Jimena Cyrulnik inició el año con una gran aventura: junto a su marido cruzó la Cordillera de los Andes a caballo

Jimena Cyrulnik quería empezar este año de una manera atípica y decidió cruzar la Cordillera de los Andes a caballo junto a su marido, Facundo. Fueron cinco días de aventuras nunca imaginadas, según la conductora le confió a LA NACIÓN. Además, durante la charla recordó su boda, su luna de miel y la convivencia con familia ensamblada. “Salimos de Las Loicas en Mendoza y llegamos a más de 3000 metros de altura. Nos fuimos del 29 de diciembre al 2 de enero, así que pasamos Año nuevo en la Cordillera. Fue alucinante. Éramos un grupo de 20 personas liderado por Darío Gallardo, un gaucho con mucha experiencia. Estábamos buscando un destino para arrancar el año de una manera diferente, pensamos en ir a ver aurora boreal, pero apareció esto y nos encantó”, detalló entusiasmada. Pero no todas fueron rosas durante la travesía.

-¿Cómo fue la experiencia?

-Fue bastante dura, áspera por la montaña, el clima muy hostil, los vientos fuertes, el sol que nos abrazaba. No había una sombra dónde descansar. No alcanzaba el sombrero ni el protector solar, el sol te lastimaba y a la noche hacía cero grados. Nos armábamos la carpa nosotros, nos levantábamos, desarmábamos las carpas, desayunábamos y cabalgábamos entre 5 y 6 horas diarias. Fue una experiencia increíble, con desafíos que está bueno vivir alguna vez en la vida.

-¿Tuviste miedo en algún momento?

-¡Sí! Pero los caballos son de montaña y trepan las rocas como cabras. La verdad es que había caminos en los que tenía el precipicio al lado y yo pensaba “si se resbala no la cuento”. Por momentos cerraba los ojos porque me daba miedo. Pasamos arroyos, trepamos montañas e iban solos. Había muchos argentinos, un par de chilenos, una francesa y cinco italianos. Fue de verdad espectacular. El primer día de cabalgata fue de 12 horas hasta que hicimos la primera noche en Las Loicas. Estuvimos en El Mallín, pasamos por Casa de Piedra, bajamos por arroyo Las mulas, la Bajada del Indio, El finado, arroyo Álamos, el Paso de la luna. Hay bajadas muy altas, con precipicios muy altos.

-Te desafiaste cada día, ¿hay algún aprendizaje?

-Sí. Los Andes me dieron una nueva perspectiva, aprendí a valorar lo simple, una sombra, una ducha caliente. Fueron cinco días con un clima muy hostil, el viento me dejó los labios lastimados, los ojos inflamados, las manos ásperas, pero fue hermoso. Mi caballo se llamaba Micky y el de mi marido, Moñito.

-¿Vas a hacer televisión este año?

-Me llegan propuestas sobre todo para ser panelista, pero por ahora no llegó el proyecto que me quepa perfecto para manejar mis tiempos; vivo lejos de Capital, tengo hijos chicos, un marido de quien ocuparme (risas). Por suerte, puedo vivir de mis trajes de baño, pero la televisión está latente y en algún momento volveré y sino seguiré con mi marca, que es algo que me hace feliz porque Xyrus cada vez crece más. Tengo una comunidad de mujeres fieles con las que interactúo todo el tiempo.

-Te casaste en mayo, ¿cómo son estos primeros meses de convivencia?

-Es cierto, nos casamos en mayo con mi marido, ensamblamos familias, vamos y venimos y nos manejamos como podemos.

Un casamiento exprés

Cyrulnik se casó casi de un día para el otro, sin pensarlo demasiado. “Nos dieron ganas, tomamos la decisión, pedimos fecha y nos casamos por Civil y a los pocos días hicimos una cena con algunos de nuestros amigos y muchos quedaron afuera”, le confiaba en ese momento a LA NACIÓN.

La conductora y modelo conoció a Facundo, contador, en el último asado de amigos que hicieron en marzo de 2020, antes de que se declarara el aislamiento obligatorio por la pandemia por el Covid-19. Y desde entonces están juntos, aunque los primeros meses la relación fue virtual con llamados, mensajes y regalitos. Luego creció con citas y encuentros hasta que se conocieron los hijos de ambos: “Fue un flechazo absoluto. Empezamos a hablar y la relación se dio muy rápido. Durante el aislamiento seguimos hablando por teléfono, conociéndonos y después pudimos volver a vernos, al tiempo presentamos a nuestros hijos y somos nosotros con ellos, ellos con nosotros. Todo fluye de una manera espectacular”.

La luna de miel fue algunos meses después: viajaron a Italia en septiembre pasado. “Fue un viaje maravilloso en el que recorrimos Roma, Venecia y La Puglia. Una luna de miel soñada”.

Cyrulnik siempre mantuvo una buena relación con su ex, Lucas Kirby y padre de sus hijos Calder y Tyron. “Cuando me divorcié decreté que íbamos a ser los mejores ex del mundo y que nos íbamos a llevar bárbaro. Obviamente, no siempre es fácil, pero los dos entendemos que la prioridad son nuestros hijos. Y ahora que pasaron ya varios años, nos llevamos muy bien también”, asegura.

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