Luego de 22 años de idilio con Eve Mavrakis, la estrella de Trainspotting protagonizó una infidelidad que fue captada por las cámaras y se convirtió en el centro de una ruptura que involucró hasta a sus hijas
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La vida romántica de Ewan McGregor navegaba en un mar calmo. Los medios no solían hablar de su matrimonio porque simplemente, no había mucho que decir, más que él y su esposa eran muy felices junto a sus cuatro hijas. Pero eso cambió rotundamente cuando la estrella de Star Wars fue captada besando a otra actriz, lo que dio pie a uno de los divorcios más controversiales de Hollywood, pero también, al comienzo de una nueva etapa para el actor.
Un flechazo, y matrimonio
Ewan McGregor era un joven escocés de 24 años cuando conoció a Eve Mavrakis. Su carrera en el mundo de la actuación apenas empezaba, pero su futuro lucía prometedor. En uno de sus primeros trabajos, en 1995, fue convocado para un episodio de la serie británica llamada Kavanagh QC. En esa ficción, Eve era la diseñadora de producción, y entre ambos pronto surgió el amor. Ella era cinco años mayor que McGregor, y contaba con una vida que al actor le resultaba fascinante. Mavrakis había nacido en Francia, pero su familia se mudó a China, y allí pasó buena parte de su infancia y adolescencia. Su contacto con el cine comenzó de pequeña, cuando en 1987 trabajó como traductora de chino en el set de El imperio del sol, de Steven Spielberg. El flechazo entre ambos fue tan grande, que pocos meses después de conocerse, Ewan y Eve contrajeron matrimonio.
En 1996, McGregor protagonizó Trainspotting, y su popularidad y prestigio ascendieron meteóricamente, dando pie a una carrera que luego lo llevó a Hollywood, a trabajar en grandes films como Moulin Rouge, Velvet Goldmine o las precuelas de Star Wars. En esa época de tanta fama, el actor opinaba que Eve era su cable a tierra, el vínculo que lo alejaba de la frivolidad del mundo del espectáculo y lo llevaba a disfrutar una pacífica vida familiar. Recordando ese período, el intérprete comentó en una oportunidad: “Cuando la conocí, supe que quería estar junto a ella de un modo completamente distinto al que había estado con muchas, muchas, realmente muchas de las mujeres con las que tuve algo. Y no me equivoqué, la verdad es que hice lo correcto”.
El matrimonio recibió a su primera hija, Clara Mathilde, en febrero de 1996, a quien le siguieron Esther en 2001, y Anouk en 2011. En 2006, la familia adoptó a Jamyan, una pequeña de cinco años. Debido a la agenda laboral del actor, el grupo se mudó a Los Angeles, y allí iniciaron una nueva vida. Las niñas se adaptaron a la cotidianeidad lejos de Europa, y en las entrevistas Ewan solía hablar sobre las claves de su vínculo de pareja: “Me preguntan mucho cuál es el secreto para tener un matrimonio feliz, y no puedo responder a eso sin caer en un lugar común. Simplemente no puedo decirte ‘si hacés esto o lo otro, va a estar todo bien’, porque la cosa no funciona así. No hay más secreto que estar profundamente enamorado de la mujer con la que elegís compartir tu vida”. Poco después, un rodaje cambiaría intempestivamente todo.
En el ojo del huracán
En 2016, Mcgregor se convirtió en el protagonista de la tercera temporada de Fargo, junto a Mary Elizabeth Winstead. El matrimonio invitó a la actriz a una cena familiar, junto a sus cuatro hijas. Ella se presentó sola, y no junto a su marido Riley Streans, con el que llevaba casada seis años.
El rodaje de Fargo comenzó, y se prolongó hasta lo primeros meses de 2017. Nada hacía atípico a ese trabajo, sin embargo, cuando Ewan volvió al hogar, su esposa lo notó distinto. Eve descubrió que su marido y Mary Elizabeth (que se había divorciado pocas semanas antes), tenían una relación muy cercana, y empezó a sospechar de una infidelidad. Pero McGregor lo negaba una y otra vez, y con la intención de huir de una crisis matrimonial inminente, el actor y su mujer pusieron el acento más en su relación, y menos en los compromisos laborales. En junio de 2017, Mavrakis publicó en Instagram una foto de su pareja llamándolo “mi amor”. Se trató del último gesto romántico que le dedicaría en redes.
En octubre de 2017, Ewan viajó a Londres por trabajo, y ese mismo mes, se detonó la bomba. The Sun publicó una foto del intérprete, besando a su compañera de Fargo. Inmediatamente los medios del mundo se hicieron eco de esa imagen, que capturaba el instante en el que McGregor le era infiel a su esposa. Un día después, se dio a conocer que el matrimonio se había separado, luego de 22 años casados.
El desfile de opiniones parecía interminable. Algunos destacaban la diferencia de edad (él tenía 50, ella 36), otros ponían el acento en la familia del actor, y algunos buscaban la palabra del exmarido de la actriz. Los medios amarillistas citaban presuntas fuentes anónimas cercanas a la familia de Mavrakis, que aseguraban que Winstead estaba obsesionada con McGregor desde su adolescencia. Muchas publicaciones omitían cargar las tintas contra Ewan, y se limitaban a repudiar la actitud de la actriz, a la que llamaron “rompe hogares” una y otra vez. Por otra parte, y en un momento de crisis, la hija mayor del matrimonio disuelto, Clara Mathilde, llamó “pedazo de basura” a Winstead en un posteo de Instagram (poco tiempo después, se retractó por ese comentario, asegurando que no estaba pasando “por su mejor momento”).
Desde Los Angeles, Eve Mavrakis fue vista sin su anillo, y en una nota aseguró: “No hablo con Ewan en absoluto, así que no tengo idea si él está o no con ella. No me importa lo que sea que esté haciendo, y tampoco sé mucho. No estamos hablándonos en este momento”. En medio de esas semanas de caos mediático, algunos medios señalaban que McGregor había buscado refugio en el hogar de Mary Elizabeth, mientras la versión oficial aseguraba que ellos habían tomado distancia. El único dato certero y confirmado, fue que en enero de 2018, el actor y su ex pareja solicitaron el divorcio formal, aduciendo “diferencias irreconciliables”.
El divorcio eterno
El 7 de enero de 2018, antes de comenzar el juicio de divorcio, McGregor recibió un Golden Globe por su actuación en Fargo. En su discurso, él expresó: “Quiero tomarme un momento para agradecerle a Eve, que siempre me apoyó a lo largo de los últimos 22 años. Y también decirle a mis cuatro hijas, Clara, Ester, Jamyan y Anouk, que las quiero mucho”. De manera un poco llamativa, acto seguido agregó: “No hubiera habido un Ray, mi personaje, sin Mary Elizabeth Winstead. Así que gracias a vos también”. Poco tiempo después, la pareja formada en Fargo, se empezaba a mostrar públicamente.
En la historia reciente de Hollywood, pocas separaciones fueron tan seguidas por la prensa como la de McGregor y Mavrakis. En el medio, hubo varias fricciones y una intensa negociación sobre cómo dividir los bienes conyugales. Inicialmente ella pedía custodia exclusiva de su hija menor de edad, pero él solicitaba que fuera compartida. Con respecto a las ganancias generadas durante el tiempo que duró el matrimonio, la cifra era millonaria. La mitad de los bienes comprados con los salarios de éxitos como Star Wars, Moulin Rouge!, El gran pez y Trainspotting, le correspondían a Mavrakis. Y las futuras regalías que pudieran provenir de esos títulos, también debían dividirse en partes iguales. Envuelto en un laberinto burocrático, el proceso se extendía más y más, y McGregor deseaba darle un punto final al asunto. Por ese motivo, en noviembre de 2019, y con el juicio sin finalizar, él solicitó al juzgado que lo declararan soltero.
Según un documento revelado por The Blast, el protagonista de Christopher Robin declaró que aceptaba lo dispuesto por el juzgado con respecto a la división de ganancias, y que también se comprometía a depositar todos los meses en la cuenta de su ex pareja 15 mil dólares para la manutención de su única hija menor de edad, más 36 mil dólares en concepto de manutención conyugal. Por otra parte, el juzgado reconoció a Mavrakis como dueña de cinco autos (de una colección integrada por treinta), una mansión en Los Angeles valuada en siete millones de dólares, y medio millón en efectivo. Con respecto a la custodia de Anouk, la niña menor, finalmente se resolvió que la misma fuera compartida.
En medio del proceso de separación, cuando le preguntaron por su vida romántica, Ewan respondió: “Me encuentro mejor después de todo esto. Soy más feliz, y creo que esa es la verdad”. En agosto de 2020, luego de tres años y medio de idas y vueltas legales, McGregor y Mavrakis culminaron su juicio de divorcio.
Una nueva vida
Desde el último año, lejos de los torbellinos mediáticos, Ewan McGregor lleva adelante una vida muy serena. Sus hijas, especialmente la mayor, aceptaron el romance de su padre, y mantienen un vínculo de respeto con su nueva pareja. La gran sorpresa fue que el pasado 28 de junio, y luego de un embarazo que se ocuparon de no divulgar, el actor y la actriz anunciaron el nacimiento de Laurie.
Quienes divulgaron la llegada del bebé, fueron las dos hijas más grandes de McGregor, que compartieron la feliz noticia en sus cuentas de Instagram, junto a las primeras imágenes del pequeño. De esa manera, con un recién nacido en la familia y una relación ya establecida junto a Mary Elizabeth Winstead, Ewan vuelve a ser noticia más por sus trabajos profesionales que por los entretelones de su vida romántica.
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