Gwyneth Paltrow mató una mosca con sus manos mientras comía pollo y recordaba los ronquidos de Clinton en la proyección de uno de sus films
La actriz se prestó a una inusual entrevista en la que, además, se refirió a cada uno de los mitos y leyendas que la tienen como protagonista
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Gwyneth Paltrow se prestó a una divertida entrevista, el programa Hot Ones. Además de responder preguntas, la actriz debía comer en vivo alitas de pollo con distintos picantes. Y no solo lo hizo sin derramar una sola lágrima ni ponerse colorada, sino que además regaló un momento hilarante.
Al notar que una mosca revoloteaba cerca de sus alitas y de la salsa, Paltrow la ahuyentó: “No va a formar parte de mi menú de degustación”, explicó, risueña. Pero medio minuto después, cuando el insecto voló hacia ella, no tuvo piedad: rápida de reflejos, la actriz lo mató con sus propias manos. “¡Muere, perra!”, exclamó mientras cumplía con su cometido. Luego, se limpió las manos en sus pantalones y siguió como si nada hubiese ocurrido.
Entonces, llegó el momento de enfrentarse a una de las clásicas secciones del programa: “Realidad o ficción”, en la que se vio obligada a abordar algunos rumores y mitos que la tienen como protagonista. Fue durante ese segmento en el que la protagonista de Seven, pecados capitales confirmó que durante una proyección especial en la Casa Blanca de su película Emma, de 1996, el entonces presidente de los Estados Unidos Bill Clinton se quedó profundamente dormido.
“Estaba roncando justo delante de mí”, recordó la actriz, entre risas. “Pensé: ‘Vaya, supongo que esta será una película realmente exitosa’”, agregó, con ironía. Y disparó: “¡Pero lo fue! Entonces, ¡que te jodan, Bill Clinton!”.
La actriz también confirmó ella y su hermano Jake tuvieron un niñero de lujo. Kiefer Sutherland los cuidaba mientras su madre, Blythe Danner, actuaba en una obra en el Festival de Teatro de Williamstown. También reflexionó sobre algunas de las películas que realizó entre los años noventa y comienzos del nuevo siglo, como la comedia Amor ciego, de 2001, hoy no podrían hacerse.
Cuando el anfitrión, Sean Evans, le preguntó cómo consiguió el acento británico en Shakespeare apasionado, la película por la que sorprendió al mundo alzándose con un premio Oscar, Paltrow indicó que una vieja costumbre que arrastra desde su infancia la ayudó: “Crecí haciendo bromas telefónicas, haciendo acentos... Pero resulta que para hacerlo correctamente, tenés que volver a aprender a hablar. El acento inglés es muy diferente”, explicó. “Creo que realmente tienes la oportunidad de usar el idioma y escuchar realmente porque es muy diferente cuando estás en un ambiente académico tratando de aprender en lugar de estar conversando”.
Como en todas las entrevistas en las que participa, Paltrow aprovechó para publicitar su emprendimiento de productos que apuntan al bienestar, en el que vende, entre otras cosas, velas que, asegura, tienen el aroma de su vagina. “Creo que solo se puede cambiar la cultura siendo provocadores, ya sea que busques serlo o no... En nuestro caso, siempre decimos que creemos que somos provocadores por una buena causa. Así que no es que somos provocadores solo por serlo, sino que lo que buscamos es ser originales”, explicó.
También guio a Evans a realizarse su rutina de cuidado de la piel, que él aplicó en su rostro mientras ella le instruía sobre cómo usar sus productos. Luego de enseñarle a lavarse la cara con un limpiador de jugo verde, él la elogió por haber superado el reto de comer todas sus alitas picantes. “¡Te enfrentaste a ese desafío y ganaste”, la despidió.
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