El divorcio de Kim Kardashian y Kanye West: de cuánto es la exorbitante cuota de manutención que deberá abonar el rapero
Tras un controvertido litigio, la empresaria y el músico llegaron a un acuerdo económico y también establecieron cómo se dirimirán de ahora en más las diferencias relacionadas con la crianza de sus cuatro hijos
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Luego de marchas, contramarchas y acusaciones cruzadas en las redes, Kim Kardashian y Kanye West llegaron a un acuerdo y están legalmente divorciados. Según informaron este martes los principales medios estadounidenses, la empresaria y el músico pudieron resolver las diferencias en cuanto a la custodia de sus hijos y también la división de bienes.
Según el acuerdo, Kardashian y West obtendrán la custodia compartida con “igualdad de acceso” a sus cuatro hijos, North, Saint, Chicago y Psalm. Sin embargo, según indica el portal Page Six, será la reina de los realities quien pasará más tiempo con los más pequeños. Hasta ahora, según reconoció el rapero en más de una oportunidad, es ella quien convive con ellos el 80% del tiempo.
Con respecto al acuerdo económico, el escrito establece que el músico deberá pagar 200.000 dólares mensuales en concepto de manutención infantil y deberá hacerse cargo, además, de la mitad de los gastos de seguridad de los niños.
Para determinar la división de bienes, se tuvo en cuenta las condiciones que figuran en el acuerdo prenupcial. Trascendió, también, que ambos renunciaron a la manutención conyugal.
Adelantándose a potenciales desacuerdos que puedan existir en un futuro entre los dos progenitores por cuestiones derivadas de la crianza de sus cuatro hijos, el acuerdo establece, también, que dichas diferencias deberán resolverse mediante un proceso de mediación. Si uno de los dos se niega a asistir, inmediatamente pierde su potestad de decidir y la resolución queda en manos de quien sí se presente.
Un divorcio controvertido
Fue Kardashian quien solicitó el divorcio en febrero de 2021, después de siete años de matrimonio. Si bien se mostró bastante cauta a la hora de ahondar sobre el tema en entrevistas, ciertos comportamientos erráticos de su exmarido ya habían tomado estado público y se repetirían en los años siguientes.
El lugar elegido por West para la mayoría de sus embates en contra de la madre de sus hijos fueron las redes sociales. En febrero de este año se dio una de las batallas más duras, cuando el cantante compartió en su cuenta de Instagram una captura de la cuenta de TikTok de su hija North, de ocho años. “Dado que este es mi primer divorcio, necesito saber qué debo hacer con respecto a que mi hija esté en TikTok en contra de mi voluntad”, escribió junto a la imagen.
La respuesta, claro, no tardó en llegar. También en su cuenta de Instagram, Kardashian le dedicó una historia al mensaje de su expareja. “Los ataques constantes de Kanye hacia mí en entrevistas y en las redes sociales son en realidad más dolorosos que cualquier TikTok que North podría crear”, comenzó expresando.
Y continuó: “Como la principal proveedora y cuidadora de nuestros hijos, estoy haciendo todo lo posible por proteger a nuestra hija mientras le permito expresar su creatividad en el medio que desee con la supervisión de un adulto, porque le brinda mucha felicidad”.
“El divorcio es lo suficientemente difícil para nuestros hijos y la obsesión de Kanye por tratar de controlar y manipular nuestra situación de manera tan negativa y pública solo está causando más dolor para todos”, agregó la mediática empresaria. De hecho, la cuenta de la discordia es compartida por madre e hija y el año pasado Kardashian reprendió públicamente a su hija por transmitir en vivo en la plataforma sin su permiso.
“Desde el principio, no he querido nada más que una relación de paternidad compartida saludable y de apoyo porque es lo mejor para nuestros hijos, y me entristece que Kanye continúe haciendo que sea imposible en cada paso del camino. Deseo manejar todos los asuntos relacionados con nuestros hijos en privado y espero que finalmente pueda responder al tercer abogado que tuvo en el último año para resolver cualquier problema de manera amistosa”, expresaba el comunicado.
Aquellas palabras acrecentaron aún más la ira de su expareja, que decidió continuar la compulsa mediática con un fuerte mensaje: “¿A qué te referís con ‘la principal proveedora’?”, comienza preguntando, irónicamente, el músico que desde 2021 adoptó el nombre Ye.
Y luego realiza una serie de denuncias: “Estados Unidos te vio intentar secuestrar a mi hija en su cumpleaños al no darme la dirección. Pusiste seguridad a mi lado dentro de la casa para que pudiera jugar con mi hijo y después me acusaste de robar. Además, tuve que hacerme una prueba antidrogas en la fiesta de Chicago porque me acusaste de haberlas tomado”.
Si bien ellos se conocieron a principios de los 2000, no se involucraron afectivamente sino hasta 2012. Dos años más tarde, en 2014, se casaron en una lujosa boda en Italia. Pero a partir de julio de 2020, la pareja atravesaba una crisis que derivó en el pedido de divorcio.
¿Qué pasó a mediados de 2020? El rapero, un defensor a ultranza del expresidente estadounidense Donald Trump, sorprendió a todos lanzando su propia candidatura a la presidencia de su país. En plena campaña, en un acto en Carolina del Norte, el músico rompió en llanto al recordar que su mamá le había salvado la vida cuando su padre le sugirió que lo abortara y que él mismo se lo había pedido a su esposa Kim Kardashian cuando estaba embarazada de su hija North.
“Les van a decir que estoy loco, pero el mundo es el que está loco”, afirmó el músico que ya en otras ocasiones había hablado sobre su bipolaridad y su resistencia a tomar la medicación indicada por los médicos porque, según él, los psicofármacos interferían con su proceso creativo.
Esa misma noche, publicó una serie de desconcertantes tuits que luego borró, pero que daban cuenta de que no se encontraba muy bien. “Kim estaba tratando de volar a Wyoming con un médico para encerrarme como en la película ¡Huye!, porque yo lloraba para salvar la vida de mis hijas ayer”, dijo West en uno de los tuits que luego se eliminó. “Si me encierran como Mandela ya sabrán por qué”, escribió en otro tuit, que también fue borrado, en referencia al hombre que se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica luego de estar encarcelado por casi tres décadas bajo el apartheid.
Del odio al amor, ida y vuelta
Apenas unos días después de haber acusado a su exesposa de secuestrar a su hija, West sorprendió al mundo dedicándole mensajes de amor en las redes sociales. Y así, el 14 de febrero, mientras los famosos y no tanto compartían fantásticas postales junto a sus parejas, Kim Kardashian vivía una inquietante pesadilla. La mediática empresaria recibió en su casa una furgoneta repleta de rosas rojas. El remitente no era su novio de entonces, el actor Pete Davidson, sino West.
Las flores -muchas, muchísimas- fueron, durante el tiempo que estuvieron juntos, un clásico en cada San Valentín. Y, por alguna razón desconocida, el rapero, excandidato a presidente de los Estados Unidos y fundador de una iglesia cristiana a la que asisten estrellas como Marilyn Manson, consideró que con ese gesto lograría convencerla de tener una nueva oportunidad.
Ese mismo día, en su cuenta de Instagram, West compartió una imagen de aquella camioneta estacionada en la puerta de su lujosa casa, con un texto sobreimpreso que daba pistas de la destinataria: “”Mi visión está Klara como el Kristal”.
Si faltaba un detalle para dejar en evidencia el vértigo y el espíritu cambiante que gobiernan la vida del músico, lo aportó Julia Fox, quien el mismo día anunció que, tras meses de relación, su romance con West había concluido.
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