Fuerte acusación contra Gerardo Romano: “Me empujó contra una pared, me besó, me mordió el labio y me dejó sangrando”
La actriz y escritora Paula Di Chello participó junto al actor de la ficción Se dice amor, producida por Enrique Estevanez, y relató el hecho que la llevó a abandonar la tira
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En una entrevista, la actriz Paula Di Chello acusó a Gerardo Romano de haberla empujado contra la pared, besarla y morderle el labio hasta dejarla sangrando, en una escena fuera de libreto. Según su testimonio, el hecho ocurrió mientras grababan una telenovela producida por Enrique Estevanez.
Si bien la situación trascurrió hace varios años, recién salió a la luz esta semana. “¿Tuviste algún problema con Gerardo Romano?”, le preguntó la conductora del ciclo televisivo Mamás felices, Andy Chiarello, a su invitada. Y la respuesta fue contundente. Después de reír, nerviosa, Di Chello disparó: “Sí. Fue un desastre. Un horror. Y en ese momento no se podía hablar del tema”, explicó.
“Estábamos en la grabación de una novela de Quique Estevanez. Eran los primeros capítulos. El personaje de Romano tenía una clínica trucha, oscura, y estaba envenenando a una señora millonaria, y yo era su secretaria”, recordó. La ficción en cuestión fue Se dice amor, emitida por Telefe entre 2005 y 2006. Allí, efectivamente, Romano componía a Octavio Ocampo, uno de los malvados de la novela que mantenía cautiva a Juana Benegas (Silvia Kutika) en su propia clínica. El personaje de Di Chello era Tania, la secuaz de Ocampo.
“Mi personaje tenía que impartir estas inyecciones para lastimar [a Juana]. Y en una de las escenas, en un pasillo, sin que estuviera guionado, me pone contra la pared, me encaja un chupón, me muerde la boca y me hace sangrar”, rememoró la actriz. Y se preguntó: “El beso, ponele, pero la mordida hasta que me salga sangre del labio... ¿Qué necesidad?”
“Lo tengo grabado. Y muchas veces me dijeron que tendría que haber hecho alguna denuncia... Porque me alejó mucho de la profesión”, explicó. Luego de lo ocurrido, según los dichos de Di Chello, Romano actuó de manera muy extraña: “Me dijo que era una boluda. Seguramente no habré reaccionado como él esperaba... Yo dejé que siguiese la escena porque eso es lo que te indican como actor: hasta que el director no dice ‘corten’ no podés parar. Lo tendría que haber hecho”.
“Esa escena salió al aire. Está grabada. No he tenido la posibilidad de volver a verlo, pero hace unos años si me lo hubiese encontrado, le hubiera dado un cachetazo”, afirmó.
La actriz se refirió, también, a la pasividad de los directores, Hugo Alejandro Moser y Pablo Vásquez, y del productor, Estevanez, ante lo sucedido. “Nadie dijo ni hizo nada”. Frente a esta situación, la actriz decidió hablar con su representante. “Le dije que yo así no iba a poder seguir”.
“Él era un actor muy famoso y yo no; él tenía mucha experiencia y yo no. Había una cuestión de poder que era difícil de sortear, también. Sabía que si hacía algún tipo de problema o de denuncia, me iban a sacar... La decisión de irme la tomé yo, pero muchas veces las mujeres no queremos decirlo porque nos corren, nos cancelan. Es algo que sigue pasando”, explicó.
Di Chello, que además participó de los ciclos Patito Feo y en la película Un hijo genial, junto a Julián Weich, entre otros trabajos, y escribió varios libros infantiles, siguió su relato: “Después, algunos actores me dijeron: ‘Gerardo es así, es su forma de ser’. Tal vez si él me hubiese dicho: ‘Disculpame, se me fue la mano; no lo pensé, fue un impulso’... Y creo que lo volví a ver en una escena, pero fui, grabé, ni me lo crucé y me fui”.
Sin embargo, según contó, ese no fue el único hecho aislado que vivió junto a su colega: “Me perseguía por los pasillos, me sacaba el celular, me decía cualquier cosa... Me sacaba el teléfono cuando yo hablaba con mi mamá y le decía ‘suegra’. Como si fuese normal. Y seguramente, él debe decir: ‘Ni me acuerdo’. Pero por suerte, está grabado”.
El hecho ocurrió apenas unos años antes de que Calu Rivero y Natalia Juncos contaran su experiencia con Juan Darthés en dos ficciones producidas por Estevanez, de que Anita Co diera a conocer su historia y de que el Colectivo de Actrices acompañara a Thelma Fardin en su denuncia de violación contra el actor. “En esa época no se decía nada. Era: ‘Tenés trabajo, querida. Callate la boca’. No es como ahora. Las cosas cambiaron y por muchos años por supuesto que no dije nada”.
“Eso me alejó un poco de la profesión. Me puso reticente. Estuve buscando qué quería hacer, dónde y con quién. Me volqué a trabajar con niños. De mi anterior libro se hizo una película. Me encantaría volver, pero en otro contexto”, explicó Di Chello.
“Ahora lo estoy diciendo y estoy intentando liberarlo... La verdad que ahora, ya prescribió, porque pasó mucho tiempo para hacer una denuncia legal. Si me lo cruzara, le diría “Te aprovechaste de la situación. Sos un agresivo. No podés tratar así a las mujeres. Vos tenés que pedir permiso antes de hacer una cosa así; hablarlo. No sos profesional, y creés que podés hacer cualquier cosa sin ninguna consecuencia. Y sí hay consecuencias. Y si no las tenés ahora conmigo, las vas a tener de otra forma”, finalizó la actriz.
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