Diego Korol: "La gente pide el regreso de Sin codificar, y va a volver"
Editando tele estrena conductor, y Diego Korol promete sumarle más humor al programa. "Si ves el primer Peligro sin codificar del 2008, lo vas a notar muy distinto al último del 2019 y te preguntas qué pasó. Y es algo que también va a suceder en Editando tele si no se cuidan, porque uno va buscando cosas", justifica Korol, un poco en broma y un poco en serio.
En diálogo con LA NACION, el conductor reflexionó sobre este nuevo desafío de sumarse al ciclo de análisis -en clave de humor- que propone Net TV, de lunes a viernes a las 21. Estará acompañado por Tomás Dente, además de Luis Piñeyro y Ángeles Balbiani, quienes oficiarán de panelistas y opinarán sobre lo que el día dejó en materia de contenidos televisivos.
-¿Te gusta mirar tele?
-Hago radio todas las mañanas en POP (Despierta corazón, de 6 a 9) y estoy informado. Y me gusta ver tele también. No soy especialista en lo que va pasando a nivel de relaciones y quién está con quién o quién se separó o no; del quilombo me informarán mis compañeros. Me pareció que esta propuesta podía estar bien, y me gusta la posibilidad de aportarle humor, sumar algunos personajes de a poquito.
-¿Te fastidia lo mediático?
-Hasta cierto punto está bien, pero después lo que hace cada uno en su vida privada me supera. Yo pude evitarlo a lo largo del camino. Algunos se mueven bien en esa área y saben hacerlo pero yo no, entonces se lo dejo a los que saben. Aprenderé bastante en Editando tele.
-Tenés un perfil muy bajo y pocos saben que tenés un hijo de 5 años, José, y estás en pareja con Romina Ricle, ¿te fue fácil poner límites?
-No me siento cómodo en la exposición. Y en el trabajo me gusta repartir el juego para que los chicos puedan hacer sus personajes y sus remates. Y acá va a pasar un poco lo mismo, para que todos tengan la posibilidad de divertirse.
-Después de diez temporadas, Sin codificar terminó abruptamente, pero la gente no se resigna y siguen preguntando cuándo vuelven. ¿Vuelven?
-Piden que vuelva Sin codificar y va a volver. Es la idea, en algún momento. El programa terminó en el 2019, y se emitía en Telefe y Net TV. Pensamos en volver en el 2020, pero entendimos que iba a ser difícil hacerlo en contexto de pandemia, sin público y con pocos humoristas. Decidimos dejarlo en stand by y no seguir desarrollándolo hasta ver qué pasa. Constantemente me preguntan cuándo volvemos. Y sé que cuando los canales quieren reflotar algo lo primero que hacen es preguntar cómo están los chicos de Sin codificar. Es mejor esperar que podamos ser más en el estudio. Es increíble cómo la gente lo recuerda.
-Ya es un clásico...
-Y por eso me parece que es un error no haber utilizado el humor de un programa como el nuestro en estos tiempos. Hasta hablé para que lo pongan al aire o lo editen como quieran. Es el momento de hace reír. Y no hablo de volver a hacerlo sino de repetirlo, o sea que es sin costo. En redes veo que todo el mundo está viendo videos de Sin codificar, se meten en el Instagram, en las páginas.
-¿Por qué crees que no lo repiten?
-No lo sé. Fueron diez temporadas muy buenas en las que pasamos por América, Telefe y Net TV. Está bien ver cómo cocinan o cómo preguntan o responden, y todos hacen los programas con cuatro para un lado y cuatro para el otro. Sin codificar tiene un movimiento distinto e incluso valía la pena que pusieran lo mejor del ciclo una vez a la semana, como para probar.
-¿Seguís en contacto con tus compañeros?
-Sí, y sé que vamos a volver. Si llega la propuesta para salir mañana, nos vamos a poner de acuerdo, de eso estoy seguro. Y vamos a estar todos. Somos amigos, nos conocemos de hace años. Es muy difícil lograr lo que se generó en el grupo. Estoy también en Direct TV Sports Gaming y pasé por otros programas y sé que no es fácil que suceda, pero cuando se generan estas cosas, son difíciles de soltar. Seguimos todos en contacto. Estos días, Pichu [Straneo] me mandó una foto del día que fuimos todos a lo de Mirtha Legrand, y te quedan esas cosas.
-¿Se conocieron todos en VideoMatch en los ’90?
- Sí. Nos conocemos hace más de 20 años. En VideoMatch éramos productores, humoristas compartíamos sketches, viajes, aprendimos el mundo de cómo tratar el humor en tele, cómo se edita, cómo se guiona. Y Sin codificar arrancó en un bache que dejó ShowMatch cuando se metió en el mundo del baile y del canto. Y nosotros no nos refugiamos ni en el baile ni en el canto, y tuvimos la posibilidad de hacer humor en Sin codificar, que al principio era un programa más deportivo y de a poco fuimos agregando el humor. En su momento, tuvimos la suerte porque América nos aguantó cuando no le encontrábamos el rumbo y hay que reconocérselo. Nos bancó y nos dejó hasta que encontramos el rumbo.
-Trabajaste muchos años con Marcelo Tinelli, ¿siguen la relación?
-Tenemos un buen vínculo que trascendió los programas. El tema del fútbol nos juntó en varios experimentos y la última vez que lo vi fue cuando hicimos el sorteo de la Copa Maradona, y charlamos un rato. Sabe que no estoy para cantar ni para bailar, porque no lo aceptaría. Soy muy malo para los formatos, además. Lo mío es el humor y la conducción.
-¿Viste el Cantando 2020?
-Me levanto muy temprano para ir a la radio y no sigo el Cantando. No me puedo enganchar por el horario
-Es todo un estilo de vida hacer radio tan temprano
-Sí, me levanto muy temprano y diariamente el planteo es qué estamos haciendo. Lo intentaremos un poquito más y después, seguramente, iremos por un cambio de horario para poder vivir un poco mejor. Estoy en conflicto con ese horario porque es un problema para reuniones sociales y laborales. A las 9 de la mañana ya salí del trabajo y los demás todavía no arrancaron. Después te agarra sueño.
-¿Cómo pasaste la cuarentena preventiva y obligatoria, en los primeros meses de la pandemia por el covid?
-Nunca paré de trabajar, mantuvimos la radio, a veces desde casa, y también el programa de gaming. Entonces no pude aburrirme en casa ni mirar fotos viejas. De hecho no aprendí a cocinar para un reality, ni para la familia. En pandemia fue más difícil hasta dormir la siesta porque te querés tirar un rato y con el niño en casa terminás disfrazado de arquero para atajarle un penal. Es un horario que se lleva bien con la familia si el colegio funciona.
-Empezaste trabajando con tus hermanos, Adrián y Alejandro, y lo hicieron por muchos años, ¿cómo es tu relación con ellos hoy?
- rabajamos mucho tiempo juntos y así arrancamos. Adrián está montando una de las repetidoras de Radio Pop en Chascomús y algo tengo que ver con eso, y con Ale también estamos constantemente haciendo cosas. No hicimos más tele juntos, es verdad, pero nos apoyamos en los proyectos y está todo bien a nivel familiar.
-Un asado en lo de los Korol debe ser muy divertido.
-Es divertido. Arrancamos muy chicos a trabajar juntos y profundizamos ese vínculo con mis hermanos. Y pudimos mantenerlo porque cuando empezás a laburar y a estudiar, te separás un poco de la familia. En cambio vivimos ese momento juntos y fue divertido. El humor nos ayudó y nos sirvió siempre.
-¿Y en casa sos malhumorado? Hay un mito que dice que muchos humoristas tienen pocas pulgas en su vida íntima.
-No es mi caso. Nos reímos con mi mujer y mi hijo, y la pasamos bien
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