El día que Antonio Grimau fue fan de Joaquín Sabina por amor
Enamoradizo, Antonio Grimau contó que sufrió y también hizo muchas cosas por amor. "Quién no ha mojado la almohada por amor. Yo muchas veces. Cuando me juego por amor, lo hago entero", se sinceró en Cortá por Lozano, en Telefe. Y relató una de esas locuras que hizo por amor. "Cuando Cristina, la mamá de mi hija Antonia acababa de dar a luz, pensé en darle una sorpresa. A ella le gustaba mucho Joaquín Sabina, que casualmente estaba en Buenos Aires. Entonces fui al hotel en el que paraba, hablé con el representante y le conté la situación. Me dijo que no. Pero fui al hotel y me la jugué hasta las últimas consecuencias", dijo divertido.
Antonio contó que vive con su hija Antonia y que es un papá muy presente con ella y con Luciana, que vive en San Luis. "Trato de ayudarlas a que sean felices y a que cumplan el objetivo que eligieron. Y me devuelven mucho amor las dos".
Grimau está entusiasmado porque acaba de estrenar Rotos de amor, en el Multitabaris. "Estoy contento por volver a trabajar y porque lo hago con un grupo de amigos, Víctor Laplace, Roly Serrano y Osvaldo Laport. Los ensayos fueron relajados, armoniosos. La obra tiene mucho humor. Se trata de la mirada masculina sobre las mujeres".
El actor recordó en Cortá por Lozano que en los años 80 fue más deportista que actor. "Era parte del equipo de los galancitos y durante cinco años jugábamos todas las semanas. Yo estaba muy flaco, tanto que muchos directores me pedían que engordara porque se me notaban los huesos de los pómulos. Jugaba de 5 atrasado, era casi un defensor. Me hubiera gustado dedicarme a eso y de joven me probé en varios equipos pero no quedé en ninguno".
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