Jennifer Connelly: la exniña prodigio de Hollywood que cultiva un matrimonio de bajo perfil y no le escapa a las escenas de sexo
A los 51 años, protagoniza junto a otro emblema de los 80, Tom Cruise, la inminente Top Gun: Maverick
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Dice que no tuvo opción, que no pudo elegir. En cada entrevista que otorga, Jennifer Connelly - quien ahora vuelve a la pantalla grande junto a Tom Cruise en Top Gun: Maverick- se encarga de dejar en claro que no fue ella quien optó seguir el camino que viene transitando hace más de 40 años.
“Comencé a trabajar cuando era tan joven que no estaba tomando mis propias decisiones. Era mi madre la que alentaba mi carrera y me llevaba a todos los castings, recién cuando fui mayor pude independizarme”, recordó la actriz recientemente en una nota con The Guardian. La neoyorquina de rostro perfecto y mirada profunda tampoco se queja: sería hipócrita renegar de su vida de estrella de Hollywood. Sin embargo, busca desenmascarar lo dura que puede ser la industria del cine con los niños prodigios. “En mi niñez, viví circunstancias que fueron muy tensas, me sentía absolutamente cosificada y sexualizada”, confesó en otra entrevista con EL PAIS.
Y es que si bien destaca que tuvo experiencias muy enriquecedoras –como cuando participó de Érase una vez en América, de Sergio Leone, o cuando le tocó compartir pantalla con David Bowie en Laberinto, una de las películas más emblemáticas de la década del 80-, hay otras que preferiría olvidar. En Zona Caliente, film erótico en el que trabajó junto a Don Johnson -con quien incluso se rumoreó que mantuvo una relación amorosa- le tocó hacer su primer desnudo. Tenía apenas 19 años.
“Uno puede llegar a sentirse terriblemente expuesto en la industria del cine. Comprendo a quienes, siendo jóvenes, buscaron un lugar que les hiciese sentir seguros. Cada uno encuentra la seguridad en un lugar diferente: en la familia, en la fe o en las drogas. Mi refugio de juventud fue el estudio”, contó para rememorar su época en Yale.
Top Gun y el encuentro de dos íconos de los 80
Tres décadas después, y ya posicionada como una reconocida actriz gracias a sus papeles en Requiem para un sueño –la película de culto dirigida por Darren Aronofsky– y Una mente brillante –film de Ron Howard que le valió un Oscar y un Globo de Oro a mejor actriz–, Connelly vuelve al cine de la mano de Top Gun: Maverick, la secuela del clásico ochentoso que se estrena el próximo 26 de mayo.
En ella, será Penny Benjamin, dueña de un bar frecuentado por pilotos de la Fuerza Aérea y que, por supuesto, logra robarle el corazón a Pete “Maverick” Mitchell, el personaje que catapultó a Tom Cruise a la fama al inicio de su carrera. Aunque fueron dos íconos de los 80 y de los 90, esta es la primera vez que Jennifer trabaja con el ex de Nicole Kidman, al que definió como “extraordinario y disciplinado”.
Por supuesto que el encuentro de Cruise y Connelly en pantalla no pasó desapercibido para nadie, y hasta trajo cierta polémica. En las redes, por caso, muchos se preguntaron por qué si habían convocado a gran parte del elenco original para esta segunda parte pasaron por alto a Kelly McGuillis, la actriz que en la primera Top Gun interpretó a Charlie Blackwood, la instructora que volvía loco de amor al joven piloto.
Fue la misma McGuillis la que se encargó de disipar todas las dudas. “Soy vieja, estoy gorda y me veo según mi edad. Y la película no trata de nada de eso. Prefiero sentirme bien con mi piel y quién soy a mi edad en lugar de valorar todas esas otras cosas”, declaró la intérprete de 62 años a ET.
El director Joseph Kosinski, en cambio, desmintió esta versión y aclaró que tanto la ausencia de McGuillis como de Meg Ryan se deben exclusivamente a que “no eran las historias que se estaban barajando”. “No quería que cada historia mirara constantemente hacia atrás, sino que prefería presentar algunos personajes nuevos”, aclaró, justificando así la incorporación de otros actores al elenco.
Connelly, quien de su vida privada solo se conoce que tiene tres hijos y está casada desde 2003 con el también actor Paul Bettany, no realizó comentarios sobre la exclusión de su colega, pero sí se refirió en varias oportunidades al paso del tiempo y a la presión que ejerce Hollywood sobre las estrellas –especialmente sobre las mujeres- para no envejecer.
Segurísima de sí misma, Connelly dejó en claro que el paso del tiempo no le afecta. En Top Gun: Maverick, incluso, podremos verla en una escena de sexo con Cruise, escenas que Hollywood casi siempre reserva para actores bastante más jóvenes. Según manifestó ella, la edad no fue un problema para ninguno de los dos al momento de desnudarse frente a cámara. “Nos enfocamos en la intimidad de cómo encajan en la vida del otro –manifestó hace algunos días, en diálogo con Variety–. Tienen una relación muy tierna. Comparten un momento en la cama conversando y eso dice tanto sobre su relación como la escena que es el preámbulo. (...) Claramente, tienen algunos asuntos sin resolver entre ellos, y ella lo maneja con humor y alegría. Siento que es alguien que es positiva y se está moviendo hacia la felicidad”.
Con su belleza aún intacta –así lo demostró recientemente en la alfombra roja de Cannes– suele dejar en claro que no solo no le preocupa ser una mujer de 50 años, sino que disfruta de que en su madurez ya tiene más en claro “qué cosas son realmente importantes en la vida”.
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