A sus 20 años, en 1991, la actriz Winona Ryder tuvo un colapso nervioso. "Estaba trabajando mucho y estaba muy cansada, pero al mismo tiempo ese cansancio no me permitía dormir", contó en una entrevista con The New York Times. "Mi estado mental no era bueno", añadió. Como consecuencia, Ryder tomó la decisión de internarse en una clínica en la que permaneció una semana.
A sus 18 años, en 1967, la escritora Susanna Kaysen fue internada en el hospital McLean de Belmont, Massachusetts, donde pasó 18 meses por lo que se creía que era un cuadro depresivo. Una vez allí fue diagnosticada con trastorno límite de la personalidad, episodio de su vida que plasmó en su libro de 1993, Girl, Interrupted.
Las vidas de Ryder y Kaysen colisionaron cuando la actriz leyó esa memoria autobiográfica que la transportó a sus 20 años. Winona intentó conseguir los derechos y se convirtió en la productora ejecutiva y protagonista de un film que marcó una época, y que el mes pasado cumplió su vigésimo aniversario desde su estreno en la Argentina. El largometraje en cuestión es Inocencia, interrumpida, dirigido por James Mangold, y que actualmente se puede ver por Netflix.
El libro y su génesis
Cuando Kaysen vio a su marido, un reconocido antropólogo, trabajar en un proyecto con un alto nivel de detalle, investigación y dedicación, quiso revisitar ese duro momento de su vida a través de un libro, y escribirlo, como ella misma ha declarado, "bajo la perspectiva de una antropóloga en un loquero". Para Susanna era importante serle fiel a ese período en el que conoció a un grupo de personas que cambió su visión del mundo, precisamente las que son estigmatizadas por el sistema; pero también era valioso aprehenderlo desde afuera. Contrató a un abogado de inmediato, que la ayudó a encontrar sus registros médicos y comenzó a escribir incesantemente, con esa minuciosidad buscada desde el inicio. "Comíamos con cosas de plástico, en nuestro hospital estábamos en un picnic perpetuo", puede leerse en uno de esos pasajes en los que la escritora documentó la cotidianidad dentro de McLean.
Una vez que el libro fue publicado, Kaysen declaró que muchas personas le manifestaron su emoción al sentirse identificadas con su relato. Sin embargo, la autora declararía luego que esa no fue su intención primigenia. "No es que quería llegar a una cierta audiencia, lo que me motivó a escribir fue un poco de ira combinada con el deseo de diseminar ese mundo, no de brindar la respuesta unívoca sobre las enfermedades mentales", explicó.
Por lo tanto, se sorprendió que sus lectores le enviaran miles de cartas tras haber descubierto dónde vivía. "Me decían que sentían que yo era como ellos", contó la autora de Far Afield, novela publicada tres años antes que, sin embargo, no tuvo el mismo impacto que su obra autorreferencial.
Una aclaración interesante que hizo Kaysen sobre su trabajo más popular se vincula con el punto de partida del mismo. "Todo el mundo piensa que es una mirada exacta sobre lo que sucedía en la realidad de mi mente, pero ese análisis es intrusivo", aclaró. En efecto, Girl, Interrupted es un libro que si bien tiene a Susanna como protagonista excluyente, funciona mejor como crónica de un microcosmos, con toda su lógica interna. Es por eso que la adaptación cinematográfica no fue del agrado de Kaysen, a quien le resultó "excesivamente melodramática".
Winona Ryder y un proyecto muy personal
La actriz, quien en 1994 ya había acumulado dos nominaciones al Oscar, leyó el libro un año después de su internación, cuando su padre le regaló una copia. Cuando le informaron que los derechos los había comprado el productor Douglas Wick, se puso en contacto con él para sumarse al proyecto. De esta forma, Winona emprendió un camino de siete años hasta que el film pudo estrenarse, y nunca tuvo dudas de que quería coproducirlo y ponerse en la piel de Susanna. De hecho, Ryder sintió que el libro le había llegado demasiado tarde.
"Cuando lo leí me puse triste de no haber podido tenerlo en mis manos en mi adolescencia, creo que me hubiese ayudado mucho en mis 16, 17 y 18 años", declaró. "La historia podrá transcurrir en los 60, pero es completamente atemporal, cualquiera de nosotros puede terminar en un lugar así. Cuando me pasó a mí, estaba perdida. Sentía que no podía quejarme porque todo el mundo me decía que era una afortunada por mi fama y mi dinero, y que mis problemas no eran reales, pero yo estaba sufriendo mucho", expresó Winona, quien en ese momento se había separado de Johnny Depp, ruptura que la dejó devastada.
Winona reconoció que tras la separación solía quedarse dormida fumando, al punto tal de que una noche quemó las sábanas. "Fue muy irónico porque, como todos pensaban que estaba pasando un gran momento profesional, entonces no tenía razón alguna para estar deprimida. Quizá estaba en el pico de mi carrera, pero por dentro estaba completamente perdida", reveló. De todas maneras, tras salir de la clínica una semana después de su internación voluntaria, el malestar no pasó, pero sí aprendió una lección.
"No importa cuán rico seas o en qué hospital estés, no te pueden 'arreglar', no te pueden dar una pastilla que responda a tu necesidad de que todo mágicamente mejore, ese trabajo lo tenés que hacer vos". Su declaración va en sintonía con el film que Mangold coescribió junto a Lisa Loomer y Anna Hamilton Phelan: en el drama, Susanna descubre cosas de sí misma en una suerte de viaje introspectivo que se expande cuando conoce a otras mujeres.
Angelina Jolie, esa fuerza indetenible
Uno de los personajes claves de Inocencia, interrumpida es el de Lisa Rowe, una sociópata que pasó más de ocho años en el apócrifo hospital Claymoore. Ella entabla una relación atípica con Susanna, con los vaivenes propios de las aristas de su diagnóstico. Mangold declaró en reiteradas ocasiones que fue el rol más difícil a la hora de realizar el casting, dado que ninguna de las actrices que se habían postulado para el papel podían ilustrar ese torbellino que es Lisa. Gretchen Mol, Alicia Witt, Katie Holmes, Rose McGowan, e incluso la cantante Alanis Morissette audicionaron pero no pasaron la prueba, y quien más cerca estuvo de lograrlo fue la cineasta canadiense Sarah Polley. Finalmente apareció Angelina Jolie y con ella llegó la solución.
La actriz ya había deslumbrado en la película de HBO Gia, biopic sobre la modelo Gia Carangi por la que ganó el Globo de Oro y el SAG, y se enamoró de todo lo que Lisa tenía para ofrecer. "Realmente pienso que ella es la más sana del film. Si la mirás de cerca vas a notar que así es cómo busqué interpretarla, por eso me puse mal cuando muchos me decían que me salía bien hacer de 'loca'. Yo no la veía así a Lisa: para mí era honesta", declaró Jolie. La honestidad a la que hace referencia no solo está presente en los momentos estridentes -que son muchos- sino también en los más tranquilos, y en los más devastadores. Uno de ellos es la escena en la que canta con Susanna en los pasillos del hospital, que capta la esencia del libro: cómo se viven los instantes de ocio en esos espacios para muchos desconocidos. Asimismo, sobre el final, cuando Lisa se quiebra en llanto, su vulnerabilidad queda a la vista. Otra prueba de esa transparencia.
Ryder, quien estuvo involucrada en el casting del film, fue quien puso presión para que Jolie obtenga el papel por el que ganó el Oscar como mejor actriz de reparto. En definitiva, al rever el drama es imposible eludir su magnetismo, que funciona a la perfección en contraste con lo que ofrece la actuación de Ryder, que está atravesada por la elección de internalizar los sentimientos de Susanna. La interacción entre ambos personajes es simplemente inolvidable, uno de los aciertos más notorios de la biopic. Curiosamente, en el set, la relación entre sus actrices era compleja. "Me acuerdo que cuando empezó el rodaje pensé que con Angelina nos íbamos a convertir en grandes amigas, pero ella necesitaba otra cosa, necesitaba mirarme como si yo fuera Susanna y no Winona, por lo cual, de manera respetuosa, se distanció de mí", le contó Ryder a Total Film.
Cuando empezó el rodaje pensé que con Angelina nos íbamos a convertir en grandes amigas, pero ella necesitaba otra cosa
En efecto, Jolie siempre se concentró en su personaje, sus sentimientos, y su visión del entorno, e incluso reconoció que tenía mucho en común con Lisa. "En el final hay una sensación de que todos le están diciendo que no la quieren, que va a estar mejor sedada y atada, pero si sos como ella eso es muy difícil de escuchar porque estás lidiando con cosas muy fuertes, y lo que le decís le puede hacer cuestionar si no está dañando a todo el mundo", explicó Jolie sobre su rol, una lectura muy acertada que se podría aplicar a la película entera.
Elisabeth Moss, ahora ganadora del Emmy por The Handmaid's Tale y actriz consolidada, al filmar Inocencia, interrumpida era una figura desconocida. Recientemente, en una entrevista con la revista Harper's Bazaar recordó cómo fue la filmación de una película tan significativa en su vida. "Me acuerdo todo de manera vívida, allí estaba yo con Winona, quien ya en sus 20 era una leyenda, y una persona que fue muy agradable conmigo. Angelina no era quien es hoy, pero todos sabíamos qué iba a suceder con ella. Tenía ya una fuerza enorme. No hablé con ella, pero se le notaba en su carácter", declaró Moss, quien en el film compartió escenas con Clea DuVall, justamente una de las integrantes del elenco de The Handmaid's Tale, la serie que lidera basada en la novela de Margaret Atwood.
Brittany Murphy, en el recuerdo de todos
La camaradería del grupo que rodea a Susanna es otro de los aspectos más interesantes del film, porque muestra los pormenores de las diferentes enfermedades, y cómo es la lucha diaria contra ellas, como el caso de lo que sucede con Daisy Randone, quien padece de bulimia y de trastorno obsesivo compulsivo, y quien además se lastima a sí misma. ¿La actriz elegida para ese personaje? La luminosa Britanny Murphy.
Debemos remarcar que las conversaciones entre las pacientes del hospital no pierden vigencia, como aseveró Ryder al hacer referencia a la atemporalidad de Inocencia, interrumpida. Aunque el film transcurra en los 60, lo que se discute nos sigue interpelando en la actualidad, desde cómo se vive con trastornos alimenticios, hasta cómo se lidia con la esquizofrenia. Daisy, el personaje en el que brilló Murphy, discute con Lisa, y es imposible no querer contenerla. Susanna, en cierto punto, funciona como su figura protectora, y eso sí se trasladó al set. Winona y Brittany se hicieron amigas, y su vínculo se mantuvo por años.
"Me encantó trabajar con todo el mundo en la película, la mayoría éramos mujeres, lo cual fue muy inspirador, al igual que el guion, que tenía personajes femeninos increíbles. Todas mis compañeras fueron extraordinarias, y aprendí mucho sobre su arte a través de sus trabajos. Fue una experiencia fantástica", contaba por entonces la actriz que cuatro años antes había alcanzado popularidad con la comedia Ni idea.
Inocencia, interrumpida significó un desafío para ella, el puntapié de una carrera variada, que lamentablemente quedó trunca cuando el 20 de diciembre de 2009, 10 años después del estreno del film en los Estados Unidos, murió por un cuadro de neumonía en California. Cinco meses después, también moría su esposo, Simon Monjack, y mucho se dudó de lo que causó el fallecimiento de ambos.
La muerte de Murphy destrozó a Winona Ryder, quien nunca más pudo ver el film. "No puedo ver la película ahora", se sinceró en diálogo con Total Film. "Su personaje se suicida en la película, simplemente no puedo. Yo era muy cercana a Brittany, incluso en los momentos previos a su muerte", manifestó.
Hacer sencillo lo traumático
"La gente me pregunta acerca de cómo terminé aquí, pero en realidad lo que quieren saber es si ellos van a poder terminar aquí también. No puedo responder la pregunta real. Lo único que puedo decirles es que es fácil". Ese párrafo de la novela de Kaysen impactó profundamente a Winona, quien admitió sentirse preocupada antes del rodaje por miedo a no poder soportar revisitar experiencias al filmar en un verdadero hospital psiquiátrico: el Harrisburg State Hospital de Harrisburg, Pennsylvania.
Sin embargo, para la actriz, fueron sus compañeras de elenco quienes le hicieron el proceso más sencillo y menos traumático. "Como ella estaba actuando desde lo vivido, pasó mucho tiempo recordando lo que es estar analizándose mucho a sí misma, y por eso su actuación es tan maravillosa, porque comprendió el leit motiv del libro'', explicó el director.
¿Cuál es el leit motiv? Una frase podría sintetizarlo. "Estar loco no es estar roto ni tragarse un oscuro secreto. Estar loco es ser vos o yo pero amplificado. Es si te cuento una mentira y vos lo disfrutás. Es si alguna vez deseaste ser un niño para siempre". Cuando uno vuelve a la escena del film en la que Susanna, Lisa, Daisy, Georgina, Polly, Janet, Cynthia y compañía salen a tomar un helado y se divierten en esa placentera actividad, esa cita cobra mayor sentido, y engloba la razón por la que Inocencia, interrumpida sigue siendo, 20 años después de su lanzamiento, un largometraje que golpea e ilumina por igual.
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