedó con la custodia del afortunado porcino.
Al año siguiente, se comprometió con otro galán: Charlie Sheen, pero la relación terminó en medio de un escándalo. En un hecho que nunca fue del todo aclarado, Preston recibió un disparo en el brazo accidentalmente. Según ellos declararon, el accidente se produjo cuando Kelly estaba acomodando un pantalón que tenía una pistola en el bolsillo. Después de este suceso, decidieron cancelar el compromiso. La actriz vendió el anillo de 2,5 quilates que el actor le había regalado y dividieron las ganancias.
Sí, quiero (y vuelvo a querer)
Cuando Travolta y Preston coincidieron en el rodaje de Los expertos, en 1987, la actriz estaba todavía casada con Kevin Gage. Por respeto al actor o quizá para conservar detalles de su vida personal en secreto, ninguno de los dos contó nunca si en ese momento sintieron un flechazo. Lo cierto es que tres años después, volvieron a coincidir en Vancouver, donde cada uno estaba filmando su propia película.
Ninguno de los dos quiso perder el tiempo, y sus seguidores se sorprendieron cuando, meses después, anunciaron que tenían planes de casamiento. "Estábamos en Suiza, John compró el anillo sin que yo lo supiera y me lo dio a medianoche. Fue un momento muy romántico", contaría Preston mucho tiempo después. Además, para seguir con la ola de romanticismo, eligieron pasar por el altar en París y hacia allí viajaron en 1991. La ceremonia fue oficiada el 5 de septiembre en el Hotel de Crillon por un ministro cienciólogo, la religión que los dos profesan. El problema surgió al volver. En ese momento se enteraron que su unión no tenía validez legal en los Estados Unidos. Por eso, unos días después volvieron a casarse en Daytona Beach, en Florida.
Eso que nos une
Si bien con el tiempo John Travolta se convirtió en una de las caras más visibles de la cienciología, lo cierto es que Preston también es una devota seguidora de aquel credo. Los dos, además, suelen elegir para relacionarse a otras estrellas con las que comparten sus creencias. Una de ellas es Kristie Alley, la protagonista junto a Travolta, de Mira quién habla. Pero además de haberse convertido en un refugio para la pareja, del centro mismo de la cienciología surgieron los primeros rumores sobre la homosexualidad del actor. Lawrence Wright y Marty Rathbun, dos ex seguidores de la controvertida religión, confirmaron haber sido visitados por los abogados de Travolta, quienes querían asegurarse de que los secretos de la estrella de Grease no fueran revelados a la prensa.
Otro de los férreos defensores de la cienciología es Tom Cruise, un actor con el que muchas veces los medios más sensacionalistas vincularon sentimentalmente a Travolta. Ellos nunca se hicieron cargo de esos rumores y siempre se esforzaron por aclarar que son "simplemente buenos amigos". Sin embargo, las versiones recrudecieron cuando, en 2006, Cruise se casó con Katie Holmes, y ni Travolta ni Preston fueron invitados.
Lo cierto es que es poco lo que se sabe sobre la relación de los actores con aquella institución. Y ellos, claro, son totalmente herméticos en lo que a esas cuestiones se refiere. Una de las pocas alusiones que hicieron a la cienciología como pilar de sus vidas cotidianas fue revelar que en algún momento, los dos buscaron la opinión de un consejero cienciólogo matrimonial.
La vida familiar
El mundo de la pareja cambió el 13 de abril de 1992, cuando llegó a sus vidas Jett. Si bien ellos se muestran muy poco dispuestos a revelar cuestiones de su intimidad, en una entrevista publicada en 1996 confiaron que el mayor de sus hijos fue concebido en la casa de sus amigos Demi Moore y Bruce Willis, donde se hospedaron durante un fin de semana.
Fue Preston quien, en 2003, dio a conocer los meses de temor y zozobra que atravesaron poco después de convertirse en padres: "A los dos años, Jett se puso muy, muy enfermo. Tenía todos los síntomas de la gripe, pero los análisis revelaron que padecía de la enfermedad de Kawasaki". Ese síndrome se caracteriza por producir vasculitis en vasos de pequeño y mediano calibre, especialmente en arterias coronarias.
Luego de ocho años de reinado, Jett se vio obligado a compartir el trono familiar con Ella. La segunda hija de la familia nació el 3 de abril de 2000. En una entrevista concedida a la revista People, Preston dejó en claro que la encargada de malcriar a sus hijos no fue ella. "Es medianoche, ellos vienen a mí primero, me preguntan si pueden comer helado y yo les respondo que no, que tienen que irse a la cama. Entonces, interviene John y les dice: '¡Claro! De qué sabores quieres. Es una lucha constante", reveló.
El golpe más duro
El 2 de enero de 2009, la noticia sorprendió al mundo entero: Jett había muerto. La familia se encontraba alojada en el hotel Old Bahama Bay, disfrutando de unos días de vacaciones. Allí, el adolescente de 16 años sufrió un ataque de convulsiones mientas se encontraba en el baño de su habitación y al caer golpeó fuertemente su cabeza contra la bañera. El cuerpo sin vida fue encontrado unos minutos después por la niñera.
Ante el asedio de los medios y la proliferación de las versiones más alocadas, la pareja y su entorno más cercano se vieron obligados a explicar lo ocurrido. "Jett fue el hijo más maravilloso que dos padres pudieran pedir y encendía la vida de todos los que encontraba", expresaron los dos, en un comunicado que hicieron llegar a la prensa.
Un libro incómodo
Además de la tragedia, Travolta y Preston tuvieron que enfrentar una ola de rumores cada vez más crecientes. Y esos rumores tuvieron una cara visible cuando se publicó una entrevista al escritor John Randolph en la que aseguraba que, con el correr de los años, el actor había engañado a Preston con varios hombres.
"Conocí a John en 1998, después que él se casara con Kelly. Siempre pensé que su matrimonio era un fraude, porque desde entonces tiene sexo con hombres a espaldas de su mujer. Incluso lo intentó conmigo en repetidas ocasiones. Yo siempre le dije que no, pero siempre había otro hombre dispuesto a tener sexo con John Travolta", disparó Randolph en aquel momento.
"La vida de John como homosexual es uno de los secretos mejores guardados de Hollywood. Él descaradamente viaja con otros hombres, y parece que no le interesa que alguien los vea. (...) John debería salir del closet y dejar de vivir en una mentira. Su esposa Kelly se merece algo mucho mejor", disparó el autor en la entrevista, que servía de promoción de su libro You'll never spa in this town again (algo así como Nunca volverás a un spa en este pueblo de nuevo), en el que asegura revelar las historias secretas de algunos de los hombres más famosos del mundo. El libro debía ser editado el 15 de enero de 2009, pero ante la temprana muere de Jett, el autor y la editorial decidieron retrasar un año su salida a la venta.
Y siguieron las denuncias...
Los cuestionamientos a la sexualidad de Travolta no se circunscribieron solo a las páginas de ese libro. En mayo de 2012, dos hombres lo demandaron por "acoso y agresión". Según ellos, los hechos ocurrieron en un hotel de Beverly Hills y en otro alojamiento de la localidad de Atlanta. Unos días después, otro hombre inició una demanda contra el actor acusándolo de "acercamientos no deseados".
Con el correr del tiempo, las dos primeras denuncias fueron desestimadas, pero todavía faltaba el testimonio que echaría otro manto de dudas sobre la cuestionada sexualidad del actor: Vikki Lizzi era pareja de Jeff Conaway, coprotagonista de Grease, en los años noventa. Y fue ella quien echó más leña al fuego al asegurar que Travolta tuvo "un acercamiento no deseado" con su colega en aquellos tiempos.
El abogado de Travolta negó su versión asegurando que fue publicada por "una revista sensacionalista para impulsar las ventas rezagadas". Sin embargo, la tarea del letrado se incrementaría en los próximos años, a medida que las denuncias se sucedían.
Uno de los tripulantes del Royal Caribbean presentó otra denuncia contra Travolta acusándolo de haberlo acosado mientras se encontraba disfrutando de un crucero. Según aquel trabajador, el actor le dijo que era "lindo" y le prometió que "lo cuidaría". Esta vez, no solo su abogado salió a desmentir la acusación. Por primera vez fue el mismo Travolta quien tomó la palabra. En una entrevista publicada por The Daily Beast, expresó: "Lo encontré más ofensivo con la pérdida de mi hijo. Fue lo más bajo que me tocó vivir. Los asuntos sexuales siempre van a resultar interesantes para alguien. (...) Este es el talón de Aquiles de cada celebridad. Se trata de personas que quieren dinero. Eso es todo. Sucede en muchos niveles". Finalmente, antes del juicio, el trabajador del crucero retiró la demanda.
Una sorpresiva confesión
En una entrevista televisiva, Kelly Preston confesó que antes de convertirse en madre, vivía bajo los efectos del alcohol. "Con la bebida vi que no estaba en mi mejor momento. Hubo momentos en los que he bebido demasiado, seguro. Ahora, soy diferente. Ya no bebo, no fumo ni consumo sustancias", aseguró.
Semejante revelación, anacrónica, resultó sorpresiva, sobre todo teniendo en cuenta que la actriz nunca había hablado con tanta crudeza sobre su vida personal. Sin embargo, mientras ella intentaba dar a entender que su marido y su familia fueron su gran cable a tierra, su nombre comenzaba, también, a ser cuestionado.
Randolph, el autor del libro que desencadenó la oleada de versiones y denuncias, atacó de nuevo, esta vez con el libro: Kelly Preston Unscripted. El autor explicó que después de haber escrito su primer libro le llegaron varios datos que le hicieron cambiar de opinión acerca de la actitud de la actriz frente a la supuesta vida secreta de su marido.
"El nuevo libro escarba en si John y Kelly tienen un matrimonio falso para engañar a sus fans. También estoy revisando los rumores de que Kelly bebe y toma pastillas, y si ella y John alguna vez compartieron la misma pareja sexual", explicó Randolph en un reportaje. En ese momento muchos entendieron que, con su sorpresiva confidencia, Preston había buscado aplacar el impacto que causarían esas revelaciones en boca de un tercero.
Un nuevo comienzo
Si puertas afuera de su residencia, la pareja debía enfrentar como podía una catarata de versiones, denuncias y acusaciones, en la intimidad de su hogar la vida volvía a sonreírles. Apenas 16 meses después de la trágica muerte de Jett, la actriz quedó nuevamente embarazada. "Es imposible mantener un secreto, especialmente uno tan maravilloso como este. Queremos ser los primeros en compartir esta gran noticia con todos: estamos esperando un nuevo miembro para nuestra familia", escribieron en sus redes sociales.
Cuando Benjamin Hunter Kaleo Travolta nació, el 23 de noviembre de 2010, la familia le brindó una nota exclusiva a la versión británica de la revista ¡Hola! en la que los flamantes padres aseguraban haber recibido "el mejor regalo", además de tener la oportunidad de "comenzar de nuevo".
"Tratamos de tener un bebé durante tres años y nos sentimos bendecidos cuando al final ocurrió. Es una de las cosas más gratificantes que una persona puede experimentar en la vida y he tenido el placer de experimentarlo con tres hijos increíbles. Ser madre me hace la mujer más feliz", expresó Preston, que en ese entonces tenía 48 años.
Travolta, en tanto, aseguró que la llegada el pequeño Ben los llenó de dicha. "Especialmente cuando sonríe y parece contento en mis brazos. Su presencia nos trajo felicidad a nosotros y a todos los que querían vernos mejor", aseguró.
EL SECRETO DEL ÉXITO
Atravesaron una de las mayores tragedias, enfrentaron los rumores más complejos y siguen juntos, luego de 27 años. ¿Cómo lo lograron? En una entrevista, Travolta explicó: "Realmente nos queremos mucho y mantenemos nuestra relación actualizada. De verdad nos preocupamos el uno por el otro y nos protegemos mutuamente. Hacemos lo posible para no caer en el tedio. Ciertas parejas no exploran las necesidades nuevas de su pareja y eso arruina el romance. Uno debe mostrarse siempre interesado. Es fácil preguntarle al otro qué le interesa últimamente, para saber si algo cambió. Hay que mantenerse motivado, comprometido con tu compañera".
En sintonía con su esposo, Preston agregó: "Hay que mantener el interés y seguir creciendo y cambiando. Seguir haciendo cosas, solos los dos".
"Yo diría que los hijos ayudan. Los hijos son un gran factor de motivación para mantener el matrimonio. Pero honestamente, después de los primeros años de una relación, si no generás algo, tampoco va a aparecer ese algo por sí solo. Hay que alimentar la relación, porque, si dejás que todo siga como por arte de magia, también puede llegar a desaparecer con la misma magia. Ésa es mi opinión. Creo que la gente abandona radicalmente las relaciones. No sé por qué lo hacen, pero lo hacen. Toco madera, pero nosotros no lo hicimos todavía", le dijo el actor un tiempo después al diario mexicano Vanguardia.
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