Javier Bardem, rockero: se subió al escenario para cantar junto al legendario Miguel Ríos
En medio de la agitada previa de la entrega los Oscar se tomó un avión de Los Ángeles a Madrid para acompañar al célebre músico al que había visto en su primer recital a los 14 años
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Javier Bardem es un fanático del rock. Se sabe, él suele decirlo con orgullo de la misma manera que hace poco reconoció, aunque esa vez lo hizo con dejo de timidez, que fue stripper por un día. El que parecer ser que despertó su amor por el rock fue Miguel Ríos, el cantautor de rock español considerado como uno de los pioneros de este género en su país.
Cuando tenía 14 años, su primer concierto fue ir a verlo en el campo del Rayo Vallecano. Aquello, parecer ser, lo marcó de tal modo que ahora, a los 53 años, apareció de sorpresa en el concierto del cantante. “Con ustedes, Miguel Ríos”, dijo el bajista, Tato Gómez.
Pero el que irrumpió en el escenario del WiZink Center, de Madrid, no era el veterano rockero de 77 años que se cansó de llenar el estadio Luna Park cuando presentó, junto a Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel y Ana Belén con el espectáculo El gusto es nuestro. Era el mismísimo Javier Bardem en estado en llamas.
Desde la organización se habían guardado la sorpresa. Solamente habían anticipado que, entre los invitados al concierto Rock & Ríos iban a estar Amaral, Vetusta Morla, Izal, Tequila, Rosendo Mercado, Víctor Manuel, Anni B Sweet; pero no este señor que voló de Los Ángeles a Madrid para darse el gusto.
“No cantó ‘Bienvenidos’. La bramó”, apunta la crónica del diario El País. El actor se mostró feliz, saltando de un lado del escenario y abrazando a Miguel Ríos. Como frutilla del postre, a la dupla se le sumó Lúa, hija de Miguel Ríos y también cantante, frente a unos 10 mil espectadores. Según las crónicas, el concierto se cerró con “Lúa Lúa Lúa”, el tema que dedicó Miguel Ríos a su hija cuando cuando era un bebé.
Javier Bardem había arribado el sábado, se tiró a dormir una siesta y de ahí se fue al estadio a ensayar la sorpresa junto a su admirado cantante que lo marcó aquella vez cuando era joven. Durante el ensayo del sábado, la crónica del El País sostiene que Ríos, en tono de complicidad, le dijo: “Me vas a quitar el protagonismo, cabrón”.
Con este viaje relámpago, Bardem se tomó un respiro en su ajustada agenda antes de la entrega de los Premios Oscar que tendrá lugar a fin de mes. Esa noche, el actor de Piratas del Caribe y Mar adentro aspira a su segundo Oscar por su labor en Being the Ricardos, película que protagoniza junto a Nicole Kidman, ella en la piel de la comediante Lucille Ball y él en la de su marido, Desi Arnaz. La primera estatuilla de la Academia para Bardem llegó en 2008, por su recordado trabajo en Sin lugar para los débiles.
No es la primera vez que Bardem irrumpe en un escenario rockero. En 2007, se subió al concierto de la banda estadounidense Pearl Jam en el Estadio de Butarque de Leganés. El tema elegido fue “Black”. Un año después, el lugar fue el Santiago Bernabéu. Allí Bruce Springsteen presentaba su disco ‘Magic’. Esa vez, Bardem fue el maestro de ceremonias.
En 2011, el actor junto a Penélope Cruz, su mujer, fueron a ver un concierto de Prince en el Forum de Los Ángeles. El artista, que llegó tarde a su propio show por culpa de la pareja, los invitó luego a subir al escenario con la canción “Play that funky music”.
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