
Nico Occhiato: el pibe de barrio, el futbolista "frustrado" que brilló en "Bailando por un sueño"
Nicolás Occhiato se consagró como el gran ganador del "Súper Bailando"junto a su bailarina Flor Jazmín Peña,después de enfrentarse en la final contra su expareja, Flor Vigna. El campeón del certamen habló con LA NACION sobre aquella noche del "duelo de exnovios" y confirmó que este año volverá a la pista para defender el título.
El conductor de Tenemos Wi Fi (Net TV) confiesa que descubrió su vocación en los últimos años, cuando se dio cuenta de que le apasiona conducir ciclos de entretenimiento. Su incipiente carrera avanza a paso firme: está a punto de estrenar Todo puede pasar, el nuevo programa que empieza hoy, a las 23, en la pantalla de elnueve, y que irá de lunes a viernes. "Va a ser muy divertido. Va a haber nuevos talentos de baile, tanto amateurs como profesionales, videos virales, cámaras ocultas y humor", le anticipa a este medio.
Antes de todo este fervor mediático, Occhiato jamás se hubiera imaginado que aquél "pibe de Villa Luzuriaga" –la localidad bonaerense donde creció- estaría en televisión. Hasta sus 16 años incursionó en el mundo del fútbol en las inferiores de Racing, y asegura que es un "futbolista frustrado". A los pocos años terminó la secundaria y le planteó a su familia que no quería estudiar una carrera universitaria. "Mis viejos me dijeron: 'Si no vas a estudiar, entonces te ponés a trabajar', y enseguida empecé a ayudar a un tío que manejaba un reparto de pan", le cuenta a LA NACION.

"Me levantaba a las 3 de la madrugada, iba a las fábricas para buscar los pedidos y después los entregaba en cada supermercado. Vivía al revés de todo el mundo. Así estuve un año entero", relata. Al poco cambió de rubro y empezó a hacer mudanzas. Después de aquellos dos años como repartidor de pan y "fletero", finalmente le dijo a sus padres: "Quiero ir a la universidad", eligió la carrera de abogacía y se comprometió con sus nuevas metas.
Su vida dio un giro inesperado a sus 21 años cuando fue a probar suerte a un casting para Combate -el reality de elnueve donde dos equipos de jóvenes se enfrentaban cada semana con desafíos deportivos- y para su sorpresa, estuvo durante dos años en el programa. A partir de ahí comenzó su carrera en televisión.
–Al principio rechazaste la propuesta de participar del "Bailando", ¿Por qué finalmente dijiste que sí?
–Estaba negado a entrar porque hacía el análisis: ‘Yo bailar no sé, por lo tanto, me va a ir mal´. Hablar de mi vida privada no me gusta, lo mediático no me gusta, entonces: ¿a qué voy a ir? Por eso estaba tan cerrado a la posibilidad de ir, porque no le veía un sentido. Ahora, con el diario del lunes, siento que uno puede participar y contar su propia historia sin necesidad de entrar en las peleas. Es un lugar en el que la pasé bárbaro, súper familiar. Me ayudó a dejar de lado ciertos prejuicios. Y encima haber ganado fue una locura.
–¿Cómo viviste la noche de la gran final contra Flor (Vigna)?
–Fue una final especial, muy intensa y emocionante. Flor y yo sabemos de dónde venimos, nos criamos juntos y terminamos en la final del programa más visto. Hoy estamos muy bien, nos queremos sin ninguna etiqueta, no necesitamos ponerle ningún nombre al vínculo. Y me gusta que se haya generado ese mensaje de armonía para los jóvenes. Es la magia que logramos transmitir.

–Con ese balance de todo lo que viviste, ¿por qué creés que ganaste?
–Claramente no tengo la respuesta a eso, todavía ni yo lo entiendo. No lo puedo creer. Lo único que puedo decir es que fui completamente yo: fui yo con mi familia, yo con mis relaciones, el mismo que soy fuera de la pantalla. Si a alguien le cayó bien eso, es porque le caí bien yo como la persona que soy. Creo que es la mejor forma, hay que ser genuino.
–Justamente el hecho de mostrar a tu familia hizo que tu abuela "Conce" se convirtiera en la protagonista de tus previas.
–Tal cual. Me sentí tan cómodo que incluso pude darle esa alegría a mi abuela. Pienso que no hay nada más impagable que el hecho de que alguien tan importante de tu familia te diga: 'Con esto me regalaste 10 años más de vida'. Pasamos seis meses impresionantes y ese también es un regalo que me hizo la vida.
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–Incluso lograste que tu abuela conozca a Mirtha Legrand, su ídola de toda la vida.
–¡Claro! Fue increíble todo lo que vivimos gracias al 'Bailando'. Por eso la noche de la final mucho antes del resultado, cuando dije que sentía que ya había ganado, fue de verdad. No necesitaba ningún trofeo ni nada que me lo demostrara, porque me parece que ganar fue justamente lograr ser feliz junto con mi familia. Obviamente todo lo que vino después fue algo hermoso.
–Hubo momentos de felicidad y otros un poco tensos. Todas las miradas estaban puestas en tu relación con Flor (Vigna)
–Sí, pero fue mucho más relajado de lo que todos se imaginaron. En un momento dijeron que la dejé de seguir en Instagram, pero no es así. Yo nunca la dejé de seguir. Por culpa de lo que se dijo en los medios, Flor y yo teníamos que mantener distancia; nos tratábamos muy fríamente para no crear rumores. Si en un pasillo le llegaba a preguntar: '¿Cómo está tu mamá?' y nos veían charlando podían inventar cualquier cosa, incluso que habíamos vuelto y que ya estábamos esperando un hijo [se ríe].

–¿Te costó sobrellevar toda esa exposición?
–Creo que no me costó tanto porque Flor es muy parecida a mí en eso. Fueron cinco años juntos y nos conocemos mucho. A nosotros no nos interesa lo que digan los periodistas. En un momento se dijo que la dejé de seguir y no me pareció necesario aclarar que no es cierto. Yo sé muy bien lo que pasó y no me cambia en nada los comentarios. No necesito aprobación de nadie que no sepa lo que pasó internamente. Mientras mi familia, Flor y mis amigos me quieran, está todo bien.
–¿Hoy te sentís merecedor del título?
–No sé si soy merecedor. Pienso que todos se merecían ganar. Yo trabajé siempre mucho pensando en hacer un buen trabajo. Nunca pensé ganar el título. El baile no era lo mío, por eso decidí exigirme tanto. Casi siempre ensayaba turnos dobles. El resultado puede haber gustado o no, pero el esfuerzo estuvo y por suerte la gente nos eligió.

–Al ganar el programa se te abrieron otras puertas. Estás a punto de estrenar Todo puede pasar, ¿cómo surgió la idea?
–Fue una propuesta que me gustó desde el principio. Yo ya venía trabajando en Kuarzo Entertainment, [la productora de televisión] y pensaron en mí para esta nueva oportunidad. Flor Jazmín también va a estar en el programa. Hace poco hicimos el casting de talentos y hubo más de 700 personas. Buscamos gente que se quiera mostrar bailando, sean profesionales o no. A mí me interesa mucho el mundo de la producción, sobre todo porque creo que ya no existen conductores que no sean productores. Vivir ese proceso tiene la ventaja de que puedo dar la cara en cualquier momento para defender el proyecto porque yo mismo sé de qué se trata.
–Sos todo un cazatalentos por lo que contás.
–Es que me encanta descubrir esa gente que tiene luz propia, que la ves bailar, te transmite todo y decís: ‘ésta persona tiene algo’. A lo mejor hasta trabaja de otra cosa pero su pasión es el baile y no se animó nunca a patear el tablero.
–Así conociste a Flor Jazmín también, y terminó siendo tu compañera de baile.
–Exactamente. Es que hay cosas que me pasaron muy locas. Por ejemplo, el primer día que vi a Flor Jazmín fue en el programa de Guido Kaczkca, en La tribuna. Yo estaba de jurado y ella como participante. Todo eso se transmitía en un vivo de Instagram, y ganaba la persona que lograra captar mayor cantidad de gente en el directo. En esa transmisión justo leí el comentario de un tal Matías Ramos, que le decía: '¡Vamos Flor!', y él terminó siendo mi couch en el "Bailando". No nos conocíamos ninguno de los tres, pero estábamos ahí, en tiempo y espacio, sin saber que por cosas del destino nos encontraríamos dos años más tarde y formaríamos un equipo.

–Tenés más de 2 millones de seguidores en Instagram. ¿Cómo te llevás con las redes sociales ahora que también tenés más exposición en la televisión?
–Creo que las redes son para mostrar el día a día. Pienso que son una herramienta que te ayuda a empatizar con los que te siguen, y muchos son los que que después también te eligen en la tele. Es una linda forma de llegar a la gente.
–¿Cuál es tu sueño ahora, después de haber sido el ganador del "Bailando"?
–Estoy en un momento tan único que no me puedo imaginar qué me va a deparar el futuro. Todo lo que me pasó es algo que ni siquiera lo habría podido soñar, así que todo lo bueno que venga de aquí en más, bienvenido sea. A veces siento que me voy a despertar y me van a decir: "¡Che, levantate. Tenés que ir a Combate!", y que todo lo demás nunca pasó. Por eso se llama así el nuevo programa que voy a conducir, porque aprendí que en la vida, 'todo puede pasar'.
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