Dolly Parton, la mujer que escribió cientos de canciones de amor pero tuvo que casarse a escondidas
La actriz y referente de la música country tuvo sólo una gran historia en su vida: su marido Carl Dean, con quien está en pareja desde hace 55 años
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Es, posiblemente, la mujer que más escribió sobre el amor. Sin embargo, a la hora de vivir su propia historia, Dolly Parton tuvo que hacerlo a escondidas. Conocida por ser una de las grandes referentes de la música country, la dueña de hits como “9 to 5”, “Jolene” o “I Will Always Love You” (tema que se convirtió en un éxito mundial de la mano de Whitney Houston) se ha caracterizado por compartir con su público cada aspecto de su vida menos uno: su matrimonio con su esposo Carl Dean.
Considerada un icono por donde se la mire, no hay mucho que no sepamos sobre la vida de esta mujer, cantante, actriz, escritora y empresaria que supo captar la atención del público a fuerza de talento, belleza y carisma. Sin embargo, detrás de sus pelucas, trajes deslumbrantes y premios Grammy, hay una persona que la conoce más que nadie y ese es su amado esposo, el hombre que le ha servido de inspiración para temas como “From Here to the Moon and Back” y “Forever Love”.
De mundos totalmente opuestos (a ella le fascinaba el glamour, la purpurina y las luces de Hollywood, mientras que él era un chico sencillo y de bajo perfil que huía del foco mediático), los tortolitos se cruzaron de casualidad y se enamoraron perdidamente. Y si bien su historia de amor siempre estuvo catalogada como una de las más románticas del ambiente, lo cierto es que al principio su relación no fue nada fácil: la pareja tuvo que ocultar su romance durante un largo tiempo y hasta casarse en secreto debido a ciertas cláusulas del sello discográfico que manejaba la carrera de la cantante por aquel entonces. Hoy, 57 años después, nada parece haber cambiado. El matrimonio sigue tan enamorado como siempre y, sobre todo, muy lejos de los flashes.
Amor a primera vista
Nacida el 19 de enero de 1946 en Sevierville, Tennessee, Dolly Rebecca Parton terminó el secundario y se mudó a Nashville para cumplir su sueño de convertirse en una estrella de la música country. “Siempre quise ser una estrella y para una estrella, Nashville era el mundo”, le confesó al New York Times allá por 1976. Obnubilada por la gran ciudad, la joven aspirante a cantante nunca imaginó que en ese primer día se lo cruzaría a él: Carl Dean, el hombre que se convertiría en el amor de su vida hasta la actualidad.
La manera en que su relación comenzó podría ser perfectamente la letra de cualquier canción romántica. El encuentro se produjo de pura casualidad afuera de la lavandería Wishy Washy. “He venido a Nashville con ropa sucia, tenía tanta prisa por llegar aquí. Después de poner mi ropa en la máquina, empecé a caminar por la calle y este tipo me gritó desde su camioneta. Yo saludé. Al ser del campo, hablaba con todo el mundo”, recuerda, entre risas, la compositora de Hello, I’m Dolly sobre el día que se cruzó por primera vez a su marido.
El flechazo fue tan fuerte que Parton reconoce haber sentido una conexión instantánea desde un primer momento. “Estaba sorprendida y encantada de que mientras me hablaba, me miraba a la cara, una cosa rara para mí. Parecía estar genuinamente interesado en descubrir quién era yo y de qué iba”, confesó sobre qué fue lo que más la atrapó de este misterioso hombre.
Y aunque la historia empezó de una manera un tanto extraña, la joven recién llegada del pueblo no quiso perderse la oportunidad de vivirla. “No es frecuente que alguien pueda decir que su vida cambió para siempre en un lugar llamado Wishy Washy. Acababa de graduarme de la secundaria, había dejado dos novios en casa y no tenía intenciones de encontrar otro. Sólo quería trabajar en mi música. No quería que ningún chico, ningún hombre, ni nadie me desviara. Entonces, ¿qué estaba haciendo el primer día?”, se cuestionó aunque inmediatamente lo invitó a la casa de sus tíos, donde ella se alojaba.
“Mi primer pensamiento fue: ‘Me voy a casar con esa chica’. El segundo fue: ‘Señor, ella es guapa’. Y ese fue el día en que comenzó mi vida. No cambiaría los últimos 50 años por nada en esta tierra”, revelo el hombre que -tras visitarla todos los días durante una semana- la invitó a una primera cita oficial. “Él quería llevarme a cenar. Se detuvo en la ventanilla del autocine y compró nuestra comida en Mcdonald’s”, reveló la actriz con un dejo de nostalgia, en 2018.
Poco después de comenzar su relación, Dean se alistó en el ejército, pero ellos se mantuvieron en contacto durante sus dos años de servicio. A su regreso, los enamorados decidieron casarse, a lo que Monument, el sello discográfico que manejaba la carrera de la artista por aquellos años, se opuso rotundamente. Al parecer, los productores temían que su matrimonio afectara negativamente su profesión. “Todos en mi sello habían invertido dinero en mí y en la construcción de mi carrera, por lo que me preguntaron si esperaría un año para casarme (…) Yo no tenía la intención de encontrar a nadie, pero ya sabes cómo va el amor”, contó confirmando los rumores.
Mujer de armas tomar, Parton desoyó el pedido de los empresarios y se escapó junto a su novio para sellar su amor del otro lado de la frontera. El 30 de mayo de 1966, la pareja se casó en secreto en una capilla de Ringgold, Georgia, a la que solo asistieron la madre de Dolly, Avie Lee, el pastor Don Duvall y su esposa. “Fuimos ese mismo fin de semana a una pequeña iglesia en Ringgold. Tenía un simple vestido blanco y poquitas flores, y mi madre se fue conmigo”, recordó la estrella estadounidense sobre uno de los días más importantes de su vida.
Durante más de un año, la pareja ocultó su nuevo estado sentimental. Evitaban ser vistos en público y propiciar cualquier rumor que los pudiera unir. Será por eso que cuando finalmente hicieron su matrimonio oficial nadie podía creerlo. Contra todos los pronósticos, la carrera de Parton despegó a escalas inimaginables, no sólo convirtiéndose en “la reina del country” sino en una de las actrices más convocadas de la pantalla grande.
Un matrimonio bajo perfil
A pesar de estar casado con una de las máximas referentes del cine, la música y la televisión de la época, Carl Dean siempre dejó en claro que quería mantenerse alejado del estilo de vida de una celebridad. “Te amo y te apoyaré en tu carrera de cualquier manera que pueda, pero nunca me pidas que vaya a otra de esas malditas cosas otra vez”, le advirtió el director de una compañía de pavimentación a su mujer después de asistir a una entrega de premios. A pesar de que los fans pueden reconocerlo por la portada del álbum My Blue Ridge Mountain Boy, el hombre sigue evitando las alfombras rojas y casi nunca se fotografía junto a su esposa.
Dicen que “los opuestos se atraen” y en este caso esa premisa encaja a la perfección. “Somos completamente opuestos pero eso es lo que lo hace divertido. Nunca sé lo que va a decir o a hacer. Siempre me sorprende”, confesó la protagonista de Cómo eliminar a su jefe dando cuenta de que es lo que más la atrapa de su hombre. En cuanto a cómo toma su sencillez y bajo perfil, la nominada 47 veces a los Grammy expresó: “Mi marido es solitario. Siempre me ha pedido que lo deje fuera de todo esto. No le gusta el alboroto”.
Es así como, desde el primer día que se conocieron, este matrimonio decidió construir su intimidad lejos de los flashes. “Nos gusta meternos en nuestra pequeña burbuja y ser simples. A mí me encanta leer, cocinar, estar con mi marido. Me pongo mi ropa cómoda (la llamo mi ropa de bebé) y simplemente nos relajamos (…). Me casé con un hombre realmente bueno, un tipo que es completamente diferente a mí. Le encanta escuchar sobre las cosas que hago. Me encanta escuchar sobre las cosas que hace. Así que disfrutamos de la compañía del otro. Nos llevamos bien”, aseguró.
Al parecer, esta fórmula les ha funcionado a la perfección, ya que no sólo cada uno se ha desarrollado profesionalmente con éxito en lo suyo, sino que ya llevan 55 años juntos. “Él es como un hermano, un padre, un amigo, un marido y un amante para mí (…). Nos gustamos, nos respetamos, siempre lo hemos pasado bien”, reconoció durante una aparición en Good Morning Britain.
Tal es el amor y cariño que se tienen que, con motivo de su 50 aniversario, la pareja decidió renovar sus votos matrimoniales el 30 de mayo de 2016. “Voy a tener un hermoso vestido de novia porque no tuve uno grande y largo cuando nos casamos y tenemos un traje para él, así que vamos a vestirnos y a tomar un montón de fotos”, reveló mientras organizaba una celebración totalmente diferente a la primera boda.
Sin hijos
A pesar de que este matrimonio ha demostrado ser sólido por donde se lo mire, hay algo que siempre intrigó a la prensa y a los seguidores de la diva estadounidense: la decisión de no tener hijos. Y si bien la actriz y cantante se mostró arrepentida en más de una oportunidad, con el tiempo buscó explotar su faceta maternal a través de su fundación, por la que ha sido homenajeada en más de una oportunidad.
“Dios tiene un plan para todo”, repetía casi como un mantra cada vez que le preguntaban por sus ganas de ampliar la familia. Sin embargo, con el tiempo Parton logró entender el motivo por el cual nunca se convirtió en madre. “Al principio, cuando mi marido y yo estábamos saliendo (y luego cuando nos casamos), supusimos que tendríamos hijos. No estábamos haciendo nada para detenerlo. Incluso hasta teníamos los nombres, pero no resultó. Ahora pienso que Dios no quiso que tuviera hijos para que los hijos de todos pudieran ser míos”, reflexionó, quien ha logrado acercarse a los más pequeñitos desde su costado solidario.
Lo cierto es que para los niños, esta mujer-que ha vendido más de 100 millones de discos en todo el mundo- es más conocida como “book lady” que por su trayectoria. Este apodo se debe a su fundación creada en 1995, la Dolly Parton’s Imagination Library, encargada de hacer llegar libros a niños desde su nacimiento hasta los cinco años. “Para cuando van al colegio y aprenden a leer, todos estos niños poseen una pequeña biblioteca infantil en casa para sembrar la afición por la lectura”, explicó Parton sobre este programa que comenzó en Sevierville, Tennessee y tuvo un claro inspirador: Robert Lee Parton, su padre.
“Mi padre nació en una familia de 14 hijos, no pudo ir al colegio, y aunque era muy inteligente, no sabía leer ni escribir”, contó sobre quien se involucró en esta iniciativa junto ella. Hoy, 26 años después, este proyecto se extendió al resto de Estados Unidos y acaba de alcanzar los más de 100 millones de libros donados.
Rumores de infidelidad
Dicen que “de los cuernos nadie se salva” y, al parecer, ellos tampoco serían la excepción. Si bien son una de las parejas más estables y duraderas de Hollywood, los rumores de infidelidad han rondado el matrimonio en más de una oportunidad, aunque ellos nunca se pronunciaron al respecto.
Las primeras especulaciones surgieron en 1973, cuando Dolly lanzó su exitosa canción “Jolene”, que fue tan popular que más tarde se convirtió en el título de su decimocuarto álbum de estudio. La letra de la pegadiza melodía -que describe a una hermosa y joven mujer pelirroja llamada Jolene- inmediatamente desató dudas sobre una posible relación extramatrimonial de su esposo Carl.
Lejos de desmentir estas versiones, la propia compositora uso este “mito” para jugar en sus shows a través de comentarios como “le prohibí a Carl que fuera al banco donde trabaja Jolene”, algo que el público recibía con mucha gracia. Sin embargo, en los últimos años la dueña de Dollywood (un parque temático donde suele hacer sus conciertos) decidió desestimar el rumor y reveló una inspiración mucho menos escandalosa para la famosa canción. Según The Independent, Jolene es en realidad una niña que la artista conoció en uno de sus shows y prometió escribir una canción sobre ella, porque tenía “el nombre más bonito” que había escuchado. No se sabe qué historia es realmente cierta pero al ver el amor y respeto que se tiene esta pareja, la primera versión es difícil de creer.
Ahora bien, Dean no fue el único señalado como infiel a lo largo de los años. Luego de que la escritora confesara en su libro Dolly on Dolly: Interviews and Encounters With Dolly Parton que su matrimonio era “totalmente abierto”, las especulaciones sobre un affaire que la devastó por completo se pusieron en marcha. “Lloré un océano pero no voy a hablar más de ello. Tengo que mantener un poco de misterio”, lanzó sin revelar la identidad del supuesto amante.
Aunque este no fue el único hecho en el que estuvo involucrada. Debido a su gran compromiso con los derechos de la comunidad LGBTIQ, también se ha insinuado cierta aventura lésbica con su amiga Judy Ogle, de quien siempre se ha mostrado inseparable. Sin embargo, en este caso, la productora decidió dejar el misterio de lado y negar fervientemente todo tipo de romance. “¿Así que la gente dice eso? ¿Por qué realmente no se puede tener una gran relación con una mujer? No soy gay, pero tengo muchos amigos que sí lo son. Judy y yo hemos sido mejores amigas desde que éramos niñas. Nuestros padres se conocían, crecimos juntas, éramos como hermanas, nos hicimos mejores amigas”, aclaró en una entrevista con The Sun.
La clave para ser eternos
Lo cierto es que un matrimonio como el de Parton y Deal es casi inaudito en Hollywood, un lugar donde las relaciones se caracterizan por ser frívolas y efímeras. Ahora bien, ¿cuál es el secreto para seguir juntos en el tiempo y, sobre todo, con la chispa del primer día? Tras reconocer que todo el mundo le pregunta lo mismo, la estrella de los escenarios confesó que “la independencia” y “darse espacio en la pareja” es clave para perdurar en el tiempo. “Siempre bromeo y me río cuando la gente me pregunta cuál es la clave de mi largo matrimonio. Yo siempre digo: ‘¡no te acerques!’ y hay mucha verdad en eso. Yo viajo mucho, pero realmente disfrutamos el uno del otro cuando estamos juntos y las pequeñas cosas que hacemos”, señaló quien a causa de sus giras ha estado fuera del hogar con frecuencia.
“Él está loco y yo estoy loca. Nos reímos mucho y creo que esa ha sido una de las partes más preciosas de nuestra relación (…). Pero, sobre todo, tienes que respetarte y gustarte, perdonar muchas cosas y aceptar muchas otras”, le confesó ya con un tono más serio a US Weekly.
Lo cierto es que esta pareja está en el top five de los ejemplos a seguir y, día a día, sigue sorprendiendo con sus muestras de cariño y amor incondicional. De hecho, hace poco la actriz que cumplió 75 años decidió hacerle un regalo especial a su esposo, que luego compartió en las redes sociales con todos sus seguidores.
En octubre de 1978, Parton protagonizó una de las portadas más recordadas de la revista Playboy en la que se la podía ver con un atuendo de conejita. 43 años después, la rubia volvió a ponerse el disfraz para sorprender a su marido.” ¿Recuerdan que en algún momento dije que iba a posar en la revista Playboy cuando tuviera 75 años? Bueno, tengo 75 y ya no existe esa maravillosa revista, pero a mi esposo siempre le gustó la portada original, así que estaba tratando de pensar en algo para hacerlo feliz “, comentó la intérprete en un video que no paraba de acumular likes.
“Él todavía piensa que soy una chica sexy después de 57 años juntos, y no voy a intentar disuadirlo de eso”, bromeó mientras le cantaba. “En la primera, era una especie de porción de mantequilla. Ahora soy queso en tiras, pero probablemente mi marido pensará que soy queso crema, eso espero”, remató ante los comentarios cómplices de sus fans.
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