La conductora, modelo y diseñadora de indumentaria compartió con LA NACION el álbum de fotos personal de su viaje por Tailandia con Facundo, su pareja
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Jimena Cyrulnik está de vacaciones en Tailandia con su novio, Facundo, con quien está en pareja desde hace tres años. Él es contador y ella recuerda que se conocieron en un asado, en la casa de un amigo en común. Todavía en Bangkok, dialoga con LA NACION y da detalles del viaje, en el que pudo conectarse con su lado espiritual.
Con diez horas de diferencia y a punto de irse a dormir, Jimena Cyrulnik relata con entusiasmo cada momento vivido junto a su pareja. “Elegimos este destino porque hace bastante que queríamos venir al sudeste asiático. Mi novio ya conocía pero yo no y para mi cumpleaños, en noviembre, me sorprendió con los pasajes y me dijo: ‘Avisale a tu mamá, organizá todo que nos vamos un mes a recorrer Tailandia’. Estuvimos unos días en Nueva York, después en Helsinki, Finlandia y finalmente volamos a Bangkok, donde estuvimos en unos rooftop divinos, como el Hangover, y otro con una pasarela de vidrio en la que se ve todo el precipicio. Alquilamos una moto y recorrimos todos los templos. Fue increíble. Después fuimos al norte de Tailandia y vimos esas ciudades súper espirituales y místicas donde están todos los templos budistas. Es muy loco lo que se vive y siente en ciudades como Chiang Mai y Chiang Rai. Pude vivir a pleno mi lado espiritual, me quedé meditando en los templos y conectada con eso mío que tanto me gusta”, relata.
-¿Qué fue lo que más te llamó la atención?
-La gente, la calma con la que se manejan, la humildad que tienen, cómo te miran a los ojos, cómo nadie toca nada del otro. No sentí inseguridad en ningún momento. Todos andan en motitos y dejan sus cascos y pertenencias a la vista en cualquier lado y nadie toca nada. Están siempre con una sonrisa y saludan con una reverencia, juntando las manos en modo de rezo y haciendo un leve movimiento con la cabeza. Son realmente hermosos los tailandeses. Hace un par de días me olvidé mi celular sobre la moto que alquilamos y como no usé el teléfono ni me di cuenta. Estaba convencida de que lo tenía en la mochila. Cuando lo quise mirar y no estaba, fui corriendo a la moto y el celular estaba ahí, en una playa llena de gente. Nadie toca nada. Es alucinante. Estuvimos en Maya Bay, donde Leo Di Caprio filmó La playa. Fuimos a un lugar en Mae Win donde rescatan elefantes del cautiverio, los alimentan y los cuidan. No se pueden reinsertar en la vida salvaje por eso los tienen en aldeas que reciben donaciones del gobierno.
-¿Cómo sigue el viaje?
-Ya fuimos al sur y estuvimos en las playas de Phuket, Phi Phi, Ko Lipe, Ko Tao, Ko Samui. Y ahora volvemos a Bangkok y de vuelta a Buenos Aires, en unos días. En las playas aproveché para hacer fotos para mi marca de trajes de baño, Xyrus. Descansamos mucho y recorrimos este paraíso. Las playas son unas más lindas que las otras y no podés creer la cantidad de corales y peces que ves haciendo snorkel. Me gusta recorrer como si fuera una local y no como turista, siguiendo un poco el flow de los tailandeses.
-¿Es el primer viaje largo que hacés con tu novio?
-No es el primer viaje largo que hacemos, pero sí el más largo hasta ahora. El año pasado estuvimos tres semanas en París. Y nos vamos de vacaciones a Punta del Este todos los veranos, también durante tres semanas.
-¿Hablan de convivencia o la relación funciona cama afuera?
-Por ahora cama afuera, aunque no es tan así porque compartimos muchísimo. Obviamente yo tengo mi casa con mis hijos y él tiene la suya con sus hijas, que ya son grandes. En cambio, los míos son chiquitos y respetamos esos espacios, pero compartimos un montón. Por ahora así funcionamos perfecto y no hay planes de convivencia.
-¿En estos días Calder y Tyron se quedaron con el papá, Lucas Kirby?
-No, los días que están conmigo se quedan con mi mamá, así Lucas tiene tiempo para él, y se los lleva los días que le corresponden. Extraño muchísimo a mis hijos y hablamos dos veces por día. Hacemos videollamadas cuando ellos se están acostando a la noche y yo me levanto a desayunar, porque hay diez horas de diferencia.
-¿Siguen teniendo buena relación con tu ex, luego del divorcio?
-Cuando me divorcié decreté que íbamos a ser los mejores ex del mundo y que nos íbamos a llevar bárbaro. Obviamente no siempre es fácil pero los dos entendemos que la prioridad son nuestros hijos.
-¿Cómo continúa tu año laboral? ¿Tenés pensado volver a la tele?
-Estoy abocada cien por ciento a mi faceta de diseñadora, que me da muchas satisfacciones y me hace muy feliz, y a la vez tengo tiempo para estar con mis hijos. Obviamente no descarto volver a la tele porque la amo, crecí ahí pero hoy por hoy no le encuentro la vuelta a las propuestas que me llegan, así que por ahora voy de invitada. Mi trabajo hoy son mis chicas Xyrus y sus necesidades. En Bangkok vi telas exclusivas que voy a llevar para este verano. Quiero que mis chicas tengan trajes de baño hermosos para sentirse cada vez más cómodas, más lindas, sexies y relajadas en la playa.
Las fotos personales de un viaje increíble
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