El personaje de la semana: Verónica Lozano, un accidente que dejó helados a todos y varias incógnitas por delante
Tras la operación de ayer, la conductora, que sigue en boca de todos, podría volver la semana que viene al país para encarar su larga recuperación
- 4 minutos de lectura'
Lo que son las energías. A lo largo de su carrera, Verónica Lozano ha tenido que lidiar con las buenas y las malas. Lúcida, divertida, inteligente, la conductora tuvo que hacer un parate (en realidad, un “sentate”) en su ciclo televisivo luego de un grave accidente en plenas vacaciones en Aspen, Estados Unidos, cuando se cayó desde una aerosilla a siete metros de altura y terminó en silla de ruedas, sin poder caminar.
La noticia se mantuvo durante varios días sin descanso: que el video, que el mal momento, que el silencio de la protagonista, que las redes sociales... Fanáticos y no tanto estuvieron atentos a cada novedad sobre el estado de salud de la conductoria, al mismo tiempo que seguían a periodistas como Ángel de Brito que publicaron el minuto a minuto: “Ambulancia y seis médicos. La aerosilla no frenó bien y, al bajar, pasó lo que pasó. Tiene un talón lesionado, que están estudiando. Estaba con el Corcho, con (Analía) Franchín y con otros argentinos que esquían en la misma pista. Está todo bien ahora, después del susto”, fue uno de los primeros partes, seguido luego por muchos más..
Una figura siempre convocante
Y además de permanecer todos atentops a su evolución -se operó finalmente esta semana- una pregunta vuelve a quedar suspendida en el aire: ¿por qué pasan los años, y la figura de Verónica Lozano continúa siendo tan convocante? Que tiene luz propia es evidente, que goza de talento y experiencia frente a cámara como para bancarse cualquier desafío, también. Pero no es la única, y sin embargo apenas suena el nombre de “Verónica Lozano”, el espectador presta atención y frena el zapping.
Hay quien dice que su relación con Jorge “Corcho” Rodríguez la ha colocado en un nivel de exposición superior al de otras colegas, y puede que sea así. Que no resultó indiferente a la “patria mediática”, es una realidad incontrastable. Desde las preguntas obligadas sobre Susana Giménez que Lozano primero recibía con pocas palabras y con el tiempo aprendió a devolver de volea, hasta su lógica defensa a ultranza del empresario ante cualquier voz que se alzara en su contra.
Y ni hablar de las fotos del caserón familiar de 5000 metros cuadrados en San Isidro, que nuevamente la situaron en el centro de la escena. La referencia a Rodríguez no es caprichosa, ya que este último episodio mediático que la colocó en tapa de portales sucedió justo cuando la pareja festejaba un nuevo aniversario de su relación.
La fuga hacia delante
Cuando la opinión pública comenzó a inquietarse por el accidente, apareció la protagonista en el aire de su programa para llevar tranquilidad, videollamada mediante: “Tenía ganas de hablar. Estoy viva de milagro, la Virgen me protegió, sentí que me estaba por morir. Una negligencia absoluta del centro de esquí. Le pongo humor y alegría pero el proceso es largo”.
Y tal vez la respuesta esté ahí, en el humor que Verónica Lozano le pone a cada situación de las muchas que ha atravesado. Humor y desafío, porque inmediatamente después del chiste, de la burla para con sí misma, hay un rebote hacia adelante, hay una interpelación de la situación o de la persona que la haya generado, un decir: “Acá sigo, ¿qué más tenés para tirarme?”.
Sea en su momento con tiros por elevación para Susana (“nunca más me invitó al programa”, afirmó) o mostrando cómo decoró uno de los muchos ambientes de su mansión, al mejor estilo Dinastía. Y lógicamente, esta característica de personalidad es la que ha llevado a la conductora a engrosar sus listas de admiradores, como también de detractores.
Esta vez la desgracia fue con suerte. Poco antes de la operación del jueves al mediodía, Lozano explicó al aire: “El médico me opera los dos a la vez porque tiene que meter clavos para reconstruir. El pie me quedó como una papa que se aplastó”, explicó en el aire de Telefe.
Poco después, su hermana Paz reveló el positivo desenlace en Instagram, acompañada por su sobrina Antonia: “¡Estamos felices, mamita salió bien de la operación! ¡Ahora esperar poder verla! ¡Te amamos y pronto te tendremos con nosotras en casa!”. Y luego la protagonista: “Gracias por el amor y las oraciones. He recibido más amor del imaginado por mí. Gracias Dios, virgencitas invocadas, santos/as, ángeles, energías. Cada uno a su modo y bajo el nombre que hayan elegido ha llegado a mí y me han colmado de paz y amor”.
Y aunque no faltó alguna que otra voz crítica -de esas que se esconden en los vericuetos de las redes sociales-, la conductora pudo comprobar en carne propia que cuando la situación es límite la mayoría va a optar por acompañar, por desear lo mejor. Esas “buenas energías” que está ahí, cuando de verdad se necesitan.
Otras noticias de Verónica Lozano
En fotos. Del encuentro de Guillermina Valdés y los hijos de Marcelo Tinelli al llamativo look de Violeta Urtizberea
Bake Off Famosos. El extraño homenaje de los concursantes al último Mundial y la partida que desató el llanto de Wanda Nara
"No fui la peor". Así comenzó Bake Off Famosos: robos, angustia, homenajes y el desplante de la primera eliminada
Más leídas de Personajes
En Nueva York. Mafalda, invitada especial en la gala de los Emmy Internacional, cumplirá uno de sus grandes sueños
“Eternamente agradecido”. Gastón Pauls reveló el rol que cumplió Marcela Kloosterboer en su recuperación de las adicciones
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
In fraganti. Paul Mescal: amores, coqueteos y conquistas de un Gladiador