Dua Lipa en Buenos Aires: qué lugar eligió para cenar, su emotivo mensaje de despedida y los famosos que disfrutaron del segundo show
Marcela Kloosterboer, Celeste Cid, Benjamín Vicuña, Verónica Lozano y Matias Martin, entre otros, disfrutaron de la música de la artista británica en el Campo Argentino de Polo
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Tras su primera presentación en el Campo de Polo en la noche de martes, Dua Lipa volvió a enamorar a su público este miércoles en su segundo show en el mismo sitio. Numerosos famosos no se quisieron perder la velada, a la que la artista británica puso cierre con una última salida por la ciudad.
En el marco de la gira Future Nostalgia, la cantante pop protagonizó la segunda de las fechas con un explosivo directo del que disfrutaron diversos artistas locales y figuras de los medios. Celeste Cid y su hijo André Horvilleur, Marcela Kloosterboer junto a su pareja Fernando Sieling y su hija Juana, Benjamín Vicuña, el productor Alejandro Stoessel (papá de Tini), Benjamín Amadeo, Nicolás Occhiato, Lola Latorre, Verónica Lozano y su hija y Matias Martin junto a su esposa, la modelo Natalia Graziano, con los hijos de la pareja fueron algunas de las caras conocidas que bailaron y cantaron los temas de Dua Lipa durante el concierto.
Al finalizar la actuación, la artista tuvo un merecido momento de relax y disfrutó de una cena en una conocida pizzería de Palermo Hollywood, barrio donde se la pudo ver por segunda noche consecutiva. Esta vez, la artista británica eligió comer en Atte. Pizza Napolitana, un restaurant exclusivo cuyo consultor y creador de recetas es Anthony Falco, fundador de la renombrada pizzería Roberta’s, clásico de Nueva York.
Dua Lipa logró cautivar a los porteños a cada paso y en cada una de sus salidas despertó el furor entre quienes tuvieron la suerte de cruzársela por Buenos Aires. En su visita a la pizzería, la cantante y modelo lució un tapado largo y botas de color negro, que combinó con una cartera animal print. Como se pudo apreciar, incluso en el momento en que fue retratada mientras saboreaba una porción de pizza en el local, aún conservaba por esas horas el maquillaje que utilizó dentro de su outfit para el concierto.
buena comida, buen vino, buenos recuerdos, gracias Buenos Aires 🌹 pic.twitter.com/Eoc4Y80ArE
— DUA LIPA (@DUALIPA) September 15, 2022
Pasada la una de la madrugada, la artista se dirigió a su hotel, al que ingresó por la cochera sin saludar a los fans, que la esperaban a las puertas del establecimiento. Allí descansó antes de dirigirse al aeropuerto de Ezeiza esta mañana para embarcar en un vuelo rumbo a Santiago de Chile, donde continuará con su gira.
Junto a una serie de imágenes de su paso por la Argentina, donde visitó distintos puntos turísticos como el Cementerio de la Recoleta, la calle Caminito en La Boca o la librería Grand Splendid (en Santa Fe y Callao), Dua Lipa se despidió esta mañana de nuestro país con un posteo en el que expresó: “Buena comida, buen vino, buenos recuerdos, gracias Buenos Aires”.
De Marcela Kloosterboer a Celeste Cid, los famosos que fueron al segundo show
Un show impactante
La estructura del show contiene cuatro bloques (tres actos y el de cierre, con los bises) separados por interludios visuales. Y en cada uno de esos bloques hay desde las canciones más recientes de Future Nostalgia, o algún viejo hit, cuando su carrera todavía no tenía discos publicados, hasta esas colaboraciones estratégicas que la llevaron a compartir micrófono con gente de la talla de Elton John.
Un minuto pasadas las 21.30, Dua Lipa aparece en escena. Vestido verde esmeralda con fondo de pantalla rojo diabólico. Así es su gran entrada. Todo es pura coreografía aunque hay un detalle que no debe ser pasado por alto. Su voz y su manera de caminar el escenario son la clave de su éxito. Mucho más que su habilidad para la danza.
Llegan los primero temas, “Physical” y “New Rules”, como bandera de largada. Sus bailarines se adueñan del espacio y la banda queda relegada a un segundo plano visual. Enseguida se escucha “Love Again” y la sensualidad es lo que se impone, al ritmo de un bombo en cuatro tiempos y la evocación de unas cuerdas sintetizadas que se escuchan de fondo. “Cool” cambia, apenas, el pulso de ese comienzo. Con “Pretty Please” juega a ser una vedette de la década del setenta levantada por sus bailarines, como si estuviera en un teatro de revista. Y en “Break My Heart” se pone un poco cursi, con unos corazones símil bola de espejos de discoteca. Antes de cerrar el primer bloque con “Be The One”, (ese hitazo con el que comenzó a llamar la atención y a postularse al cargo de estrella pop que finalmente obtuvo) le habla al público. Buena parte de sus comentarios son en castellano. Y cuando las frases son largas opta por el inglés. Alterna en un spanglish que suena fluido.
La estructura del recital por bloques sirve, más que nada, para los cambios de vestuario. En el primer interludio aparecen dos bailarines vestidos de blanco, sobre patines de cuatro ruedas. Tiran rosas al público. El segundo bloque es para los brillos. Dua aparece con un brillo plateado y makeup al tono, que se produjo en cuestión de segundos (en lo que duró el patinaje de los bailarines). Este tramo, con canciones como “We’re Good”, la sexy “Good in Bed” y “Fever”, no resulta tan discotequero como el anterior, y le otorga un pequeño matiz al recital. Incluso se escucha “Boys will be boys”, que tiene una entrelínea.
Sirve la mención para preguntarse, entre tanto baile, si Dua Lipa quiere decir algo más en esa hora y media de ritmo. Y quizá sí haya algo más en esta redundancia lírica porque la canción dice: “Los niños no están bien y hacen lo que ven. Porque todo está en la televisión. Los niños no están bien. Los chicos serán chicos. Pero las niñas serán mujeres”.
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