De un “clic” en el pecho a un mortal disfraz de hojalata: actores que dañaron su salud durante un rodaje
Fama, reconocimiento y, en algunos casos, lesiones permanentes: estos actores triunfaron en la pantalla grande, pero sus cuerpos quedaron marcados para siempre
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La industria del cine tiene un largo historial de actores y actrices que terminaron sus producciones con alguna lesión de importancia. Incluso, varios debieron abandonar el barco antes del final de la filmación. Sin embargo, hay un pequeño grupo de actores que, por fallas técnicas, por no querer usar un doble de riesgo o por animarse a las más arriesgadas piruetas, terminaron con daños permanentes en su cuerpo. Aquí, siete casos.
Jennifer Lawrence
Además de múltiples críticas regulares, Madre! le dejó a Jennifer Lawrence un llamativo problema físico. La actriz protagonizó en 2017 el polémico y alegórico film dirigido por su entonces novio, Darren Aronofsky. Y mientras el largometraje fue rechazado por el público, Lawrence terminó con algunas secuelas físicas por la desgarradora interpretación de una mujer que, ante la invasión de su privacidad y el bloqueo creativo de su esposo, se sumerge en el dolor.
En 2017, en una entrevista con la revista Vogue, Lawrence habló de su experiencia. “Tuve que ir al lugar más oscuro en el que jamás había estado en mi vida. No sabía si iba a poder salir bien”, admitió. En ese momento, trascendió que incluso había llegado a dislocarse una costilla durante una escena. “Sí, terminó desgarrándose el diafragma”, confesó Aronofsky en una nota con The Guardian. “Ella estaba hiperventilando por la emoción”, agregó.
Seis años después, fue la misma Lawrence quien habló sobre el costo físico y emocional que padeció como consecuencia del rodaje de esa película. Durante un episodio de la serie de YouTube Hot Ones, la actriz explicó que aún hoy experimenta los efectos de las lesiones sufridas en el set. “Me rompí el diafragma y me rompí algo en el pecho o en la costilla superior”, dijo Lawrence con seriedad. “Todavía hace clic hasta el día de hoy”, confesó.
Linda Blair y Ellen Burstyn
Además de un éxito indiscutible y la entrada por la puerta grande a los clásicos del cine de terror, El exorcista (1973) le significó a sus figuras centrales lesiones que le cambiaron la vida: Linda Blair terminó con una escoliosis consecuencia de una lesión provocada mientras filmaba una escena en donde su personaje, Regan Mac Neil, manifestaba los efectos de una posesión demoníaca, y Ellen Burtyn se fracturó el coxis personificando a Chris, la perturbada madre de la niña, lo que le generó una dolencia crónica en la espalda.
Con apenas 12 años, Blair se sometió a maratónicas sesiones de rodaje. Ya había conquistado a William Friedkin durante el casting, por lo que el director sabía cuánto podía exigirle en el set. En ese momento, coordinaron que sea ella misma -y no un doble- quien le pusiera el cuerpo a las acrobacias que exigía el papel, determinación que terminó marcando la vida de la actriz. En una de las tomas que componen el final de la película, en donde se la ve levitar, el arnés con el que estaba atada a la cama no quedó bien abrochado. Esa situación, más una falla técnica adicional, hicieron que se fracturara la espalda. Esa lesión, combinada con las que padeció como consecuencia de un accidente automovilístico, hicieron que desarrollara una escoliosis.
En el caso de Burstyn, el problema lo causó un cable, y la insistencia del director. “Conmigo, Friedkin se portó muy bien”, declaró Ellen Burstyn tiempo después del rodaje, según consignó el portal Cinemanía. “Salvo cuando se ensañó con mi columna vertebral”, agregó. La actriz reveló que en la escena en la que Blair le da una cachetada, la intención era demostrar la fuerza sobrenatural de la niña. Con ese objetivo, ataron a la actriz con un cable que, al momento del golpe, la empujaba hacia atrás hasta hacerla caer al piso. Pese a que Burstyn advirtió sobre el dolor, el cineasta ordenó al técnico tirar con más fuerza. ¿El resultado? Un grito desgarrador y muy real en el film y una lesión crónica en la espalda de la actriz.
Buddy Ebsen
La historia detrás del rodaje de El Mago de Oz (1939), el relato sobre las aventuras de una niña que es arrastrada por un tornado en Kansas hasta una tierra de fantasía plagada de seres extraordinarios, fue, para sus protagonistas, mucho más tortuoso que aquel logro de Hollywood. Años después del furor que causó el film, Judy Garland (Dorothy) hizo público el abuso físico y emocional que sufrió durante el rodaje y Margaret Hamilton (la malvada bruja del Oeste) terminó con quemaduras de tercer grado como consecuencia de un accidente con pirotecnia. Y hay más: Buddy Ebsen, el hombre de hojalata que nunca apareció en la gran pantalla, dañó su salud para siempre.
Si bien el personaje llevó a la fama a Jack Haley, no fue él en quien había recaído el papel originalmente, sino que fue Ebsen la primera opción. Incluso el actor grabó todas las canciones del film y, para ello, se sometió a extensas pruebas de maquillaje. Así lo reveló en El otro lado de Oz, su autobiografía. Ebsen contó que los maquilladores decidieron utilizar pintura blanca para la cara, y darle el toque plateado con polvo de aluminio puro. Durante varias jornadas, Ebsen transpiraba, por lo que le aplicaban esa mezcla de forma constante. “Era imposible no respirar el material”, aseguró. También recordó que la última sesión de maquillaje a la que se sometió fue trágica.
Ebsen empezó a tener dificultades para respirar en el set, pero la noche posterior a aquel día se despertó completamente incapaz. Cuando llegó al hospital, descubrieron que sus pulmones estaban completamente cubiertos de polvo de aluminio, lo que provocó una reacción tóxica. Nunca más volvió a ser el hombre de hojalata. Y si bien tuvo una carrera exitosa, explicó que aquel incidente lo dejó con “una tendencia a la bronquitis” y la necesidad de usar sistemas de filtración de aire en su casa.
Jackie Chan
Pese a su increíble destreza física y su habilidad dentro del mundo de las artes marciales, Jackie Chan no pudo evitar, a lo largo de su carrera, terminar malherido en innumerables oportunidades. Chan, quien solía ponerle el cuerpo a todas sus escenas y se negaba a utilizar dobles de riesgo, contó que la peor experiencia la vivió en el rodaje de la comedia de acción de 1986 La armadura de dios: incluso casi pierde la vida.
En la película, Chan interpreta a un aventurero que realiza acrobacias peligrosas. En uno de esos desafíos, el actor tuvo que saltar desde la muralla de un castillo hasta la rama de un árbol cercano. Según Chan, el primer intento salió bien, pero quiso intentarlo una vez más: en la segunda toma la rama se rompió y el actor cayó de cabeza a las rocas. Como resultado, no solo se fracturó el cráneo, sino que sufrió una hemorragia interna.
A Chan lo llevaron de urgencia al hospital, donde fue sometido a una cirugía cerebral de emergencia de ocho horas que fue exitosa. Sin embargo, para cubrir el agujero le colocaron una placa que todavía lleva. Además, Chan reconoció que también quedó con problemas de audición en un oído, otro efecto secundario permanente. Las imágenes del accidente se pueden ver sobre el final del film.
Dick York
Hechizada fue, para Dick York, el amor incondicional del público pero también el principio del fin de su carrera, y de su vida. El actor fue parte de la serie éxito de los 60, una comedia de situación que fue replicada durante muchos años en gran parte del mundo y que contaba la vida de una bruja buena -Elizabeth Montgomery- que renunciaba a sus poderes -aunque no tanto- luego de casarse con Darrin Stephens. Todo parecía estar bajo control hasta que, durante la quinta temporada, York sufrió un aneurisma que lo llevó directo al hospital. Asediado por el dolor y adicto a los analgésicos, decidió renunciar al éxito televisivo luego de 170 capítulos.
El origen del problema no estuvo en el set de la comedia, sino en el rodaje de Héroes de barro, un film de 1959 en el que compartió cartel con Gary Cooper y Rita Hayworth. Durante el último día de filmación sufrió una lesión espinal. Algunos indican que se cayó de un caballo, otros que se desgarró los músculos derechos de la espalda al empujar un carro de mano. Lo cierto es que el dolor que le dejó ese episodio le cambió la vida.
York siguió con sus compromisos laborales gracias a los analgésicos. Pero se hizo adicto a ellos, y el cuerpo no aguantó: colapsó en el set de Hechizada. Nunca más se recuperó. Entre 1969 y 1972, Dick Sargent fue el actor que Columbia Pictures eligió para dar vida a Darrin. Luego de engordar, perder los dientes, quedar en bancarrota e intentar encauzar su carrera, York murió como consecuencia de un enfisema pulmonar en 1992 a los 63 años.
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