El lado B del reality. Maxi, Holder y Coti, los participantes de la última edición de GH que enfrentan consecuencias en su salud mental
Los ex hermanitos sufren desde problemas para enfrentar la fama y ataques de pánico hasta un intento de suicidio
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Que Gran hermano puede tener un costo importante en la salud mental de sus participantes no es novedad. Desde la primera edición hasta hoy, cada vez son más los concursantes que al salir de la casa más famosa del país entran en una etapa oscura de la cual les cuesta salir. Fama repentina, expectativas incumplidas, las reacciones extremas del público y un extenso encierro que muchas veces saca a la luz problemas preexistentes son algunos de los factores que funcionan como un combo arrasador. De la última edición del certamen, cuatro son los hermanitos que, hasta el momento, viven un presente difícil: Coti Romero, Maxi Giudici y Tomas Holder.
Los casos que más resonaron
La primera en dejar GH y tener que enfrentar las consecuencias de la fama repentina fue Tamara Paganini. “En su momento, Gran hermano me arruinó la vida, realmente. No podía caminar por la calle, no podía conseguir un trabajo. Pasé hambre”, reconoció en un duro relato la subcampeona de la primera edición del reality, en 2001. “La gente piensa que cuando salí de Gran hermano me llené de plata y no. Fue realmente la primera vez que tuve que sacar comida de la basura para comer”, reveló en el programa Estamos a tiempo, de Mariano Yezze.
Otro caso emblemático fue el de Pablo Heredia, quien en 2001 se fue de la casa en un confuso episodio y en medio de una gran angustia. Durante mucho tiempo se creyó que había vivido un ataque de pánico en cámara, pero en una entrevista con LA NACIÓN remarcó que eso no fue lo que realmente sucedió. “Pasaron muchas cosas personales adentro de la casa. Surgió que me quería ir porque de alguna forma empezás a sentir cómo se manipula un poco la personalidad en el juego. Preferí irme, pero no me dejaban”, expuso. Pese a la insistencia de la producción, abandonó el show con bronca y un tanto enojado por cómo se dieron las cosas.
El caso de Rocío Gancedo fue el más triste. La joven modelo pasó por el reality en la edición de 2011. El encierro y la presión mediática fueron demasiado para ella, y decidió abandonar el juego luego de 9 días tras volver en el repechaje. En su caso, sus problemas eran previos, pero el programa la desestabilizó. Tras intentar realizar una carrera en los medios, un breve paso por la política y su acercamiento a la iglesia cristiana, el 27 de noviembre de 2017 murió luego de caer desde un quinto piso en el barrio de Las Cañitas.
El dolor de Coti Romero
A principios de agosto, Coti Romero se sentó en el sillón de invitados de Intrusos en el espectáculo. Luego del éxito de Gran Hermano, tenía por delante otra gran posibilidad dentro de los medios: estaba confirmada como una de las participantes de Bailando por un sueño. Sin embargo, se desarmó frente a las cámaras al hablar de su salud mental y reveló que, incluso, llegó a cortarse para mitigar su dolor.
“Me cambió mucho la cabeza en todo y me complicó mucho. Me volví mi propia enemiga. Tenía 40 comentarios lindos y uno feo y me centraba en el feo”, reveló en relación a la fama que le dejó el reality y el hate en las redes sociales. “No podía levantarme. Hoy en día no estoy bien. Quiénes se creen ellos para condenarte o decirte como sos y juzgarte. No hay persona que no tenga más ganas de salir adelante que yo. Yo lloraba mucho en la casa pero no se veía”, reconoció.
“Me da miedo no poder aguantar y no cumplir ese sueño de chiquita, me da miedo no poder disfrutar y es difícil. Mi mamá llora todo el tiempo también porque me ve así”, explicó la correntina en aquel momento, y reconoció con angustia: “Me llegué a cortar, no llegaría a decir ‘intento de suicidio’ pero me llegué a cortar para sentir alivio. Todavía se están curando las heridas, no fue hace mucho. Estoy mal, quiero volver a ser yo y recuperar mi brillo”, cerró, entre lágrimas.
Un ataque en vivo y televisado
Pese a que Holder venía anunciando que sí le afectan los comentarios negativos y que era sensible a las críticas, su postura parecía decir todo lo contrario. Contestatario, con algunas actitudes soberbias y altanero, su real faceta quedó en evidencia esta semana cuando en pleno vivo del Bailando por un sueño debió abandonar el estudio en medio de un ataque de pánico. Lo que siguió a ese momento fue captado por las cámaras de la televisión: Holder salió a respirar y luego fue asistido por una ambulancia hasta donde se acercó Marcelo Tinelli para consolarlo. Estaba angustiado y no podía dejar de llorar.
Durante la madrugada de ese mismo día, y a través de su cuenta de Instagram, Holder habló de lo que le sucedió. Primero, se dirigió a su compañera de pista, la bailarina Agostina Caute. “Perdón por dejarte ahí sola, Agos. Perdón por tener que salir de cámara, y perdón por dar ese papel de lástima. Mi cabeza explotó nuevamente y el pánico me superó”, confesó. “Quiero dar lo mejor para el baile. Lo estoy intentando”, agregó, y agradeció a la producción del programa, a Tinelli, al Chato Prada y a los médicos por la preocupación.
Sin embargo, y si bien no lo dijo de forma directa, más adelante compartió una historia que dejó en evidencia uno de los motivos de su ataque. “El bullying, el maltrato psicológico de las redes hace que las personas buenas quiebren”, decía la publicación sobre una foto de él en la ambulancia. Unos días atrás, por medio de una carta pública, el rosario ya había hablado del personaje que se forjó para enfrentar las críticas. “Siempre intenté dar lo mejor de mí para cada uno de ustedes. Intenté ser real, ser yo mismo y mostrarme como soy, dejar de tener ese escudo del personaje, dejar de ser alguien que no soy para pertenecer o para ser ‘aceptado’. Ese pibe con músculos, soberbio, y con la cabeza en alto no fue nada más que un escudo ante la sociedad de mierda en la que vivimos”, sentenció.
Depresión y consecuencias
Las alarmas sobre la salud de Maxi Giudici se prendieron durante sus últimas apariciones públicas. Sin trabajo en los medios y separado de Juliana Díaz, otra ex GH, estuvo presente en algunas de las grabaciones del Bailando. Su objetivo, según revelaron en Intrusos, era entrar al show de baile de América TV. Estaba triste porque si bien intentaba encontrar un espacio dentro del mundo del espectáculo, no lo estaba logrando. En medio de una profunda depresión, el joven oriundo de Córdoba se encerró en su departamento y se tomó un blister completo de Clonazepam. Así lo indica el parte oficial de la policía. En el documento también dice “intento de suicidio”.
Antes de que Juliana hiciera pública su separación, Guidici fue titular de todos los portales por chocar con su auto. “Choqué mi auto por apurado. Tengo un problemita más que resolver, pero como todo en la vida, así que a ponerle una sonrisa y resolver”, dijo en un video que publicó en sus redes sociales con un vaso de fernet en la mano. 24 horas después de ese episodio, Maxi estaba internado con un cuadro de sobredosis.
“Viene pasando un momento muy difícil, hace rato. Por la gente y porque no tiene trabajo”, indicó en diálogo con A la Barbarossa el Cone, su amigo de GH, y habló de la falta de trabajo y de la separación de Juliana. “Él me venía diciendo que no podía más”, recordó sobre charlas de días anteriores.
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