Dolores Barreiro, una ninfa en la orilla de los 40

En febrero, ya cuando las arenas uruguayas parecen haber recuperado la serenidad, Dolores Barreiro (39) enfila entonces hacia Punta del Este en compañía de su equipo de hombres: al mando de Matías Camisani (43), su amor desde hace ya casi dos décadas, y sus cuatro hijos, Valentino (13), Salvador (10), Milo (9) y Suria (3 años y cuatro meses). Es una suerte de costumbre familiar que la modelo, hoy dedicada a su marca de ropa –Holi– y a lucirse como conductora de televisión, repite año tras año. Antes de recalar en Uruguay, también todos juntos, habían pasado unos días en Jujuy y Mendoza, donde los varones disfrutaron de unas cabalgatas memorables.

En Punta, los planes suelen ser de día y bajo el sol, y muchas veces incluyen excursiones a playas alejadas. "A los chicos les gustan los deportes, nadar y barrenar en el mar y estar en movimiento", dice la mamá. "Yo hago fiaca, tomo sol, camino…". Los mayores "ya son un poco más independientes", pero Suria, el benjamín, necesita de una mirada atenta. La tarde en la que se tomaron estas fotos, Bernardita (22), la hermana menor de la top, se había sumado al programa y seguía de cerca los pasos de su sobrinito, que estuvo dedicado a "surfear" los médanos con un sandboard.

Este año será especial para Dolores: el 22 de julio cumple 40 años y celebrará además veinte años de amor junto a Matías. La diosa asegura que el cambio de década no la asusta y dice: "Cuando hay plenitud y felicidad, suele haber belleza. Una mujer bella persigue lo que quiere y no se rinde ante las adversidades"

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