La bailarina da detalles de las vivencias de éste año lleno de buenas noticias.
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Noelia Marzol todavía disfruta de la emoción de haber ganado “La academia”, el reality de Showmatch que concluyó el viernes, por eltrece. Fue un año lleno de conmovedoras vivencias que arrancó con la noticia de su embarazo, la boda con el futbolista Ramiro Arias, el nacimiento de Donatello, que tuvo un problema cardíaco y debió pasar algunas semanas en neonatología, pero felizmente está muy bien y sin ninguna secuela. Por otra parte, Noelia bailó hasta el octavo mes de embarazo en Sex, viví tu experiencia, la creación de José María Muscari, volvió al escenario al mes y medio de haber parido y el 28 de diciembre estrena en Carlos Paz. Ser la ganadora del ciclo de Marcelo Tinelli, junto al bailarín Jony Lazarte y La Cata (la coach María Laura Cattalini), fue la frutilla del postre. “Fue un año de sorpresas, todas más que gratas, cosas que quizá nunca soñé en mi vida porque no imaginé casarme ni ser la ganadora de un certamen como ‘La Academia’. Eran sueños que estaban lejos, que eran ajenos a lo que suponía que podía alcanzar”, le confiesa Noelia Marzol a LA NACION.
Después de algunas idas y vueltas y hasta alguna suspensión, Noelia y Ramiro se casaron en febrero pasado: “El casamiento con Rami fue hermoso, durante la cuarentena, así que nos quedó pendiente la fiesta pero nos acompañaron los íntimos, las personas que más queremos. Fue de los mejores momentos de mi vida y es hermoso compartir el amor con los seres queridos acompañándonos”, recordó.
-El nacimiento de tu hijo fue otro momento hermoso que estuvo empañado, al principio, por su problema de salud.
-Si, después del casamiento nació Donatello y es una sensación indescriptible, un amor inmenso que no se puede explicar con palabras. Tuvo un temita de salud que nos tuvo muy pendientes pero también nos unión un montón como pareja y nos hizo crecer, así que trato de verle el lado positivo a las cosas, incluso a las tragedias, para aprender, reformarlas y hacer de eso una experiencia de vida. Fue una gran enseñanza.
-¿Cómo está hoy Donatello?
-Tuvo un problemita cardíaco que no le dejó secuelas y está muy bien. Fue un año maravilloso porque además, en cuanto a lo laboral, hice Sex, una de las obras más taquilleras de la cartelera porteña, y con un elenco maravilloso que ya son amigos después de tanto tiempo. Pude disfrutar mi trabajo y compatibilizarlo con la maternidad, tanto en Sex como en “La Academia”. Soy una privilegiada porque me acondicionaron un lugar para estar con mi bebé, pude amamantar y volver a trabajar rápidamente. Bailar es mi felicidad, mi pasión, lo que amo hacer y eso se lo transmito a mi hijo todo el tiempo. Siempre digo que si los jefes de las empresas tuvieran noción de cuánto más feliz es una mujer pudiendo compaginar su vida laboral con la familiar, armarían todo par que todas podamos tener un espacio para compartir la maternidad en el trabajo. Sé que es casi utópico. Bailé con Doni en la panza hasta los 8 meses y rompí bolsa el único día que no hice actividad física (ríe). La actividad física es súper recomendada para todas las embarazadas. Jamás tuve un problema de presión, ni cansancio extremo, ni malestar físico, ni dolor de espaldas ni nada, gracias a haber hecho actividad física, claro que recomendada por el médico. En mi caso siempre hice, así que seguir era lo más saludable. Y haber roto bolsa no tuvo nada que ver con eso, ni tampoco el problemita que tuvo Doni.
-¿Cómo organizan el día a día? Tengo entendido que no tienen niñera.
-No, no tenemos niñera aunque el último tiempo contratamos a una persona que es súper amorosa con Donatello, y nos organizamos para que esté él de 7 a 11, para poder descansar un poco. Pero la realidad es que nos turnamos. Rami entrena a la mañana y yo ensayo a la tarde. Otra cosa que me preguntan mucho es si mi marido trabaja. Lo tratan de mantenido, hay mucha agresión respecto a la maternidad compartida. Rami trabaja como yo y los dos nos ocupamos de la crianza de nuestro hijo porque es la forma que elegimos y nos hace bien. Los dos cumplimos nuestro rol de padres y los dos seguimos con nuestra vida profesional. Un lujo.
-¿Cómo fue la decisión de sumarte a “La Academia” haciendo Sex y con Donatello tan chiquito?
-Los ensayos eran 8 horas diarias, sin exagerar. Empezamos con 4 y sobre el final se convirtieron en 8. En el último tiempo postergué algunas cosas y prioricé mi trabajo porque veía que ya estaba cerca del final y puse lo mejor de mí. Además, mi marido me alentaba, me decía, ‘dale gorda que es el último tramo’. Me sentí muy incentivada y apoyada por mi familia, por mi mamá, que muchas veces salió de improviso para cuidar a Doni. Mi gran pasión es el baile y no quería dejar pasar esta oportunidad porque quizá se da una sola vez en la vida. Me tocó este año y traté de aprovecharlo. Jony y La Cata son grandiosos, los primeros merecedores de lo que sucedió. La Cata es la mejor coach, con ideas alucinantes; por ahí eran las 5 de la mañana y ella seguía mandando música e ideas sobre cómo plasmar algo en una coreográfica. Y Jony es el mejor bailarín de “La academia” y me atrevería a decir de todos los Bailando, sin desmerecer el trabajo de nadie, pero él es especial, muy expresivo y baila con el cuerpo, la cara y es una excelente compañero. De verdad la pasamos muy bien y pudimos llegar a la final y ganar porque estuvimos siempre unidos y con el mismo objetivo los tres.
-Fue una final muy emotiva con Cachete Sierra, porque además de compañeros de trabajo son amigos...
-Estoy tan feliz por él, porque es una excelente persona y se merece todo lo que le pasa. Teníamos mucho miedo porque era el preferido y la rompió bailando este año. Era jodido enfrentarnos a Cache y a Fiorella, que es divina y baila hermoso y a Mati Napp, que además es nuestro coreógrafo en Sex. Pero está bueno el reconocimiento y que un año gane uno y otro año, otro. Estuvo bueno que este año fuera campeón otro equipo.
-Te emocionaste mucho el pasado viernes cuando tus padres te alentaron en la final, ¿por qué?
-Me generó mucha felicidad y plenitud porque mi papá, que es hermoso, en realidad deseaba otro futuro para mí. No me apoyó en mis decisiones profesionales, así que fue hermoso verlo bancándome, una gran sorpresa, y dijo palabras que fueron un mimo al alma porque nunca me había dicho que estaba orgulloso de mí.
-Pampita dijo que eras su preferida, ¿por qué?
-No tengo una relación personal con ella pero un día, después del homenaje a Favaloro, tuvimos una charla íntima y me produce mucha admiración porque es una mujer que ha superado una de las peores cosas que le pueden pasar a una mamá y tiene una fortaleza admirable. Y como me había pasado lo de Donatello (se emociona, hace una pausa), verla a ella seguir adelante con su vida es admirable.
-¿Qué se viene en el 2022?
-El 28 de diciembre estrenamos Sex en el Teatro Melos de Carlos Paz, con Diego Ramos, Viviana Saccone, Adabel Guerrero, Thiago Griffo, Lucas Velasco y Gianina Giunta. La semana que viene ya nos instalamos allá. La última vez que estuve fue en 2018 haciendo Bien argentino, así que va a ser muy lindo reencontrarme con el público de todo el país y devolverles un poquito de todo el amor que me dieron. Y hacer Sex siempre es un desafío.
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