Jane Birkin, Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot: el triángulo amoroso que dejó mil historias y una canción
Las historias teñidas de escándalo y obscenidad, más aún si ocurren en la vida real, activan la curiosidad de manera inmediata. Y esto las transforma en las más atractivas de ser conocidas y reproducidas. Y, si en esas mismas historias los componentes inflamables incluyen pasión, engaños, prohibiciones y, finalmente amor, podría decirse que la narración es irresistible. Y la anécdota se vuelve legendaria.
Acaso sea el ejemplo de la red de vínculos febriles tejida por el controvertido cantautor francés Serge Gainbourg. Sobre todo, junto a Brigitte Bardot (apabullante sex symbol desde los años 50) y, posteriormente, junto a la modelo y actriz británica Jane Birkin. Estas dos preciosas mujeres, al mismo tiempo explícitas y sugerentes en su sensualidad, lo acompañaron en su vida y en una canción clave para dar cuenta de este episodio en triángulo (o triángulos) y de sus alcances críticos, o amarillistas, o sencillamente interesantes: se trata de "Je t'aime... moi non plus".
Una grabación acalorada
Los años sesenta estaban llegando a su fin y corría un aire de liberación tan sexual como intelectual y artística. Estaba por llegar el Mayo del ’68 y su cadena de protestas concentradas, sobre todo en París, para romper con los esquemas estructurales y estructurados para siempre. Gainsbourg, nacido en la capital francesa en 1928, pululaba entonces por bares entre mujeres, cigarros y música. Y su fama de enfant terrible crecía con el correr de sus composiciones y sus conquistas.
Al punto: en 1959 Serge se cruzaba por primera vez con Brigitte. El se sentía intimidado por ella (y ella, por él) así que no intercambiaron palabra hasta 1967, cuando empieza realmente el capítulo principal de esta historia. Fue entonces cuando se reencontraron y el flechazo ocurrió.
Gainsbourg nunca respondió a los parámetros clásicos de belleza. Diremos, ¿a quién le importa? Ni a Bardot, ni tampoco a Birkin, ni menos que menos a él mismo, al que le bastó con su genialidad, su personalidad arrolladora y su actitud para conquistar o dejarse conquistar por cuanta femme fatal que se le acercara.
La apreciación banal sobre su aspecto viene de algunos rótulos que lo ubicaron siempre en el costado monstruoso de sus diversas duplas denominadas "la bella y la bestia", pero viene también de sus propias palabras: "Puede ser que sea feo. Pero la fealdad es más fuerte que la belleza: al menos dura para siempre", sostenía a modo de definición personal y, por qué no, casi de aforismo.
En concreto Bardot y Gainsbourg vivieron un romance rutilante de tres meses en los que ella se acurrucaba en sus brazos y le pedía una dedicatoria: la más bella canción de amor jamás escrita.
Así nació "Je t'aime... Moi non plus". Serge convenció a Bardot de grabar juntos el tema, y así se editó la primera versión conocida de la canción. El detalle es que la protagonista de Y Dios creó a la mujer estaba entonces casada con el empresario y fotógrafo Gunter Sachs. Y la canción destilaba gemidos y susurros explícitos. Dice la leyenda, y más específicamente lo dice el ingeniero de la sesión, que ambos se masturbaban durante la grabación para fomentar la naturalidad que dio como resultado, además, el tinte semi pornográfico de esta versión.
Así, "Je t'aime... " incluía vocecitas, jadeos y respiración bajo la base sonora de "A Whiter Shade of Pale" de Procul Harum. A la vez, la paradójica frase que da título y se repite a lo largo del tema ("Te amo... Yo tampoco"), se inspiró en un parlamento que le gustaba dar a Salvador Dalí: "Picasso es español. Yo, también. Picasso es un genio. Yo, también. Picasso es un comunista. Yo, tampoco". Dato color: Serge frecuentab a a Dalí porque su primera mujer, Elisabeth Levitsky, era una de las asistentes del gran pintor y escultor. Y de alguno de estos cruces provino el leit motiv del trabajo en cuestión.
¿Cómo sigue esto? Bardot se horrorizó con el resultado final visto a la luz del día y la canción quedó fuera de circulación a pedido de ella. Punto y aparte, igual que su vínculo con Serge. Igual que su matrimonio con Sachs.
La revancha del galán
Pero Gainsbourg quería sí o sí que su composición circulara y propuso nombres para crear un nuevo dueto. Y aquí es donde, después de algún intento fallido, entró en acción Jane Birkin. Por supuesto, la más popular y la que todos conocemos de las versiones surgió de esta asociación entre ella y Serge. Lo mismo, las imágenes que compusieron el clip, tan parisino, tan sesentoso, con una Torre Eiffel vista de fondo y desde abajo, con la pareja en distintos planos, con sus miradas y sonrisas. El escenario que todavía representaba una esperanza de libertad.
Birkin se había separado de John Barry y él mismo sugirió a su ex como contrapartida femenina de la canción. La inglesa tenía una hija con él [la fotógrafa Kate Barry, fallecida en 2013] y venía de actuar y encender en el film Blow Up. En diciembre de 1968 grabaron la más definitiva de las versiones que, por supuesto, no dejaba de ser controvertida: más allá de la pequeña voz de la cantante, nuevamente, su tono orgásmico generaba reacciones encontradas. Porque atraía oyentes, ubicaba al tema en el máximo de popularidad, resultaba excitante y, a la vez, repelía y horrorizaba. Al punto en que se censuró en diversos países por hacer una alusión tan directa al acto sexual. Otro dato interesante es que el antiguo tema junto a BB pudo circular recién en 1986, cuando ella accedió a cambio de recaudar fondos para causas por los derechos de los animales.
La historia de amor entre Birkin y Gainsbourg siguió, independientemente de la edición del tema cuya portada advertía sobre un contenido no recomendable para menores. Producto de su vínculo nació Charlotte Gainsbourg en 1971, mismo año en que el músico publicó su disco conceptual y fundamental Melody Nelson, bajo el nombre de su alter ego Gainsbarre. Allí también se podía escuchar a Birkin, esta vez descostillada de risa. Si bien es cierto que la pareja Serge-Jane se disolvió en 1980, ella se convirtió en una amiga fiel hasta su muerte, en 1991.
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