Jesica Cirio y Martín Insaurralde: así fue la historia de amor entre la modelo y el dirigente político
La conductora de La peña de Morfi y el ahora exfuncionario del Gobierno de la provincia de Buenos Aires se conocieron en 2013: juntos construyeron una familia y superaron varios obstáculos hasta que, en junio, anunciaron formalmente su separación
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Cuando las primeras imágenes oficiales del romance entre Jésica Cirio y Martín Insaurralde comenzaron a circular, muchos pensaron que se trataba de una estrategia de campaña: corría el 2013 y el entonces intendente de Lomas de Zamora encabezaba la lista de candidatos a diputados del Frente para la Victoria, mientras ella, 15 años menor, venía del teatro de revista, tenía una carrera como modelo y comenzaba a trabajar como notera en la televisión. Sin embargo, el tiempo le dio la razón al amor: la pareja entre la modelo y el político duró diez años, y juntos atravesaron momentos de plena felicidad, algunos traspiés, escenarios y eventos varios, hasta que en junio de este año, todo se terminó.
De la determinación al freezer
La primera vez que Insaurralde y Cirio se vieron fue durante una jornada de trabajo. Ella como notera, él en el rol de entrevistado. Así lo recordó la misma conductora de La peña de Morfi hace dos años en una charla con Guido Kaczka en su programa de La 100. “A Martín lo conocí hace más de 6 años. Le hice una entrevista porque yo trabajaba en el programa de Chiche en Canal 9. Fui y dio la casualidad de que era de mi mismo barrio”, repasó ella.
Si bien en un principio ambos se negaron al acercamiento -por “prejuicios”, contó ella-, se reencontraron años después en un evento. “A partir de ahí todo empezó a suceder de manera muy natural. Al otro día yo me tenía que ir a la costa por un tema laboral y Martín, muy caballero, se ofreció a llevarme y así empezamos, con un piquito muy tímido”, contó en una entrevista a LA NACIÓN.
¿Cómo llegó el momento de hacer oficial el amor? “Un día me agarró, me sentó y me dijo: ‘Tengo 40 y pico de años y yo no estoy para esto. Me encantás, pero vengo hace un montón de tiempo. Ya no estoy para sufrir en mi vida y ya estoy sufriendo. Me encanta estar con vos, pero así no’”, le reveló Cirio a Kaczka. “Después me metió freezer mal. Al sexto día agarré el auto y me fui hasta la puerta de su casa. Salió, pasé a la casa y ahí le dije lo que sentía”. Y así llegó la confirmación.
En 2011, a Insaurralde le detectaron un seminoma, un tipo de cáncer de testículo. Luego de una intervención quirúrgica y un largo tratamiento con rayos y quimioterapia, lo superó. Esa enfermedad también fue protagonista en los comienzos de la relación. Así lo contó Jésica a LA NACIÓN en una entrevista publicada en el 2021. “Cuando lo conocí, él no estaba enfermo, tenía pelo y todo. Más tarde, cuando nos dejamos de ver (y no éramos pareja ni nada) me enteré que tenía cáncer. No lo llamé, aunque hubiese querido, porque no teníamos una relación de confianza”, repasó.
Un año y medio después, Jésica y Martín se volvieron a ver. En ese momento, él ya estaba “pelado, gordo y hablando muy pausado, ¡era otra persona!”, confesó la modelo. Y se enamoró. “A mí ya me había gustado desde un principio, pero el hecho de saber que era un hombre casado (aunque para ese entonces ya se hubiera separado) y con hijos me detuvo. Ahora no lo veía bien físicamente, pero me pareció una persona maravillosa y su enfermedad nos unió más porque empezamos por otro lado: por las charlas en vez de por la atracción física”, explicó.
Lejos de las imágenes que compartían en público, el mundo de la pareja puertas adentro era más complicado. “Los primeros tiempos de la relación fueron duros porque él no sentía mucho las extremidades, ni de sus pies ni de sus manos. Se chocaba con todo, no podía agarrar una taza o caminar sobre arena caliente. Y para subir a un avión tenía que tomar una pastilla por aquella trombosis”, repasó.
Casamiento y familia
Si bien ya compartían “la salud y la enfermedad” desde el inicio de la relación, la pareja decidió hacer el juramento de forma oficial: un año después de aquel reencuentro, el 8 de noviembre de 2014, se casaron. El evento incluyó una megafiesta en La Manea Polo, una estancia ubicada en Tristán Suárez. Tres años después, el 5 de noviembre de 2017, llegó la primera -y única- hija del matrimonio, Chloé. “Quiero compartir con ustedes el momento más feliz de mi vida, el amor más lindo que puede sentir una persona. ¡Bienvenida Chloé a nuestras vidas, te vamos a amar eternamente!”, compartió emocionada la buena noticia Cirio en su cuenta de Instagram.
Para ese entonces, Jésica había conformado una familia que nunca esperó tener. “Yo era muy yo, sólo me importaban mis trabajos y mis cosas particulares, mis tiempos, todo pasaba por mí. Pero, bueno, viste cómo es el amor. Cuando te enganchan…”, contó a LA NACIÓN, y se mostró feliz por la familia ensamblada que había logrado construir. “Ahora somos dos. O tres, con Chloé. O cuatro o cinco o seis, porque también están los hijos del primer matrimonio de Martín. Ahora el amor lo vivo así y me encanta”, confió.
Actividades paralelas
Una de las actitudes que más le atrajo a Jésica de Martín fue que él siempre la apoyó en sus proyectos y actividades. “Lo que más me gustó de él, que quizás no me pasó con otras parejas, es que desde el día que lo conocí nunca trató de boicotear mi trabajo o de cambiarme. Nunca tuvo conmigo un no, y eso que no sé si algunos de mis trabajos lo beneficiaban”, repasó la exvedette, y mencionó desde su paso por el “Bailando por un sueño” hasta las campañas de lencería como modelo, las largas jornadas en un canal o su trabajo como embajadora de zumba, algo que por contrato la obligaba a viajar cada dos o tres meses.
De la misma forma, Jésica siempre se mostró junto a Insaurralde en su actividad política, aunque en una oportunidad aclaró que no había “obligación ni compromiso”, sino que dependería de las ganas y el tiempo disponible. “Al principio de la relación lo acompañaba mucho más y estaba más involucrada en su trabajo. Ahora va variando de acuerdo a mis tiempos”, confesó hace dos años.
El Covid y los primeros rumores de infidelidad
En plena pandemia, Insaurralde debió ser internado luego de que su test diera positivo de Covid. Por ser un paciente de riesgo, su estado de salud se complicó. También su estabilidad marital: el test de Jésica fue negativo pero no el de María Victoria Bourio, la secretaria del funcionario público. De inmediato, los rumores de infidelidad comenzaron a circular. La modelo, impoluta ante las habladurías, se dedicó a cuidar a su marido. “Vicky es parte de mi familia, yo la amo con todo mi ser. Ella se angustió mucho cuando dijeron que se había contagiado ella y yo no”, aclaró la influencer en diálogo con Ángel de Brito para CNN Radio para aclarar el asunto.
La relación, por lo menos para el público, duró tres años más: a mediados de junio de este año, la propia exvedette confirmó el fin del amor en un video que publicó en su cuenta de Instagram. “La realidad es que sí”, señaló. “La realidad es que, después de 10 años de relación maravillosos, decidimos tomar caminos diferentes, decisiones diferentes en la vida; que eso no tiene nada que ver con dejarnos de querer o dejarnos de amar como familia”, expresó. Tiempo después, en una nota para LAM, aseguró que no había vuelta atrás.
Las imágenes de Insaurralde a bordo de un yate en Marbella junto a la vedette Sofía Clerici marcaron un punto de inflexión para la carrera política del ahora exjefe de Gabinete de Axel Kiciloff en la provincia de Buenos Aires, Y también para Cirio, cuya figura se ve indirectamente salpicada por el escándalo.
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