La actriz tuvo varias historias de amor entre las que está su fugaz flirteo con Maradona y El Potro, un Presidente de la Nación y el líder de un Cartel.
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“Me genera adrenalina y pasión todo lo que tenga que ver con el riesgo, con la aventura, con hacer lo que todos quieren donde nadie se lo permite”, dijo alguna vez Graciela Alfano. Y lo cumple, porque se da el gusto cada vez que puede. Sex symbol de los 70, 80 y 90 (y por qué no, de los 2000 también), siempre fue disruptiva y habló sin prejuicios del amor y del sexo. “La fidelidad no es mi fuerte. Soy gauchita y abro mi corazón. Pruebo y éste me gusta para una cosa y éste para la otra. He sentido enamoramiento por mujeres con las que no he tenido sexo y he tenido sexo con mujeres de las que no me he enamorado. Porque a la gente no la define lo que tiene entre las piernas, sino la persona”, detalló hace algún tiempo en Mañanísma (Magazine).
Desde hace algunos meses, Alfano está en pareja con el empresario uruguayo Carlos Bustin. “Me conquistó de él que es una buena persona, un caballero y eso me encanta. Es un gran tip para las parejas, no jugar jueguitos y ser como uno es”, dijo hace unos meses en Socios del Espectáculo (eltrece). Los presentó la abogada Ana Rosenfeld y pasaron el verano juntos en Punta del Este. Se sabe que él es millonario y ocho años menor que la actriz.
Casada con hijos
Graciela Alfano tiene una larga lista de amores y amantes y no los oculta. Se casó dos veces, con los padres de sus hijos, y se divorció de los dos. La primera vez fue en 1971 con Andrés Ruskowski, con quien tuvo a su primer hijo, Nicolás. Por entonces estudiaba ingeniería y no había indagado todavía en el mundo del espectáculo. Las cosas cambiaron a mediados de los 70, cuando debutó en cine. Las peleas empezaron a ser más frecuentes en la casa y a medida que su fama crecía, su matrimonio agonizaba. Se separaron en 1980.
Hace unos años Alfano contó en Agarrate Catalina, en La Once Diez, que no fue fácil el vínculo con su hijo Nicolás. “Mi madre fue la responsable de alejarme de mi hijo mayor. Ahora hemos recuperado un vínculo magnífico, pero ella me robó a ese hijo. Ella le hablaba mal de mí, generó una distancia fea durante muchos años y fue muy doloroso para mí, porque yo también era víctima. Él se oponía a mí. Pasé cosas dolorosísimas”, comentó.
Al poco tiempo de esa separación conoció al empresario Enrique Capozzolo, con quien se casó primero en Paraguay y luego en nuestro país. Fueron padres de Gonzalo y Francisco y estuvieron juntos hasta 1993. Se separaron en medio de un escándalo y el divorcio legal salió recién en 2007, luego de un juicio que la actriz perdió. Se conocieron cuando Capozzolo produjo la película La invitación, que Alfano protagonizó junto a Rodolfo Bebán. Fue un flechazo. “Con Quique tuve un gran amor. La mejor época fue cuando tuvimos a los chicos, ahí fue donde dejé de trabajar hasta los 90″, contó la actriz.
A principios dl 2023, Graciela reveló en Nosotros a la mañana (eltrece) que se había reencontrado con Capozzolo. “La palabra novio no se usa más, salvo que tengas 15 años. Solo puedo decir que, en términos generales, hoy hay dos tendencias. Una es casarse con uno mismo, que es lo que estoy proponiendo todo el tiempo. Y la otra es chonguear con el ex, que es fantástico, lo mejor que hay. Uno cambia de pareja, pero siempre está con el mismo modelo. Sin embargo, cuando volvés con una persona del pasado te encontrás con un ser diferente. La relación es distinta porque ya tuvimos hijos, nietos, otras relaciones”. A los pocos meses cortaron y eso sucedió cuando él le confesó que estaba conociendo a alguien. “La engañó a la otra conmigo. ¿Y yo qué vengo siendo? Porque no entiendo dónde estoy parada. Así que se terminó en el instante en que me dijo: ‘estoy conociendo a alguien’. Ya está. Me sentí humillada, me sentí ofendida”, comentó indignada.
La señalan con el dedo
“Con Matías tuve una relación maternal, yo tenía 40 y tantos y era sexualmente demandante. Él me permitió quedarme en mi juventud durante un rato más. Sabía que era un amor a plazo fijo, pero no pensé que iba a durar tanto. El amor se terminó en 2007, durante ShowMatch y me hundí en el sufrimiento y el dolor. Quería estar tirada en la cama llorando con un pancho y una gaseosa”, contó Alfano sobre su relación con Matías Alé, veinte años menor que ella.
Se conocieron en 1999 y el actor dio detalles en Es por ahí (América). “Antes de empezar en el medio, yo moría de amor por Graciela. Viene de mi papá, porque era su amor imposible (risas). En noviembre del 99 empecé a trabajar en el programa Hielo y limón y un día me pidieron que cubriera un desfile de Graciela en el Jardín Japonés, y después hacerle una nota. La miré, ella me miró. Fue amor a primera vista. Le pregunté qué había que hacer para ser Graciela Alfano. Y me respondió: ‘dejarse mimar’. Ahí mismo me invitó a bailar. Después vino Jorge Ibáñez y me preguntó si quería ir a cenar con ellos. Jorge fue el celestino. Graciela nunca llegó a esa cena, pero Jorge me pasó su número y al otro día la llamé y corté cuando me atendió, de los nervios. Hasta que me animé y quedé en pasarla a buscar al día siguiente. Estaba con Jorge, bajaron los dos, ella se sentó adelante y me rozó la pierna. Me puse todo colorado”. En ese primer encuentro se dieron el primer beso. “Graciela fue mi gran amor. No discutíamos nunca, tuvimos una relación hermosa de casi diez años. Me enseñó a comer, me enseñó cultura, a distinguir un cuadro en el Louvre. Me enseñó a viajar. Y me ayudó a terminar mi carrera de piloto de avión. Nos hicimos mucho bien”, concluyó.
Amores secretos y de los otros
Graciela se jacta de haber tenido muchos amores, entre ellos Mauricio Macri, Palito Ortega, Luis Brandoni, Alejandro Lerner, Carlos Menem, Mario Pergolini, y hasta dice haber tenido encuentros con Pablo Escobar, el narcotraficante colombiano. Lo contó en PH Podemos hablar (Telefe). “Fui reina panamericana de belleza y conocí a Pablo Escobar en Colombia. Era un jovencito que apenas llegaba a los 20 años, lejos de la imagen que todos tenemos de él. Todas las reinas de belleza teníamos a una chica colombiana que nos asistía en cuestiones de belleza y a un joven que nos acompañaba; edecán lo llamaban. Y a mí me tocó Pablo Escobar Gaviria. Él era una criatura, muy callado, que le gustaba mucho la belleza. Se quedaba mirándome. En ese momento no se sabía nada de sus orígenes y mi mamá quería que me casara con él. Éramos muy chiquilines”.
Sobre Brandoni y Lerner habló en un programa de Moria Casán y dijo: “Con Luis tuve algo en los camarines de Canal 9. Y con Lerner lo único que puedo decir es que estábamos solteros. Con Mario Pergolini no pasó nada carnal. Era mucho histeriqueo en el canal América: piropos para levantar el ánimo.
Alguna vez Alfano también confesó que fue amante de Carlos Menem. “Estuve con él, pero a mí me gustaba el Menem de patillas, el revolucionario. No dejaba títere con cabeza y se fue dando a través de amigos en común, pero no fue nada importante en mi vida. Estuve en la Quinta de Olivos, pero no en la Casa Rosada”, aseguró.
Un amor de Diez
Varias veces Alfano contó que tuvo un romance fugaz con Diego Armando Maradona. Se conocieron en el programa El periscopio, que ella conducía en América. “Lo llamó una productora que se hizo pasar por mí y se lo levantó mal. Le dijo: ‘vení al programa y después vamos a otro lado’. No sé el contenido de esa conversación, pero debe haber sido muy hot porque Diego vino muy hot y me tiró onda todo el programa. Después me fui a mi casa y al rato me llamó el portero para decirme que abajo estaba el señor Maradona. Tenía un oso gigante que decía ‘te amo’. Yo ya me había bañado, estaba en chancletas, en una joggineta horrenda. Bajé y le pregunté qué quería. Quería hablar y fuimos a la plaza San Martín y conversamos hasta las 5.45 de la mañana. Ese día no pasó nada, pero nos seguimos viendo. Guillermo Coppola nos prestó la casa porque era difícil pasar desapercibidos. Yo en ese momento dije: ‘tenemos que hacerlo porque todo el mundo dice que lo hicimos. ¡Vamos a hacerlo!’. Nos estábamos perdiendo la mejor parte”, dijo entre risas. “Y fue la mejor parte. La pasé muy bien, la pasé brutal. Y esa no fue la única vez”.
Alfano también tuvo un fogoso y fugaz romance con “El Potro” Rodrigo Bueno. Se conocieron en abril de 2000, en una tapa para la revista Gente que hizo Beto Casella. La química fue inmediata y esa noche terminaron en la habitación de un hotel. “Con Rodrigo viví un gran amor y Matías (Alé) lo sabía, aunque no lo quiso asumir. El día de la producción de fotos hubo toqueteos en el camarín, pero la primera vez que tuvimos sexo fue en un hotel. Yo creí que hervía. A mí, literalmente, se me frieron las neuronas”, dijo en Mañanísima.
El romance se extendió tres meses y Jorge Ibáñez los protegía de la prensa y les dejaba libre su departamento para los fogosos encuentros. Después, según Alfano, quedaron como amigos “con derecho a roce”.
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