La actriz española de 24 años, que se convirtió en un fenómeno de masividad en su país, conversó con LA NACION sobre el desafío de protagonizar una película de terror, la violencia que padece en redes sociales y el recuerdo de sus visitas a Buenos Aires
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De un tiempo a esta parte, los ojos de la industria del entretenimiento internacional están depositados en ella. A los 24 años, la actriz y modelo española Ester Expósito se hizo conocida gracias a su participación en series como Vis a vis y, fundamentalmente, por su papel de Carla Rosón en Élite. Su rol en esta ficción de Netflix no sólo la afianzó en el universo del espectáculo, sino que la asentó como una influencer seguida por millones de seguidores a través de sus redes sociales.
El llanto, film de terror que se estrenó el jueves 28 de noviembre en nuestro país, reafirmó su lugar estelar. Su tiempo para encabezar repartos le llegó vertiginosamente. Merecido reconocimiento a su status interpretativo. “La chica del momento” tiene mucho para ofrecer como actriz. También para crecer.
“Es una película de terror, pero también de autor, con una mirada muy personal de Pedro (Martín-Calero) y de Isabel (Peña)”, reconoce Expósito en el inicio de la entrevista. Instalada en Los Ángeles momentáneamente “por cuestiones de trabajo”, la intérprete reconoce que “el film es una metáfora de más cosas, no solo es lo que ocurre físicamente, sino el mensaje que va más allá, por eso siento que es una película de terror especial, ya que estamos acostumbrados a un terror más físico o explícito”.
-Es un material muy simbólico.
-Simbólico, metafórico y psicológico.
A priori, el argumento resulta inquietante: tres mujeres que, en momentos distintos del tiempo y conectadas sin saberlo, se enfrentan a una amenaza que las trasciende. Un sollozo las vincula. Una presencia no tangible que modificará el destino de sus vidas. “Utiliza elementos paranormales para hablar sobre la violencia de género, esto no es habitual”.
Si de actos de violencia se trata, las redes sociales -más allá de sus innegables virtudes- también son reservorio de fake news, trabajo de trolls y haters. Ester Expósito no escapa a las generales de la ley y, tras recibir recientemente el premio New Generation en los Bazaar Women of the Year 2024 se despachó a gusto contra aquellos que, una y otra vez, se meten con su aspecto físico y dan cuenta ligeramente de supuestas transformaciones producto de cirugías estéticas. “Es todo muy absurdo”, enfatiza la actriz, claramente disgustada con ese lado b de su exposición.
-En tu caso, por ser una figura pública, queda al descubierto una trama perversa de opiniones infundadas, y hasta naturalizadas, pero tu testimonio espejó la realidad de muchas mujeres que sufren lo mismo pero están invisibilizadas.
-Sin ningún tipo de información, la gente se cree que, porque soy una figura pública, puede decir lo que quiera como si fuera la verdad. En mayor o menor medida, nos pasa a todas las mujeres que tenemos redes sociales, estamos expuestas a comentarios tanto por si estamos muy delgadas o por si estamos gordas o por el estado de nuestra cara. Por el hecho de ser mujer, estamos obligadas a ser perfectas, una presión que es agotadora y la viven todas las mujeres de este planeta. Luego, con los años, cuando creces y no eres “carne fresca”, te vuelves invisible. En cuanto a lo físico y estético, se nos presiona más que a los hombres. También los medios de comunicación deben dejar de darles bolilla a esos comportamientos y dinámicas. No se habla públicamente del físico de nadie.
-Hablás de “carne fresca” y eso trae aparejado el edadismo y la demonización de la edad.
-En lo profesional, los actores exitosos siguen trabajando con igual o más éxito mientras se van haciendo mayores, pero las mujeres tienden a desparecer en cuanto van cumpliendo años, eso nos da la medida de cómo no es lo mismo envejecer siendo hombre o mujer. Las mujeres comienzan a ser olvidadas porque la industria y la sociedad ya no las considera atractivas, pero el hombre sí sigue siendo considerado así.
-Sos una influencer seguida por millones de personas en buena parte del mundo. No deben ser pocas las mujeres que te escriben comentándote sobre situaciones adversas en torno a estas cuestiones.
-Tengo tantos mensajes diarios que ya nos los miro, no podría encontrar entre todo eso el pedido de ayuda de una chica. Pero sí, luego de lo que dije en el premio, recibí el apoyo de muchas mujeres que me han comentado que ya están hartas de ese tipo de situaciones.
Expuesta
Ester Expósito es una de las figuras españolas con mayor injerencia en Instagram, donde hoy es seguida por más de 26 millones de personas. Semejante performance hace que, no sólo sea convocada en propuestas artísticas de ficción, sino también para desarrollar su carrera como modelo siendo la imagen de numerosas firmas de moda de trascendencia mundial. Además, ha realizado participaciones en clips de músicos de notable masividad. En 2020 se mostró danzando en “El efecto”, el corte de Rauw Alejandro y Chencho Corleone. El material fue un suceso y, en menos de un año, acumulaba 92 millones de reproducciones.
Semejante exposición la de Expósito que también llevó a la opinión pública a referirse a su vida personal. En el Cono Sur, su romance con el actor Nicolás Furtado que se inició en 2021 y finalizó el año pasado, fue la comidilla de muchos programas de chimentos.
-En Argentina se suele decir que, en una pareja, cuando los dos integrantes “se maquillan”, en relación al trabajo público de ambos, algo saldrá mal.
-Tener una pareja que comparta tu profesión es curioso; todas mis parejas han sido actores. Creo que es lógico, ¿no?, porque es con quienes te relacionas y entienden tu vida, tu dinámica profesional, comparten la misma pasión. Pero también tiene sus cosas, porque no hay horarios ni locaciones fijas, entonces es difícil que las agendas coincidan. También es cierto que puede ser abrumador y empalagoso, ya que se suele caer en el mismo tema de conversación -el trabajo- y eso es peligroso. Está lo lógico del entendimiento, pero también puede aparecer la saturación.
-¿Tenés contacto con Nico Furtado?
-Prefiero no hablar sobre eso.
-¿Cómo recordás tus visitas a Buenos Aires?
-He estado un par de veces y ha sido muy divertido, me han gustado mucho sus calles. Es una ciudad que se parece mucho a Madrid, es muy viva, con movimiento y las terrazas están siempre llenas de gente.
-En tu visita a nuestro país, fuiste a ver a La Renga y hasta tomaste fernet con gaseosa.
-En realidad, tomaba ron con gaseosa. El fernet me parece muy fuerte. Pero lo tomé con la botella cortada, como corresponde, como se toma en el concierto de La Renga.
Niega estar de novia con el actor español Miguel Bernardeau, también integrante del elenco de la serie Élite y quien personificó a Diego de la Vega en la serie El Zorro. “Es un gran amigo, nos queremos mucho, pero no somos novios”.
-¿Estás en pareja?
-No.
De género
-Volvamos al cine. ¿Por qué aceptaste protagonizar El llanto?
-Adoro el terror, así que cuando llegan este tipo de propuestas tienen una posición especial; es mi género favorito. Cuando leí el guion de El llanto, hace más de cuatro años, me pareció que Andrea era un personaje distinto a todo lo que había hecho y me gustaba que fuera una historia de tres mujeres desde una estructura dividida en tres partes.
El film -donde la actriz comparte el protagónico con Mathilde Ollivier y Malena Villa- es la ópera prima del realizador Pedro Martín-Calero, quien estudió fotografía y aplicó estos conocimientos en el medio cinematográfico. En Inglaterra dirigió dos cortometrajes considerados obras de culto en la red: una adaptación futurista de la obra de teatro Julio César, de William Shakespeare, para el British Council, y You are awake, un corto de terror psicológico para Channel 4. Por este último fue nominado al premio Young Director Award de Cannes en 2017. Mientras se desarrolló como director de fotografía, también dirigió videoclips, pero su objetivo central siempre fue el cine.
-Es loable siempre cuando figuras instaladas y reconocidas aceptan formar parte de una propuesta que llega de la mano de un realizador novel. Nunca es sencillo realizar un primer film.
-Me interesa mucho el cine de autor. Es cierto que luego de Élite he realizado dos series más, pero me he enfocado mucho en el cine independiente o, como en este caso, de terror, materiales que, quizás, no se esperaban tanto de mí. Por encima de todo, se trata de buscar la calidad, más allá de la exposición o lo económico. Confié en Pedro (Martín-Calero) porque había visto spots publicitarios y cortos de él muy buenos; tiene mucho gusto en su tratamiento de imagen. Me encantó conocerle, me llevo un amigo. Y estoy feliz porque haya ganado una Concha de Plata como director en el Festival de San Sebastián. Todo salió redondo, fue una gran aventura, esto es solo el comienzo para él.
Inicios
-En Argentina te conocemos por tus trabajos audiovisuales, pero, como le sucede a la mayoría de los actores, te has iniciado en el teatro siendo muy jovencita.
-Siempre supe que quería ser actriz, desde muy jovencita tuve esta vocación, pero mis padres no me dejaban participar en castings ni trabajar.
-¿Por qué?
-Deseaban que tuviese una infancia normal.
-¿Cómo resolvías tu vocación?
-Me apuntaba en la escuela de teatro del colegio, pero a los 13 o 14 años, al estar muy desmotivada en el instituto, porque no me interesaba ninguna asignatura, porque nada tenían que ver con lo artístico, me apoyaron para que me anote en una escuela de interpretación, algo profesional, y también para buscar representante. Así, a los 14 años me sumé a la compañía de teatro del instituto, donde hicimos algunas obras y ganamos varios premios. También en la escuela de teatro en la que estaba por fuera del instituto hicimos obras en salas importantes de Madrid. Ahora tengo un poco abandonado el teatro, pero voy a volver. Lo que pasa es que todo fue muy rápido, a los 17 años ya hice mi primera película de protagonista y un año después rodé Élite.
-¿Es cierto que te “camuflás” para llegar una vida más o menos normal y poder transitar por la vía pública?
-Depende del momento. Me camuflo más en sitios donde hay mucha gente, como los aeropuertos, porque me genera un poco de ansiedad sentirme tan expuesta en lugares tan grandes con tantas personas.
-¿Cómo lo resolvés?
-Antes, me ponía la mascarilla (barbijo), ahora utilizo una gorra y gafas, pero cada vez me relajo más con eso y trato de llevarlo de una manera más natural. En Madrid, quizás no me apetece tanto que me reconozcan y trato de pasar más desapercibida, pero llevo una vida donde puedo ir tranquila por la calle.
-¿Qué estás haciendo actualmente en Los Ángeles?
-Estoy con las reuniones por un rodaje que tendré el año que viene, es una ciudad a la que había venido varias veces, pero nunca había permanecido tanto tiempo, así que me interesaba quedarme para conocer la cultura y acostumbrarme a estar aquí.
-¿Tenés contacto con los actores argentinos que trabajan en España con tanto éxito?
-Conocí a Leo (Sbaraglia) en San Sebastián y, por supuesto, a Malena (Villa), con quien trabajé en El llanto y es maravillosa, pero no tengo amigos o gente muy cercana de la Argentina, y no me ha tocado trabajar con actores del país.
-¿Ves cine argentino?
-El cine argentino es maravilloso, podría consumir más, pero debo decir que una de mis películas favoritas es El secreto de sus ojos, es tremenda. También me ha gustado Relatos salvajes.
-Cuando se está inmerso en la propia realidad, quizás se pierde perspectiva con respecto al lugar que se ocupa. ¿Sos consciente del sitio que has logrado conquistar a nivel internacional?
-Yo que sé… es una pregunta curiosa, porque, a veces sí y a veces no. Por momentos me siento muy afortunada de poder haber conseguido mi sueño siendo tan joven y haber tenido la oportunidad de trabajar con gente maravillosa en proyectos tan bonitos.
-Pero...
-Otras veces, creo que nos pasa a todos, no valoramos lo que tenemos y estamos siempre queriendo otra cosa distinta. Es un trabajo personal decidir estar contento con lo que uno tiene en lugar de criticarse por lo que no tiene o por lo que cree que le falla. Trabajo día a día para sentirme afortunada e ir por más. Trato de ser agradecida de las oportunidades y del amor de la gente.
-El nivel de exposición tan alto no debe ser sencillo de sobrellevar.
-Desde hace un tiempo, intento despegarme del fenómeno Ester Expósito, de lo que genero en la gente o como se quiera llamarlo; porque llegó un momento en el que mi vida y todo lo que yo era tenía que ver con mi carrera y mi exposición, a cómo me veía la gente; eso hace daño, genera ansiedad, porque te olvidas que tú eres más que tu trabajo o la figura pública. Desde hace unos meses intento separarme de todo eso, hacer las cosas que me gustan y reconectar con la Ester que era antes de que explotase todo. Quiero volverme a sentir como algo más que la actriz. Hay que despejar la mente del personaje que te has convertido, soy una chica de 24 años que es más que su trabajo y todo lo que consigue. Eso es importante para poder sobrellevar la vida, cuando se tiene un nivel de exposición tan grande.
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