Hay veces, no muchas, en que los cuentos de hadas parecen volverse realidad. El caso de Heidi Klum podría ser la versión siglo XXI de esas excepciones, aunque a juzgar por la enorme cantidad de material que la estrella ofrece en las redes habría que preguntarse si su vida de ensueño es más virtual que real. Mientras llega la respuesta, esto es lo que se ve: bellísima con casi 46 años, millonaria gracias a un talento notable para los negocios, la alemana más famosa del jet set actual acaba de tachar el último ítem de su lista de prodigios: un nuevo romance, con Tom Kaulitz, su novio de 29 años que hace poco le pidió compromiso. "Es una persona de los más amorosa, dulce, protectora. Me siento tan afortunada… No recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí tan feliz en mi vida", confesaba Klum a la revista InStyle en julio pasado, poco después de que la pareja se mostrara frente a las cámaras, en la gala de AmFar en Cannes, un evento a beneficio de lucha contra el SIDA. Y es que incluso cuando se trata de un rockero de pelo largo y piercings (Kaulitz es guitarrista de la banda alemana Tokio Hotel), en esta historia irresistiblemente rosa hubo pedido formal de mano y un sofisticado anillo para adornarla. "¡DIJE QUE SÍ!" posteó Klum (así, en mayúsculas) en su cuenta de Instagram como remate de la foto que inmortalizó el juramento.
Klum conoció al músico en Alemania, mientras grababa una de las últimas temporadas del programa Germany’s next Top Model, uno de sus varios éxitos televisivos. Ídolo del público teenager, Tom Kaulitz lidera Tokio Hotel junto a su hermano gemelo, el cantante Bill Kaulitz. Hoy, Heidi y Tom reparten su tiempo entre su país, Los Ángeles (el lugar de residencia oficial de Klum y sus cuatro hijos, fruto de su matrimonio con Seal) y Nueva York. "Será que es alemán, y que nos entendemos de una manera distinta", decía ella.
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Enamoradísimos, en las fotos de Internet se los puede ver bailando, mirando un partido de fútbol o compartiendo planes de entrecasa… Y por supuesto, besándose con más o menos ropa. Klum, uno de los "ángeles" más famosos de la marca de lencería Victoria´s Secret, declaraba a la revista Ocean Drive: "En casa siempre fuimos muy abiertos, aunque no se puede decir eso de todos los alemanes. No teníamos mucha plata, así que en vacaciones solíamos acampar, y mis padres elegían lugares nudistas". Además de su propio libro de desnudos (obra del fotógrafo británico Rankin), una de sus apuestas más arriesgadas es el video del tema "Secret", de su exmarido Seal, en el que durante toda la canción se los ve en la cama a los dos, piel con piel, despojados de cualquier prenda. La idea, tan provocadora como redituable, fue de ella.
Una rubia debilidad
Antes del flechazo con Kaulitz, Heidi Klum tuvo varias relaciones. Poco antes de conocer a su actual amor, la modelo de cuerpo escultural y sonrisa perfecta estuvo casi tres años con Vito Schnabel, un galerista de arte neoyorquino, también más joven por varios años. Pero por algún motivo, la prensa embistió más fuerte sobre la cuestión de la diferencia de edad con Kaulitz. "La verdad es que no es algo en lo que me detenga mucho. Hay que vivir felices sin preocuparse demasiado por lo que piense la gente, porque la preocupación sólo trae más arrugas", ironizaba ella. La relación con Schanbel se rompió en 2017. "Es bueno tomarse un tiempo para hacer una pausa y reflexionar", decía la conductora sobre la separación. Aunque en su historial los compases de espera no suenan muy seguido.
Hay que vivir felices sin preocuparse demasiado por lo que piense la gente, porque la preocupación sólo trae más arrugas
Quien sabe, si se hubiera quedado en Bergisch Gladbach, el lugar donde se crió entre paisajes de postal, su derrotero sentimental no hubiera sido tan vertiginoso. De hecho, ni siquiera había pensado en la pasarela cuando su suerte cambió de golpe, en 1992. "Con una amiga vimos un anuncio de un concurso de modelos en una revista y ella me dijo: ‘¿por qué no te anotás?’". No sólo participó sino que ganó el certamen televisivo, gracias a los votos del público. Como premio voló a Nueva York con un contrato de trabajo. Y no paró hasta convertirse en lo que es hoy, una marca registrada que pone su sello en distintas líneas de ropa, calzado y accesorios, así como en verdaderos sucesos mediáticos. El más emblemático es el reality de diseñadores Project Runway, una creación suya que produjo y lideró a lo largo de 17 temporadas por la señal Bravo, y que ahora arranca nueva etapa en Amazon Prime Video.
Klum también es coproductora de Germany’s Next Top Model, y hace casi seis años que ocupa uno de los cuatro lugares del jurado de America's Got Talent. Desde que aterrizó en los Estados Unidos (país del que ya es ciudadana), no paró de explotar su buena estrella, ni de romper corazones.
En 1997 se casó por primera vez con un estilista del medio, el australiano Ric Pipino. Estuvieron juntos cinco años, y poco después de su divorcio la alemana comenzó una relación con Flavio Briatore, un millonario italiano manager del equipo Renault de Fórmula Uno. En el medio tuvo fugaces romances con Anthony Kiedis, líder de los Red Hot Chilli Peppers y –aunque nunca lo confirmaron- con Jay Kay, el cantante del grupo Jamiroquai. En menos de un año de relación con Briatore, Heidi quedó embarazada de su primera hija, Helena, más conocida como Leni. Pero la relación ya no funcionaba y la pareja se disolvió.
Semanas más tarde de esa ruptura, Heidi conocía en Nueva York a uno de los amores de su vida: el cantante inglés Seal. Según decía la modelo en una entrevista con la CNN, la atracción fue inmediata, "como dos imanes". Seal recordaba en otra nota que en la primera noche juntos Heidi le dijo que estaba embarazada. "¿Cómo? ¿Tan rápido?", le preguntó él. "¡No de vos, tonto!", le contestó ella. Era tan fuerte lo que estaba pasando, que el músico estuvo en el parto de Leni, en 2004, y de hecho, además de criarla desde su nacimiento, luego la adoptó legalmente. "Seal es el padre de Leni", dijo siempre, categórica, Klum.
El intérprete de "Kiss from a Rose" también supo declararle a la rubia su intención de casarse: fue en un iglú en Canadá, "en el medio de la nada", donde no faltaron "velas y pétalos de rosa", recordaba ella. La pareja fue una de las que más alimentó a la prensa del corazón durante los 8 años que estuvieron juntos, 7 de ellos, casados. Exitosos en sus proyectos, especie de embajadores del amor interracial, supieron desplegar en cada flash lo que la gente quiere ver: glamour y sensualidad. Tuvieron tres hijos propios: Henry (2005), Johan (2006) y la pequeña Lou (2009). "Él es todo lo que me imaginé y nunca pensé que podría tener", decía Klum en su momento.
Sine embargo, en 2012 irrumpía la noticia inesperada de la separación. Si bien no hubo un motivo claro, los rumores apuntaban a los celos del cantante. La cuestión se puso más espesa cuando los paparazzi tomaron a la modelo muy acaramelada con su guardaespaldas, Martin Kirsten. Seal declaró a la tele, interceptado en un aeropuerto, que "Heidi podría haber esperado a que nos divorciáramos antes de fornicar con un empleado". El escándalo ya estaba en marcha, pero el agente de prensa del cantante salió a desmentir una acusación de infidelidad aclarando que el artista se había referido al divorcio legal, que todavía estaba en marcha.
El guardaespaldas, en versión de Heidi
Kirsten y Klum estuvieron juntos dos años, en los que incluso convivieron. Por esos días, en el show de Ellen Degeneres, ella dijo estar "muy feliz" con él. "Mis hijos están muy bien y desde ya no escuchan demasiado las noticias". El romance con el guardaespaldas terminó en 2014.
El divorcio con Seal se resolvió en 2015 y sobre el final del proceso, la pareja ya había saldado diferencias y hoy se los puede ver juntos celebrando eventos familiares. Incluso fue un invitado de lujo en America’s Got Talent.
Heidi Klum parece impasible a los ataques. En Alemania hubo una movida denostando a Germany’s next Top Model de estereotipado y sexista –se puede ver en Youtube el video I’m Not a Heidis Girl ("No soy una chica Heidi")– y sin ir más lejos, de la última entrega de los Globos de Oro surgió el chisme de que Antonio Banderas se había quejado del "espectáculo erótico" que la modelo y Tom Kaulitz habrían protagonizado a fuerza de arrumacos. El malagueño salió a desmentir enérgicamente los supuestos dichos, y los implicados ni se dieron por aludidos.
Mientras se espera el anuncio de una futura boda, Klum y su amor veinteañero disfrutan de la vida y se preservan de las críticas. "Realmente no le doy mucha importancia a envejecer. Me va a suceder a mí como a todos. La verdad es que últimamente pienso en mi edad más porque me lo recuerda la gente que por mi cuenta".
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