La joven de 20 años, quien quería incursionar en la actuación, era víctima de violencia de género por parte de su marido; cuando reconstruyó su vida con el director Peter Bogdanovich, su expareja comenzó a hostigarla
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El sueño de Dorothy Stratten era el de trabajar con los grandes, el de demostrar que, más allá de su innegable belleza, había una actriz esperando a salir. Y lo estaba consiguiendo. La joven canandiense ya no estaba abocada a su trabajo como modelo de Playboy sino que había encontrado en el cine esa satisfacción que siempre anheló al esbozar su carrera.
Stratten obtuvo en 1980 el protagónico de Galaxina, una película de bajo presupuesto que fusionaba el humor con la ciencia ficción, escrita y dirigida por William Sachs. No se trataba precisamente del rol que estaba buscando, pero al poco tiempo fue convocada por el fallecido realizador, actor y productor Peter Bogdanovich para ser parte de un elenco estelar que, para Stratten, iba a ser el vehículo perfecto para dar el salto definitivo a Hollywood. Sin embargo, el 14 de agosto de 1980, a sus 20 años, Dorothy fue asesinada por su exmarido y manager, Paul Snider, tras meses de hostigamiento.
La joven conoció a Snider en 1977 mientras trabajaba en un restaurante de Vancouver con el objetivo de ahorrar dinero para convertirse, inicialmente, en una modelo profesional. El promotor, nueve años mayor que ella, la persuadió a sacarse fotos para enviar a la revista Playboy. Como era menor de edad, Dorothy debió convencer a su madre de que firme la autorización y, tras conseguirlo, Snider mandó las fotografías y le confesó a la modelo que estaba empezando a enamorarse de ella. El sentimiento era mutuo.
Cuando cumplió 18 años y terminó la escuela secundaria, Dorothy se mudó con Snider a Los Ángeles y un año después, en junio de 1979, se casaron en Las Vegas. La velocidad con la que avanzaba la relación iba en paralelo con el ascenso meteórico de Stratten como conejita de Playboy. A pesar de ese éxito, jamás descuidó su deseo de ser actriz, empezó a presentarse para diversas audiciones y obtuvo roles menores en series como La isla de la fantasía y Buck Rogers in the 25th Century, y en largometrajes como Americathon, Skatetown, U.S.A. y Autumn Born.
Asimismo, Dorothy tenía una buena relación con Hugh Hefner, quien le advirtió a Stratten sobre el comportamiento de su marido. En simultáneo, las amigas de Dorothy también notaban cómo Snider se mostraba posesivo y controlador y aparecía súbitamente en el ámbito laboral de su esposa para estar con otras mujeres. “Aparecía en la mansión [Playboy] y se besaba con otras chicas delante de Dorothy, era un vividor, no tenía límites”, contó la modelo y amiga de Stratten, Jeana Keough. En esa época, la joven conoció, por medio de su marido, a Somen “Steve” Banerjee, un inmigrante de la India que sería el fundador de Chippendales, el mayor imperio de strippers masculinos del mundo. Su socio era Snider.
Si bien Dorothy estaba buscando cambiar su vida, su marido la exhibía como un trofeo frente a Steve y no le agradaba que ella quisiera abandonar el mismo mundo del que él formaba parte. En ese momento, la modelo ya estaba decidida no solo a darle un vuelco a su carrera sino también a divorciarse de Snider. Cuando le manifestó que quería que ambos siguieran por rumbos separados, empezó una pesadilla para la joven que venía sufriendo en carne propia la violencia.
El principio del fin
Cuando Stratten decidió tomarse su carrera como actriz en serio y tras haber filmado Galaxina, conoció a Peter Bogdanovich, quien le ofreció el rol de Dolores Martin en su comedia romántica, Nuestros años tramposos. Dorothy estaba finalmente cumpliendo uno de sus grandes sueños, trabajar junto a estrellas como Audrey Hepburn, Ben Gazzara, John Ritter, Colleen Camp, y Patti Hansen. En su vida privada, en cambio, el panorama no cambiaba y su expareja comenzaba a perseguirla, lamentándose por la separación. “Dorothy estaba muy bien y eso le molestaba a Paul”, expresó un amigo de la joven. “Él pensaba que era su dueño, creía que era su creación y que tenía control sobre ella”, sumaron otras fuentes. De acuerdo a lo que narró una modelo que conoció a Snider en 1980, poco antes del asesinato de Stratten, el hombre estaba obsesionado con Dorothy.
“No hacía otra cosa que hablar de ella y todo lo que hacía era en función de eso, y también aludía constantemente al suicidio”, sumaron conocidos del promotor. Stratten, en cambio, se había enamorado de Bogdanovich y él también de ella. Sin embargo, en el rodaje de Nuestros años tramposos, el cineasta fue advertido sobre el exesposo de su flamante pareja y las alarmas comenzaron a encenderse. En julio, cuando terminó el rodaje, Dorothy, quien estaba viviendo con Bogdanovich en su mansión de Bel Air, intentó terminar el lazo con Snider de manera definitiva y llegar a un acuerdo económico, dado que su exmarido estaba vendiendo todas sus pertenencias para mantener el estilo de vida que creía merecer.
Una semana antes de su muerte, se encontraron en la que era su casa matrimonial en Los Ángeles. Allí, la actriz observó cómo Snider estaba fuera de sí, y la forzaba a volver con él. La joven no titubeó en contarle que se había enamorado de Bogdanovich y que quería que firme los papeles de divorcio, proceso que Paul venía dilatando. El hombre le prometió calmarse y sentarse a hablar sobre un acuerdo unos días más tarde pero, como luego declararían testigos y el detective encargado del caso, Richard DeAnda, tras esa conversación pidió prestada un arma a un amigo el 13 de agosto de 1980.
Al día siguiente, Snider la esperó en la casa que compartían, abusó sexualmente de ella, le disparó a sangre fría en el rostro y se quitó la vida una hora después, según determinaron los médicos forenses. Años más tarde, al recordar la tragedia, Jeana Keough, la gran amiga de Dorothy, contó que le habían prohibido ver a Paul a solas, sobre todo luego de enterarse de que Snider había contratado a un detective privado para seguir a Peter Bogdanovich. “Hugh Hefner, Peter y todos los amigos cercanos le dijimos que no fuera, pero ella siempre veía lo bueno de la gente, era su personalidad”, sumó Jeana.
La postal del horror
“Parecía una película de terror, era la imagen más aterradora del mundo, algo que no se te va más de la cabeza”, declaró la esposa del hombre que vivía con Snider pero que había salido en el momento del disparo. Cuando regresó a la casa, pensó que estaba hablando con Dorothy, hasta que el silencio total llamó su atención y subió a la habitación donde se encontró con la escena. Los detectives contactaron a la madre y a los amigos de Stratten. Hugh Hefner fue el encargado de llamar a Bogdanovich, quien colapsó al escuchar la noticia y al despertar debió ser sedado por el estado en el que se encontraba. Luego, cuando pudo recomponerse para el velatorio, dijo unas sentidas palabras: “Dorothy tenía un don, era una actriz inteligente, una persona hermosa de quien me enamoré y con quien planeaba casarme. Ella veía el mundo con amor y creía que todo el mundo era bueno. Estaba equivocada en eso, pero ese error es uno de los más nobles y generosos que puede cometer una persona”, concluyó.
El cuerpo de la joven de 20 años fue cremado y sus cenizas permanecen en el cementerio Westwood Village Memorial de Los Ángeles. Bogdanovich eligió para la placa una cita de Adiós a las armas de Ernest Hemingway y tres años más tarde, Mariel, la nieta del actor, interpretaría con candidez a Stratten en la biopic de Bob Fosse, Star 80, que fue duramente criticada y que tomó base la novela Death of a Playmate de Teresa Carpenter. En 2017, Bogdanovich la recordó en una entrevista con Fox News. “La amaba profundamente y su muerte me hizo perder la cabeza”, reveló. “No hacía nada que fuera bueno para mí, no confiaba en nadie, y me sobrevolaba una sensación de paranoia”, expresó el realizador de The Last Picture Show.
“La extraño, extraño su risa, su sabiduría, su calidez, su humor y su empatía, extraño todo”, sumó el director de Nuestros años tramposos, película que se estrenó un año después del asesinato de Dorothy. En 1988 se suscitó una polémica cuando el cineasta se casó, el 30 de diciembre, con la hermana menor de Stratten, Louise. El hecho fue comidilla para los tabloides y provocó el enojo de quien fuera su amigo, Hefner. El matrimonio se disolvió en 2001 y Bogdanovich, quien nunca más volvió a casarse, murió en su casa de Los Ángeles el 6 de enero de 2022, a los 82 años.
Nicola Peltz y su tributo a Stratten
“Cuando me llegó la oportunidad de hacer el casting me entusiasmé mucho porque me daba la posibilidad de honrar a una mujer que siempre admiré”, contó la actriz Nicola Peltz-Beckham sobre su interpretación de Stratten en la serie de Star+, Bienvenidos al Chippendale.
“Yo era muy fanática de Dorothy antes de tener la oportunidad de interpretarla y quise hacerlo con respeto porque su historia de vida te rompe el corazón. Cuando vi Star 80, esa película se quedó en mi mente y ahora solo busco que a la gente le guste lo que hice porque quise rendirle un homenaje a Dorothy por lo mucho que la quiero”, manifestó Nicola sobre el drama creado por Robert Siegel, basado en el libro Deadly Dance: The Chippendales Murders de K. Scot Macdonald y Patrick MontesDeOca, y protagonizado por Kumail Nanjiani, quien es productor de la serie junto a su esposa, Emily V. Gordon.
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