El actor mexicano habló con LA NACION sobre At Midnight, el film de Jonah Feingold que llega este viernes a Paramount+, con la actriz de Top Gun: Maverick, Mónica Barbaro, como coprotagonista
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Diego Boneta es un romántico. Eso deja entrever el actor mexicano cuando alude a su flamante proyecto como productor e intérprete, la comedia romántica At Midnight. Luego del fenómeno que significó Luis Miguel, la serie -ficción en la que no solo demostró estar a la altura de lo que implicaba personificar al astro de la música, sino también se lució al abordar secuencias de gran intensidad dramática-, Boneta quiso ir por más. Y así nació Three Amigos, la compañía productora de cine y televisión fundada por el actor junto a su hermana, Natalia.
Entre los proyectos que captaron su atención se hallaba precisamente el guion de At Midnight, al que el actor llegó cuando estaba desarrollando contenido para Paramount+, plataforma en la que el film se encuentra disponible a partir de este viernes. Escrito por el realizador Jonah Feingold junto a María Hinojos y Giovanni M. Porta, la premisa del largometraje atrajo al productor, fanático confeso de obras imprescindibles del género como Realmente amor y Un lugar llamado Notting Hill.
En plena pandemia, el actor también vio la ópera prima de Feingold, Dating and New York, y supo que había encontrado una nueva voz para revitalizar un género que todavía lucha por recuperar el brillo de otras épocas. En aquella producción, Feingold demostraba que podía trasladar a sus personajes una forma de comunicación reconocible, lejos de ciertos exponentes acartonados que solo reiteran fórmulas.
“Noté un talento en Jonah que me hizo querer trabajar con él”, le cuenta Boneta a LA NACIÓN en una entrevista exclusiva vía Zoom. De esta forma, se puso en marcha el rodaje de la comedia romántica que protagoniza junto a Mónica Barbaro, quien con su participación en Top Gun: Maverick dejó muy en claro que tiene un futuro promisorio en la industria, por esa combinación infrecuente de carisma y bravura que ostenta.
Encuentros a la medianoche
Como la serie Starstruck, At Midnight también se propone mantener vivo el legado de Un lugar llamado Notting Hill y la metatextualidad salta a la vista desde el inicio, cuando entra en escena Sophie (Barbaro), una estrella de cine que recibe constantes presiones de la industria. Mientras busca la autenticidad en su profesión, Hollywood la empuja a repetirse a sí misma con el personaje de una superheroína a la que su actriz ya no puede encontrarle más matices. En medio de esa crisis, busca apoyarse en su pareja, Adam (Anders Holm), quien además es su colega en la exitosa saga de la que no puede emanciparse.
Cuando descubre un engaño por parte de su novio, el mundo de Sophie se derrumba, y el famoso segundo acto de la comedia romántica comienza con ese giro de timón que da la joven cuando observa que alrededor todo es un caos y ella se decide a probar nuevos desafíos, aunque con ciertas restricciones. Como no puede huir de sus compromisos laborales, Sophie se ve obligada a un rodaje tortuoso en México y se hospeda en un hotel administrado por Alejandro (Boneta), quien también navega un presente en el que parece imperar la insatisfacción. La famosa convención del “meet-cute”, ese primer encuentro entre los protagonistas, se produce en ese lugar al que ambos resignifican al redescubrirlo por fuera de las normas. Sus encuentros a la medianoche, en los que entablan largas charlas sobre sus familias, planes a futuro y el desencanto respecto a su cotidianidad, van despertando esa chispa que les impide regresar a la vida que tenían antes de conocerse.
En diálogo con LA NACION, Boneta habló sobre cómo, en plena preproducción, conoció a Barbaro, quien en At Midnight también pudo lucirse como bailarina en una secuencia cargada de sensibilidad donde lo coreográfico juega un rol fundamental para el acercamiento paulatino de esos polos opuestos que se atraen. “La química con Mónica era lo más importante para mí, esta es la primera película que produzco con Three Amigos; antes estuvo la bioserie de Luis Miguel, y se trató, desde el inicio, de un proyecto extra especial para mí”, expresa Boneta. “Además, el haber encontrado a Jonah fue increíble porque es una persona muy sensible, su primera película es buenísima, tenía algo fresco, diferente. Cuando llegó el momento de elegir a mi compañera, hicimos el casting por Zoom y Mónica fue la primera actriz con la que leí”.
De acuerdo al actor, Barbaro demostró tener una pasión por el proyecto que se percibía en las ideas que sugirió para su personaje. “Ella es sensacional. Compartimos esa pasión por lo que hacemos, y ella lo dejó en claro desde el primer segundo. Cuando hablamos, yo estaba con Covid, atrapado en Madrid, e hicimos la lectura de guion a las cuatro de la mañana, y ya virtualmente se notaba, se sentía que era ella la persona indicada. Cuando nos vimos personalmente y continuamos con los ensayos, Mónica llevó las escenas a un lugar más elevado del que teníamos en mente, sobre todo cuando bailaba, ella quería que esos momentos íntimos fueran especiales”, expresó el actor sobre su compañera.
La química instantánea
En una entrevista concedida a este medio, Feingold también remarcó la química entre los protagonistas y cómo las barreras que pudo haber presentado un ensayo virtual no afectaron la decisión final. Mónica era, incuestionablemente, la actriz ideal. “Diego estaba muy comprometido con el proyecto, le gustó el guion y por eso todo avanzó muy rápido”, explicó el director. Cuando su representante le sugirió a Mónica para el casting y le habló de su trabajo en Top Gun: Maverick, Feingold la quiso conocer “de inmediato”. “Aunque tenía dudas al principio respecto a los ensayos por Zoom, cuando Mónica leyó las secuencias con Diego hubo algo eléctrico que fue innegable. Los grabé y edité un video con música y eso fue todo. Habíamos encontrado a la pareja perfecta. Si con distancia ya había química, tenía la certeza de que ésta se iba a replicar cuando estuvieran cara a cara, y afortunadamente sucedió”, explicó.
Feingold, quien viene incursionando en la comedia romántica desde 2015 con su cortometraje, Letters to Manhattan (A Whole Foods Love Story), le contó a este medio por qué decidió abocarse a este género y explorarlo desde diferentes ángulos. “Como hijo de padres neoyorkinos que se divorciaron, la búsqueda del amor siempre fue un tópico recurrente en mi vida”, apuntó el director. “Mis papás se separaron cuando tenía 18 años, una edad muy particular para lidiar con eso. Esa noticia me llevó a querer ver muchas comedias románticas y luego a filmar una. Mi sueño era dirigir una película en la que los protagonistas hablaran como lo hacen mis amigos, y partir de una historia con la que la audiencia pudiera identificarse, que se sintiera real”, remarcó.
En At Midnight, Feingold abandona momentáneamente su querida Nueva York para explorar otras culturas con ese viaje de Sophie a México en el que se embebe de una energía que no encontraba en Los Ángeles. “Con este film quise abordar diferentes cosas, desde el drama familiar, las secuencias románticas más clásicas y también cierta parodia al mundo de Hollywood. Si bien hay algunos momentos autorreferenciales y chistes internos, At Midnight apunta a lo universal, a la armonía entre viñetas de humor y de romance”.
Sobre el final de su segundo largometraje, Feingold logra ese propósito de combinar lo metatextual, la declaración romántica inevitable y un intercambio honesto entre Sophie y Alejandro respecto al valor de lo genuino, de seguir el instinto aunque, inicialmente, eso duela. “Quería producir y protagonizar algo que saliera del corazón, que tuviera corazón y porque creo que el género no está extinto, está más vivo que nunca”, le manifestó Boneta a LA NACION, quien aborda a su personaje eludiendo los clichés. A fin de cuentas, la comedia romántica trabaja sobre los arquetipos, pero el mexicano le buscó una vuelta de tuerca para que la figura del galán estuviera en un lugar secundario. En At Midnight, es Sophie quien marca el camino.
Ante la pregunta de cuáles son sus exponentes del género favoritos, el actor no duda en mencionar Un lugar llamado Notting Hill, Realmente amor, pero además suma El descanso, en la que también el cine es protagonista, al igual que la metamorfosis de los cuatro personajes. “Siempre me gustaron los films que sabían cómo equilibrar el romance con los momentos más emotivos, y buscaba que me hicieran llorar también, que me hicieran creer que la química entre los actores era real, la famosa magia de las películas. Eso mismo nos propusimos hacer con At Midnight”, subraya el mexicano, quien no quiso terminar la entrevista sin antes hacer un paréntesis. “Argentina es un país muy especial para mí. No sabes cómo me gustaría estar allá en este momento, los quiero felicitar por haber ganado el Mundial, me puso muy feliz. Los argentinos me apoyaron en todo momento, quiero visitarlos pronto y seguiré celebrando por ustedes”. Ya lo dijimos: Boneta está en pleno romance. Con su rol de productor, con At Midnight y con la Argentina, también.
At Midnight ya está disponible en Paramount+.
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