La actriz tuvo dos grandes amores en su vida y uno de ellos le rompió el corazón; lo que le sucedió inspiró una secuencia del film de Richard Curtis
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La escena más desgarradora de Realmente amor, una de las películas románticas navideñas más populares de los últimos años del realizador Richard Curtis, tiene como protagonista excluyente a la gran Emma Thompson. En el film, la actriz interpreta a Karen, una mujer que vive para su familia y que nunca hubiese imaginado una infidelidad por parte de su esposo Harry (el inolvidable Alan Rickman).
La traición la descubre luego de encontrar en su saco un hermoso collar que piensa, lógicamente, que es para ella. Sin embargo, en plena Navidad, al abrir los regalos, halla algo muy distinto: el CD de Joni Mitchell, “Both Sides, Now”. En ese momento, comprende que será otra mujer quien reciba el collar y, para no alterar la dinámica familiar frente a sus hijos, se excusa y se retira a su habitación, donde rompe en llanto mientras suena la memorable canción de la artista canadiense.
En la filmografía de la intérprete británica nos vamos a encontrar con numerosos exponentes de su enorme talento, incluso en films más sólidos que el de Curtis, desde Howards End que le valió el Oscar hasta la flamante Buena suerte, Leo Grande, que llega el jueves 4 de agosto a nuestras salas y que le brindó a Thompson la posibilidad de explorar un rol incómodo que la puso de cara a los prejuicios con su propio cuerpo (“Fue el papel más difícil de mi carrera”, reveló). Sí, podemos encontrar muchos ejemplos de su versatilidad, pero no vamos a encontrar una secuencia tan personal como la que Realmente amor retrata. A fin de cuentas, está basada en su propia vida, más precisamente en su matrimonio con el actor y director Kenneth Branagh.
“Esa escena en la que mi personaje está al borde de la cama llorando me es muy reconocible, creo que todos pasamos por algo similar a esa situación”, explicó la actriz para luego aludir a su experiencia. “A mí Ken me rompió el corazón de una manera muy fea, entonces supe lo que se siente el encontrar un collar que no estaba destinado para mí. No me pasó exactamente eso, pero pasé por algo parecido”, amplió.
Kenneth Branagh, compañero creativo, primer marido y una traición que le costó perdonar
Hace exactamente diez años, Thompson declaraba a la publicación The Sunday Times: “Los perdoné tanto a Kenneth como a Helena. Tuve tanta práctica llorando que luego llegó el momento de salir, mostrarme feliz y juntar los pedazos de mi corazón y ponerlos en un cajón. Ya pasó mucha agua bajo el puente, no podés quedarte con el rencor, no tiene sentido y no tengo energía para eso. Helena y yo ya hicimos las paces y pienso que es una mujer extraordinaria”.
Para comprender cabalmente el porqué de sus dichos, nos tenemos que remontar al año 1987 cuando Thompson conoció a Branagh en el rodaje de Fortunes of War, la serie de la BBC que adaptaba las novelas de Olivia Manning. El flechazo instantáneo hizo que se comprometieran al poco tiempo y que se casaran en 1989, además de convertirse en una dupla creativa más que atractiva, con Thompson trabajando en los films de su esposo tales como Enrique V, Mucho ruido y pocas nueces y el largometraje neo-noir, Dead Again.
En 1994, la golden couple británica sorprendió con la noticia de que estaban pasando un mal momento, y un año después anunciaron que iban a divorciarse citando como motivo “las ajetreadas agendas” que ambos llevaban. Sin embargo, aunque siempre intentaron mantener un bajo perfil y escindir su vida profesional de su vida privada, el escándalo no tardó en suscitarse al poco tiempo.
Las versiones de que Branagh le había sido infiel a su esposa en 1993 con la actriz Helena Bonham Carter en el rodaje de su film, Frankenstein, comenzaron a resonar con fuerza. Recordemos que Thompson no solo conocía en profundidad a Helena sino que además había trabajado con ella en Howards End de James Ivory. Si bien la infidelidad de Branagh atrajo ineludible atención mediática, no fue hasta muchos años después que Thompson hizo referencia a la misma. En ese entonces, estaba atravesando un proceso muy duro puertas adentro, que empeoró cuando su exmarido comenzó a mostrarse públicamente con Bonham Carter y a desestimar su sufrimiento.
Sensatez y sentimientos: cómo Jane Austen la salvó de la depresión
Luego de que su matrimonio se disolviera, Thompson se recluyó en la casa en la que vivía con Branagh y pasó por la etapa más oscura de su vida. “Estaba en un momento muy duro. No creo haber estado sana y debí haber buscado ayuda profesional, el divorcio, todo eso, fue muy doloroso. Tuve que hacer un esfuerzo muy grande para huir de las voces críticas de mi cabeza, pero Sensatez y sentimientos me salvó”, le contó años después a The Guardian. De acuerdo a las palabras de la actriz, evitó caer en una depresión severa al enfocarse en su trabajo y en un sueño que tenía pendiente: adaptar la famosa novela de Jane Austen.
“Me levantaba de la cama y me arrastraba a la habitación, me ponía frente a la computadora y ahí me sentía bien. Sensatez y sentimientos me rescató, impidió que eligiera un camino muy desagradable para mi vida”, recordó la actriz, quien se llevó su segunda Oscar -en ese caso como guionista- por su brillante traspolación de la obra de Austen dirigida por Ang Lee, que coprotagonizó junto a Kate Winslet, Hugh Grant, Alan Rickman, y Greg Wise. Ese actor, quien interpretó a la perfección a John Willoughby, se convertiría en el gran amor de su vida.
Greg Wise y un vínculo a prueba de fuego
Cuando recordó el proceso creativo de Sensatez y sentimientos, Thompson volvió a reflexionar sobre el rol clave que tuvo esa película en su vida. “A mí me salvó el trabajo, pero también me salvó Greg. Él juntó las piezas y las puso en su lugar”, expresó la actriz, quien pensó no estar lista para enamorarse nuevamente hasta que conoció al actor y productor.
La relación entre ambos estaba destinada a suceder, o al menos así se lo contó a Wise una mujer que leía las cartas. “Antes de aceptar el papel, visité a una amiga que era medio psíquica y me dijo que en el rodaje iba a conocer a mi futura esposa. No pensé que iba a ser Emma porque estaba casada todavía y era más grande [Emma tiene 63, Greg, 56], creí que iba a ser Kate, incluso la llevé al festival de Glastonbury y se aburrió y ahí me di cuenta que no iba a funcionar”, contó Wise en Loose Women. Cuando el actor finalmente conoció a Emma, supo de quién estaba hablando su amiga.
La pareja contrajo matrimonio en julio en 2003 después de estar ocho años juntos. Antes de casarse, fueron padres de Gaia en 1999 y quisieron tener otro hijo, aunque Emma luchó para quedar embarazada. “Fue duro que me dijeran que no iba a poder tener más hijos”, contó la actriz, quien luego adoptó a Tindyebwa Agaba, oriundo de Ruanda.
“Lo que ha conseguido es increíble. Se ha adaptado fantásticamente a pesar de que no sabía mucho inglés. Tuvo experiencias horribles y al final consiguió venir a Reino Unido, tras un sufrimiento tremendo. Es un chico encantador”, contó Thompson sobre su hijo, a quien adoptó con Wise cuando el joven tenía 16 años. El adolescente asistió a una de las fiestas navideñas organizadas por el Consejo de Refugiados del que formaba parte Thompson.
“Tindy”, como ella lo llamaría después, había llegado al Reino Unido escapando del genocidio acontecido en Ruanda en 1994, en donde perdió a toda su familia y durante el cual él mismo fue secuestrado.
“Pasé un tiempo durmiendo a la intemperie en Trafalgar Square después de que caí a través de la red de inmigración”, relató el joven sobre ese duro momento. Al poco tiempo, conocería a Thompson, a Wise y a quien sería su hermana, Gaia. “Nuestra familia se basa en la conexión, no en los lazos de sangre”, le manifestó Emma a The Guardian. “Cuando conocí a Tindyebwa no podía tener más hijos, y eso fue duro, pero si los hubiese tenido, también me hubiera perdido de este acto extra de maternidad que tuve con Tindy”, remarcó, nuevamente haciendo énfasis en el destino.
De esta forma, la vida le dio otra oportunidad y el vínculo que tiene con Wise está atravesado por al apoyo mutuo. El actor -a quien se lo pudo ver como Lord Mountbatten en The Crown- formó parte de conocidos realities como Strictly Come Dancing, al que Emma asistía en cada gala, y The Great Celebrity Bake Off, donde se coronó como campeón. De hecho, Greg utilizó a su esposa como conejillo de Indias: la actriz tuvo que probar todos los postres que preparaba en su casa.
“Una vez entré a la cocina a la noche y me encontré con una enorme falda escocesa hecha de panqueques con la estructura de bizcocho, no entendía qué era al principio, pero la falda se veía bien así que la comí”, contó Emma entre risas en el programa de Graham Norton.
“A Greg le gusta la vida hogareña, hacer cosas en la casa, eso lo equilibra con su trabajo. Siempre estamos ahí el uno para el otro, nos acompañamos en nuestros deseos y necesidades y, cuando algo no funciona en la relación, estamos muy atentos, listos para solucionar cualquier problema que tengamos”, declaró la actriz sobre su cotidianidad con ese hombre que apareció en el momento justo para borrarle el dolor y hacerle ver que era posible empezar a escribir un nuevo capítulo que incluiría dos hijos y una existencia plena: “Mi familia es el eje de mi vida, lo más importante que tengo”.
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