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El periodista Fabián Doman es de esas figuras reconocidas que gozan de la repercusión masiva que otorga la televisión, pero que conserva un discreto perfil sobre algunas cuestiones que atañen a su intimidad. Se sabe sobre sus matrimonios y otras yerbas, pero casi nada sobre sus orígenes. Acaso porque él se encargó de preservar aquellos aspectos que hacen a dolores profundos. A esas ausencias que se sienten más que otras.
A los 56 años, el conductor del programa Intratables tiene ganas de pensar en voz alta ese devenir que lo transportó a un presente donde encuentra en la organización familiar uno de los pilares de su vida. Sin embargo, esa armonía no siempre fue tal. O al menos estuvo atravesada por esas falencias que duelen demasiado. “Para mucha gente nací en 2013, el día que me puse el chupín”, bromea Doman en la charla con LA NACION. Una conversación extensa en la que se permitió hablar con tono reflexivo, consecuencia de un largo trayecto de psicoanálisis. “Soy porteño y mis padres se separaron cuando era muy chiquito”, rememora.
-¿Qué edad tenías cuando se separaron tus padres?
-Quince días de vida. Mi madre era docente, maestra de frontera. A mis cuatro años nos fuimos a vivir a Salta y luego a Clorinda en Formosa.
-¿Y tu padre?
-Vi a mi padre cinco veces en toda mi vida, falleció hace dos años. Mi madre se volvió a casar, así que tengo dos hermanos por parte de ella. Y tengo tres hermanas por parte de padre, con las que también me llevo muy bien. Soy el mayor de seis hermanos que no son seis hermanos entre sí. Me llevo bien con todos.
-¿Cómo fueron esos cinco encuentros con tu papá?
-Me llamo Doman porque ese es su apellido. Primero tuve relación con mi abuela paterna; a él empecé a conocerlo con las charlas que yo consideré necesarias.
-Imagino el gran dolor que esa situación te causaba.
-Fue una herida que cicatricé cuando él me dijo: “Este es mi teléfono, el día que quieras me llamás y nos juntamos para vernos”. Mi hijo mayor se vio mucho con él. Con los años, mi padre tuvo una enfermedad degenerativa, pero, gracias a Dios, pude ayudar a Mayra, mi hermana menor por parte paterna, una mujer excepcional que estuvo al lado de él y yo estuve al lado de ella.
-A pesar de las cinco escasas oportunidades en que lo viste, ¿hubo evolución en el vínculo?
-El modo en el que lo terminé de perdonar se dio luego de mucha terapia. Para un varón, el no reconocimiento paterno afecta a la autoestima, así que trabajé mucho el tema con muy buenos profesionales. Terminé volcando todo lo aprendido en la terapia con él, sobre todo en los últimos años de su vida, aunque ya tenía esa enfermedad que le impedía recordar algunas cosas.
-¿Hubo cercanía antes de su fallecimiento?
-Pudimos estar en su final. En el 2017, tuve la suerte de sacar una foto y ver juntos a mis padres. Fue la única vez en mi vida que estuve con los dos juntos.
-Tenías más de 50 años...
-Me lo propuse como meta y lo logré. Fue en el geriátrico donde estaba internado. En este momento, mientras hablo con vos, miro esa fotografía.
-¿Cómo reaccionó tu madre al verlo?
-Muy bien, me apoyó en todo. Le dije: “Quiero que mañana me acompañes a un lugar”.
-Y aceptó.
-Cuando estábamos llegando me dijo: “Ya sé a dónde vamos”.
-¿Fue buena la actitud de tu padre ante esa situación?
-Perfecta, aunque él ya estaba con ese proceso degenerativo.
-¿Los reconoció?
-Sí.
-¿Dónde percibís que te marcó esa ausencia de la figura paterna?
-Siento que cualquiera se puede equivocar, pero no necesariamente pensando en hacer daño, aunque él me lo hizo. Lo planteo en términos del programa de televisión: siento que alguien cuando opina, no lo hace pensando en dañar a otro.
Elogio de la discusión
En pocos días, la programación del canal América sufrirá modificaciones en su grilla de horarios. La incorporación de TV Nostra, el nuevo ciclo de Jorge Rial, correrá el inicio de Intratables a las 22.30. No solo se tratará de un cambio de hora, también se reformulará el panel de periodistas que debaten en el ciclo. Ya se alejaron Ceferino Reato y Ernestina Pais. Y se especula con que Paulo Vilouta, un histórico del formato, también deje su lugar. Según trascendió, el panel quedaría conformado por Diego Brancatelli, Débora Plager, Gustavo Grabia y Claudio Savoia. Entre los nombres que circularon para integrar el nuevo staff se encuentran los de Silvia Fernández Barrio, Nicole Neumann, Agustina Kämpfer y Martín Candalaft. “Intratables tendrá un contenido mucho más periodístico, aunque eso no significa que perderá su esencia que es el debate”, anticipa Doman.
-En el prime time, compitiendo con tanques como MasterChef Celebrity, el programa atenderá las necesidades de otro sector de la audiencia.
-Hay un tema que está en debate con respecto a las noticias en televisión abierta. ¿Se ven más o menos los programas sobre la actualidad?
-¿A qué primera conclusión podemos llegar?
-Cuando pasan cosas, la gente enciende el televisor. Muere Diego Maradona y el rating sube. Estaba en los Estados Unidos cuando tomaron el Capitolio y la medición de CNN y Fox News subió considerablemente. El público está esperando. Si la gente no se acerca más, hay que pensar qué se tiene que cambiar. La mirada siempre tiene que ser sobre uno, sobre la oferta. Me incluyo en lo que voy a decir: creo que los que producimos información en todas las plataformas, estamos con cierta pereza y damos vuelta siempre sobre lo mismo. ¿Por qué determinadas notas pegan tanto? Porque te cuentan algo que no viste o leíste antes. De eso se trata la noticia. En inglés new significa nuevo y news noticias. Solo los separa una letra.
-Si tuvieras que definir tu programa, de características tan particulares, ¿qué dirías?
-Hago un show de noticias, con la particularidad que Intratables es un formato único copiado a nivel local, nacional y mundial. Siempre les digo a las autoridades del canal que van a pasar a la historia por haber inventado Intratables. Échenme, pero no levanten Intratables.
-¿Cuál considerás que es el gran aporte del formato?
-Consolidó el concepto que indica que dos personas que piensan diferente pueden estar discutiendo en el mismo lugar. El antecedente fue Polémica en el fútbol, cuarenta años atrás.
-Algunos embates entre panelistas suenan a puesta en escena. ¿Qué peso tiene el show?
-Todo es absolutamente real.
-Los periodistas participantes, ¿no responden a un personaje creado por ellos mismos? ¿No están anclados a eso?
-Apuntás a qué sucede cuando se cae en un estereotipo. Esa es una decisión personal de cada integrante del programa, no me puedo meter. Eso sí, solo discutimos ideas. Antes de salir al aire, les pido a mis compañeros: “Digan lo que quieran, pero cuando hablen digan lo contrario a la última persona que habló”. Lo único que no permito es que se toquen temas personales, la chicana. No estoy para decidir quién es buena o mala persona.
-En tal caso, lo que se piensa sobre cuestiones políticas no convierte a nadie en bueno ni en malo per se.
-Creo en eso, pero no siempre es lo que se piensa en un país tan agrietado como la Argentina. No soy kirchnerista, nunca lo fui. Es más, me prohibieron dos veces. Sin embargo, no soy antikirchnerista, aunque no coincido en nada con ese pensamiento. Tendría derecho a tenerles odio, pero no manejo ese sentimiento. Desde ya, tengo mi ideología, pero mi rol en el programa es moderar.
-¿Existe vínculo entre los panelistas luego de la emisión en vivo?
-Depende de las circunstancias. Estamos preocupados por cómo salió el programa, qué midió más. Más allá de eso, termina el programa y todos se van, son gente adulta.
-Alguno se habrá ido sin saludar a algún compañero...
-Desde que estoy, si eso sucedió una o dos veces es mucho.
-En 1966 se estrenó Tiempo Nuevo, el programa de Bernardo Neustadt que marcó una época del análisis político televisado. Si pensamos en este tiempo, ¿considerás que ese abordaje hoy se encuentra definido por el estilo de Intratables?
-Es así. Además, entre Neustadt e Intratables ubicaría a los programas de investigación, ciclos de excelencia como los de Jorge Lanata. Si pensamos el presente, Intratables mutó hasta en programas deportivos, hay modelos similares en otros países. Es una institución más allá del conductor. Santiago del Moro, que es uno de los mejores conductores que tiene la televisión argentina, tenía una impronta tan fuerte que no permitía que se llegase a ver la institución Intratables. Algo similar sucede con Telenoche, que ha tenido diferentes conductores. Intratables continúa en el tiempo como el programa insignia de América. Mi aporte fue institucionalizar la marca.
-Tu rol se podría definir desde la lucidez de pasar “inadvertido” siendo una figura gravitante y central dentro del formato.
-Llegaste a la médula. Santiago del Moro es más conductor que yo, y yo soy más periodista que Santiago. Eso que vos observás, ese pasar inadvertido por momentos, incluso desde el silencio, es fruto de un trabajo enorme. Para lograrlo conté con la ayuda invalorable de Liliana Parodi, responsable de la programación, y del productor José Núñez. Soy como el árbitro, cuando menos se me nota, mejor salió el partido.
Reincidencias
Luego de un matrimonio de veinte años con la periodista Evelyn von Brocke, Doman transitó la libertad de la “vida de soltero” con algún amor formalizado y varios nombres trascendidos. Los periodistas son padres de dos hijos y la separación tuvo ribetes mediáticos y alguna que otra frase intensa para alimentar los gossip shows. El 28 de junio de 2019, y luego de un no muy extenso noviazgo, el periodista formalizó la unión civil con la empresaria María Laura de Lillo. La fiesta de bodas en el Hotel Alvear fue pomposa. Se habían conocido en 2017, en la gala organizada por una revista a la que ella asistió porque su empresa de mobiliario era anunciante del medio. A pesar de las reticencias de la novia por la vida pública, se los veía en eventos con el temple amoroso de los que recién inician una relación. Sin embargo, en el inicio de la cuarentena del año pasado, fruto de la pandemia del coronavirus, la pareja se distanció, pero no por mucho tiempo.
-¿Cuál es tu estado civil hoy?
-Estamos felizmente casados.
-¿Sirvió la pausa?
-Sí, volvimos a finales de noviembre y estamos en los mejores meses desde que nos conocimos, hace más de tres años. En nuestro caso, la distancia no fue el olvido.
-Se habían unido hace muy poco, ¿a qué atribuís la separación?
-Yo tenía horarios difíciles, hacía radio muy temprano, en la primera mañana, y eso complicaba las cosas. No desayunaba ni cenaba con ella. Vivir con horas separadas te lleva a distanciarte. Además tenemos personalidades muy fuertes los dos, pero aprendimos que lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos desune.
El periodista, que hoy ocupa el horario de 15 a 18 en radio La Red con su programa Doman 910, entiende que a su mujer la fastidia la exposición y que eso también socavó la relación: “No es de los medios y odia que hablen de ella”.
-Pero se casó con Fabián Doman.
-Ese es el punto. Cortamos pensando que no volveríamos a estar juntos nunca más, nos sorprendimos con la vuelta. Ella me dice “cómo me cuesta, no soy famosa”, pero está casada con el conductor de Intratables. María Laura es una empresaria importante y exitosa, todo lo hizo con esfuerzo, ahora tiene que estar preparada para la exposición y eso le pesa.
-¿Trabajarías con Evelyn von Brocke?
-Sí, no tengo ningún problema, pero sería tildado de oportunista. Hace unos días hablé con ella por un tema laboral sobre el que me pidió un consejo, podríamos trabajar juntos.
-¿Tienen vínculo tu ex y tu actual esposa?
-Evelyn habla bastante con María Laura. Incluso, le ha comprado muebles a espaldas mías.
-El cuadro familiar perfecto.
-Te digo más, mi hija veraneó con María Laura hasta hace una semana y tengo una hija del corazón que la vida me regaló gracias a mi actual mujer.
-De la ausencia paterna a una familia ensamblada numerosa que potencia la foto familiar.
-Uno busca multiplicar los panes que no tenía.
Actualidad
En pocos días, Fabián Doman conocerá algunos de los resultados que obtuvo su experiencia en torno a la vacuna chino-canadiense CanSino: “Participé de la prueba, es una monodosis. El 2 de marzo me enteraré si lo que me inyectaron fue vacuna o placebo”. La práctica fue materializada por la Fundación Huésped y de la misma participaron otras figuras conocidas como Chiche Gelblung y Marina Calabró.
Doman se radicó en los Estados Unidos durante un largo período a comienzos de 2000. Entre otras actividades se desarrolló como Jefe de Prensa de la embajada argentina. Ese rol lo llevó a conocer en detalle la vida política y económica del país. Su tránsito por Norteamérica posteriormente le acercó diversas posibilidades como consultor: “En el comienzo de la negociación de la deuda con el FMI y los acreedores, como yo había trabajado cinco años en Ámbito Financiero, Roberto Lavagna y Guillermo Nielsen me sumaron a su equipo. Participé de todas las negociaciones con el Fondo en 2000 y 2003 y del primer año de negociación con los acreedores. Aprendí mucho del mundo de las finanzas”.
-¿Es real que Néstor Kirchner apeló a tu experiencia?
-Néstor Kirchner creía que yo sabía más del Fondo que lo que sé. Antes de pagarle al Fondo lo que le pagó, llamó a mi casa para preguntarme qué opinaba.
-¿Él te llamó?
-Creí que era una broma y le corté. Es más, llamé al conmutador de Olivos para comprobar si era cierto. Finalmente, me volvió a llamar. Fue la única vez en mi vida que hablé con Néstor Kirchner.
-¿Te hizo caso? ¿Aceptó tus consideraciones?
-Le dije que no le pague al Fondo porque los intereses eran a tasa baja, le convenía pagarles a otros acreedores.
-¿Qué te respondió?
-Que el Fondo se le metía en su política económica.
-¿Cómo es tu vínculo con el presidente Alberto Fernández?
-Era sobresaliente hasta que ganó las PASO. Recuerdo que hablé veintisiete minutos sobre la reunión que tuvo con el Fondo. Fue aquella reunión en la que salió la versión que el Fondo pedía adelantamiento de elecciones. Me pidió mi opinión, pero hizo todo al revés.
-¿Es cierto que te apasiona la política norteamericana?
-Soy un fanático de los procesos electorales en los Estados Unidos.
-¿Será un buen gobierno el de Joe Biden?
-Arrancó con el pie derecho y, a diferencia de Mauricio Macri, dijo: “Soy un gobierno de transición”. Es lo que Macri nunca entendió. Cuando venís de algo tan autoritario como fue la administración de Trump, tu gobierno es de transición en busca de la recuperación de lo básico y los valores”.
-Mencionás a Mauricio Macri, ¿qué hizo y qué debería haber hecho?
-Macri quiso instalar una épica. En lugar de ocuparse de ordenar el país y la economía, estaba ocupado en instaurar un relato, pero su función era la transición. ¿Qué fue Duhalde? Una transición.
-¿Y Alberto Fernández?
-También debería haberse planteado como de transición luego del kirchnerismo y el fracaso macrista. Eso no implica que sea un gobierno chico, todo lo contrario, se trata de un gobierno que ordena el desorden. Además, en esas transiciones se debe incluir en los ministerios gente de todos los partidos.
-¿Se ha vuelto más compleja la tarea de informar en las últimas décadas?
-Los periodistas en la Argentina tenemos un gran trabajo. Primero debemos informar lo que dice el funcionario, luego explicar qué es mentira, y recién ahí ponernos a debatir. La Argentina es el primer país del mundo que tiene un plan de vacunación sin vacunas.
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