La repentina muerte de algunos intérpretes provocaron el fin de ciertas historias u obligaron a sus guionistas a redireccionar los argumentos
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Cuando Cory Monteith murió en 2013 a raíz de una sobredosis, los productores de Glee se encontraron ante un trágico desafío. La pérdida de una de las principales estrellas del show, les exigió a los responsables de esta ficción un inevitable cambio de planes y justificar así la desaparición de su personaje. Lejos de ser una excepción, este episodio fue uno más dentro de una extensa lista de muertes ocurridas durante la producción de una serie. A continuación, un repaso por casos similares que pusieron en jaque los planes de los guionistas y dejaron en shock a los seguidores de estas historias.
George Reeves, el primer Superman de carne y hueso
A comienzos de los años cincuenta, George Reeves soñaba con ser un nombre importante en el cine. Por este motivo, cuando le ofrecieron interpretar a Superman en una producción televisiva de bajo calibre, su reacción inicial fue la de frustrarse. La pantalla chica no era cuna de grandes oportunidades y los salarios que se barajaban eran groseramente bajos. Pero Reeves tenía cuentas que pagar, y sin mucho entusiasmo aceptó ser el superhéroe, sin saber que ese rol lo catapultaría a una fama impensada. Emitida a partir de 1952, Aventuras de Superman se convirtió en un fenómeno cultural sin precedente y el actor no podía salir sin ser perseguido por un verdadero desfile de niños que vitoreaban su nombre (bueno, en realidad no el suyo, sino el del kriptoniano). Poco a poco, el sueño de la fama se hacía realidad y Reeves no solo brillaba en su serie sino también en el cine a través de títulos como De aquí a la eternidad. Sin embargo, un camino que parecía destinado a la gloria, se truncó prematuramente.
El 16 de junio de 1959, Reeves apareció muerto en su habitación con un disparo en su cabeza. Los investigadores concluyeron que se trató de un suicidio, aunque las sospechas sobre un posible homicidio aún pesan en un caso al que muchos consideran uno de los mayores misterios de Hollywood (que dio pie a infinidad de teorías, muchas de ellas reflejadas en la películas Hollywoodland). La desaparición física de Reeves, derivó en la cancelación de Aventuras de Superman, que llevaba 104 episodios en su haber y la confirmación de una séptima y octava temporada.
Atentos al éxito comercial de la serie, pero a sabiendas de la imposibilidad de reemplazar a su estrella principal, los productores le ofrecieron al actor Jack Larson, encargado de componer a Jimmy Olsen, realizar una suerte de spin off centrado en el joven fotógrafo y su relación con Superman (cuyas apariciones, iban a ser incluidas a partir de tomas recicladas de Reeves). Pero Larson se negó a protagonizar ese show y de esa manera, el primer Superman de carne y hueso pasó a la historia.
Phil Hartman, piel amarilla
Dueño de una carrera anclada en la comedia, Phil Hartman era un verdadero referente de su rubro. Como mucho de los humoristas más importantes de los Estados Unidos, su leyenda se gestó en las filas de Saturday Night Live, donde estuvo durante ocho años, para luego continuar su camino en otras series como Newsradio o Los Simpson. En la ficción sobre la icónica familia amarilla, Hartman le prestaba su voz a dos personajes secundarios muy populares, el actor Troy McLure y el abogado Lionel Hutz (como así también a otros personajes de una sola aparición como Lyle Lanley, el estafador responsable del monorriel). Pero su asesinato, repercutió directamente en la saga de Springfield.
Durante la noche del 27 de mayo de 1998, Brynn Omdahl, esposa de Hartman y madre de sus dos hijos de 8 y 10 años, llegó a su casa en estado de ebriedad. Luego de protagonizar una intensa discusión con el comediante, él se fue a dormir y ella se quedó rondando sin poder conciliar el sueño. Pocos minutos después, varios vecinos escucharon tres tiros. Brynn le había disparado a su esposo mientras dormía matándolo al instante. Inmediatamente llegó la policía y en un descuido, la mujer se encerró en el baño y se quitó la vida. Los niños, que dormían en su habitación, nunca se despertaron y los análisis realizados en el cuerpo de Brynn, revelaron un excesivo consumo de alcohol y cocaína, un combo que le habría desatado un brote psicótico. La muerte de Hartman fue llorada en Hollywood porque el comediante era alguien muy querido, mientras que todos sus proyectos quedaron inconclusos. Y con respecto a Los Simpson, la decisión de la producción fue no volver a utilizar ni a Troy McClure ni a Lionel Hutz, comprendiendo que el talento de Hartman jamás podría ser reemplazado.
Nancy Marchand, madre mafiosa
La madre de Tony Soprano era la gran villana en las primeras dos temporadas de esta serie. La rivalidad entre esta mujer y su hijo capo mafia era el eje de una ficción que abordaba el crimen organizado desde una óptica renovada. Por este motivo es que la muerte de Nancy Marchand, responsable de encarnar a Livia Soprano, puso en un verdadero aprieto a David Chase, creador de esta historia. Marchand murió antes de comenzar el rodaje de la tercera temporada, a causa de un cáncer de pulmón. Poco tiempo antes de fallecer, en una nota llegó a decir: “Si me muero no es mi problema porque será David Chase el que cargue con esa mochila”. Y así fue.
El tercer año de la serie debía girar sobre el juicio a Tony Soprano y el testimonio en su contra que iba a dar su propia madre. Pero la muerte de Marchand cambió los planes y los guionistas debieron hacer borrón y cuenta nueva sin contar con la matriarca Soprano. Eso sí, gracias a una incipiente tecnología digital, se pudo grabar una escena final entre Tony y su mamá, que fue realizada a través de primitivas técnicas, con planos reciclados de la actriz. No fue mucho, pero al menos sirvió para darle un cierre a esa tensa relación entre ambos personajes.
John Ritter y el luto en la ficción
En 2002 el canal ABC estrenó una sitcom titulada 8 Simple Rules. La comedia se centraba en la relación entre un padre y su hija adolescente, en el marco de una típica dinámica familiar. El protagonista era John Ritter, un popular actor con un amplio currículum que incluía éxitos como It, Adorable criatura o Tres son multitud. Y aunque estaba lejos de ser un éxito contundente, el rating de la primera temporada de 8 Simple Rules le valió una renovación para un año más. Pero mientras filmaba un episodio de la segunda temporada, Ritter comenzó a sentir un gran malestar, que lo llevó a pedir la suspensión del rodaje. Preocupado por un dolor en su pecho, fue trasladado a un hospital, pero no llegó a tiempo. El actor se descompensó y cuando su cuerpo llegó al sanatorio, no quedaba nada por hacer, ya que había muerto debido a una disección aórtica.
Ante su abrupta muerte, los productores debieron suspender las grabaciones y buscar una nueva premisa. De este modo, la serie incorporó a la trama el fallecimiento del personaje interpretado por Ritter, y varios de los episodios giraron alrededor del luto y la llegada de la madurez de la hija mayor de la familia, personificada por Kaley Cuoco. Sin embargo, el rating descendió estrepitosamente y 8 Simples Rules fue cancelada en el transcurso de su tercera temporada.
César Pierry y la serie que no llegó a debutar
Uno de los episodios más trágicos de la televisión argentina tuvo a César Pierry como protagonista. Entre 1990 y 1991, Pierry protagonizó junto a Fernando Lúpiz la ficción Detectives de señoras, un éxito que iba a dar pie a una suerte de continuación, titulada Mi socio imposible. Hasta que un accidente con una granada de utilería, derivó en la muerte del joven actor de 37 años.
El 20 de julio de 1992, Pierry filmaba una escena en la que debía sostener una granada hasta que la réplica falló y explotó en su mano provocándole la amputación de tres dedos. Inmediatamente el artista fue trasladado al Hospital Británico para someterse a numerosas cirugías que tenían como objetivo reconstruir su mano. El 29 de julio fue operado por cuarta vez, pero durante el transcurso de esta intervención, Pierry murió como consecuencia de un paro cardíaco.
Tras su fallecimiento, la decisión del canal fue dar de baja el proyecto Mi socio imposible, razón por la cual no se llegó a emitir ningún episodio.
Carrie Fisher, homenaje animado
Carrie Fisher era una artista todoterreno. Escritora afilada, carismática actriz y brillante intérprete de doblaje, la princesa Leia era dueña de un talento ilimitado, razón por la cual su muerte dejó un gran vacío. En la sitcom Padre de familia, Fisher interpretaba a Ángela, la jefa de Peter Griffin, el protagonista de esa comedia animada.
Luego del fallecimiento de la actriz, los productores de la serie decidieron matar a Ángela luego de que ella fuera a nadar sin hacer la digestión. Por este motivo, se lleva a cabo un funeral en el que Peter le dedica un ingenioso homenaje: “Puede que se haya ido, pero su voz vivirá siempre en DVD y en mensajes proyectados por pequeños droides. Yo he perdido una jefa, pero el cielo ha ganado una princesa”. Una divertida y sentida despedida, muy fiel al irónico sentido del humor de Padre de familia.
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