Desde su salida de la Corona que la pareja viene apostando por podcasts, documentales e incluso series animadas, sin embargo, sus producciones no lograron despegar y varios de sus cuantiosos contratos llegaron a su fin por no haber estado a la altura de las expectativas
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En medio de versiones cruzadas sobre un posible regreso de Meghan Markle a Hollywood, la actriz y empresaria parece seguir abocada a las producciones que nacen fruto de la colaboración con su esposo, el príncipe Harry. Por lo tanto, su posible vuelta a los sets no estaría vinculada a la actuación como aquella que le dio la fama: Suits. Según la publicación US Weekly, Markle quiere abordar proyectos basados “en la retribución” y la “filantropía”. “No hay nada decidido todavía, pero lo más prometedor para todos parece ser que Meghan y Harry destaquen temas importantes a través de docuseries y atraigan así atención y fondos”, añadió la publicación.
Desde su famosa emancipación de la Corona, que la pareja intenta brindar contenido de interés global aunque con resultados desparejos, producto de cómo ellos mismos opacan la narrativa debido a la magnitud que tuvo su salida de la monarquía. Muchos de los proyectos que generaron gran interés cuando se anunciaron quedaron truncos, hubo contratos que se disolvieron y las expectativas creadas no tuvieron correlato en los resultados que obtuvieron las diversas plataformas.
*Archetypes, el podcast que Spotify decidió no continuar
Como parte de un acuerdo millonario con Spotify, en agosto del año pasado Meghan Markle era la cara visible de promoción del ambicioso podcast, Archetypes (Arquetipos), una de las “patas” de la organización multimedia que propulsó con su esposo, a la que nombraron Archewell Productions como un tributo a su primer hijo, Archie. El podcast se proponía “investigar, diseccionar y subvertir las etiquetas que hacen que las mujeres no puedan progresar” como se comunicó al momento de su lanzamiento, un “gancho” que estaba dentro del terreno que Meghan venía explorando.
Por lo tanto, en sus 12 episodios, se podía acceder a un contenido intimista con Markle generando un clima cálido con las entrevistadas que pasaban por su programa, desde las actrices Pamela Adlon y Jameela Jamil hasta la estrella de la música Mariah Carey y la tenista Serena Williams. Si bien Markle propulsaba conversaciones interesantes con las figuras convocadas, el podcast no fue particularmente atractivo para los oyentes reforzando la apreciación que se tiene sobre los proyectos de la pareja real: que cuando se mueven por fuera de un contenido centrado en su experiencia en la Corona, el público pierde el interés. En el caso de Archetypes, el interés se perdió con celeridad, dado que fue cancelado tras una temporada, en junio de este año.
“Pensamos que era necesario que hubiera innovación aquí. Pensamos que podíamos ofrecer una gran experiencia que hiciera felices a los consumidores y permitiera a los nuevos creadores nuevas vías”, le expresó a la BBC Daniel Ek, CEO de Spotify, quien destacó el trabajo que hizo Markle con el podcast, si bien sintió que algunos aspectos de este podrían haberse mejorado con el correr de las emisiones. “Algunas cosas han funcionado, otras no. Estamos aprendiendo de ellos y seguimos adelante y deseamos a todos con los que no hemos renovado el mayor éxito posible en el futuro”, manifestó el empresario sueco.
*Harry & Meghan, el documental de Netflix que no cautivó
El efecto dominó parecía indetenible para el célebre matrimonio quien, al firmar varios contratos lucrativos, luego debió esbozar los proyectos que estuvieran a la altura de lo que la audiencia esperaba de ellos, al tiempo que se suscitaba una puja de intereses. Por un lado, parecía que Meghan y Harry no querían seguir aludiendo a la realeza sino que su deseo era el de arrojar luz sobre temas invisibilizados, como las problemáticas de salud mental.
Por otro lado, ambos tenían mucho para decir sobre la Corona por fuera de sus explosivas declaraciones a Oprah Winfrey. De esa puja nació Harry & Meghan, la docuserie que crearon como parte de su acuerdo de 150 millones de dólares con Netflix. La producción se estrenó en diciembre de 2022 en dos entregas y los seis episodios fueron dirigidos por la prestigiosa documentalista nominada al Oscar, Liz Garbus.
Dentro de las novedades que ofrecía el documental, se encontraba material inédito de la pareja, especialmente imágenes de su boda, además de postales de los primeros encuentros que tuvieron, lejos del ojo público. Independientemente de esos momentos con los que se buscó una identificación con el público -tarea titánica, si las hay- a través del relato del inicio del romance con un ida y vuelta similar al de cualquier relación (al menos así se presentó la historia), la producción se quedó sin combustible en los últimos episodios y le costó permanecer por un tiempo prolongado en el ranking de las series más vistas de la plataforma de streaming.
De acuerdo a la información brindada por Angela Levin, experta en realeza, la pareja se sintió “muy inestable” por cómo el documental falló en su intento de sacudir el avispero. “El no haber podido conseguir una nominación al Emmy los impactó y se sumó a la lista de cosas que les salieron mal”, añadió Levin.
Tras informarse que Spotify ya no iba a respaldar su contenido, en junio de este año un representante de Netflix salió a desmentir los rumores de que el servicio de streaming tampoco iba a continuar trabajando con la pareja real. “Valoramos mucho nuestra sociedad con Archewell Productions y seguiremos trabajando juntos en una serie de proyectos”, se comunicó. Sin embargo, el periódico The Sun alegó que el contrato con la plataforma pende de un hilo, si bien Harry habría viajado a África para filmar un nuevo documental del que Meghan Markle no forma parte.
*Pearl, la serie animada que no logró concretarse
En agosto de este año, Netflix incorporó a su plataforma la miniserie documental de la pareja, Heart of Invictus, que sigue “a un grupo de competidores extraordinarios de todo el mundo, todos miembros del servicio militar que han sufrido lesiones o enfermedades que les cambiaron la vida en su camino hacia los Juegos Invictus″, se adelantó sobre el proyecto que Archewell Productions estrenó con mucha expectativa y con Harry como productor ejecutivo. La serie, dirigida por Orlando von Einsiedel, no fue muy bien recibida por la crítica. Aunque se destacaron sus “momentos conmovedores”, se hizo hincapié en cómo la historia de vida del príncipe estaba en primer plano relegando así a quienes debieron haber sido los verdaderos protagonistas de la historia.
De esta manera, otro proyecto del matrimonio no despertaba la atención deseada y a esa noticia desalentadora se sumaba la negativa de Netflix de producir Pearl, la serie animada de Meghan que buscaba poner la lupa “en las mujeres más influyentes de la historia”. A pesar de que el gigante del streaming le había dado luz verde a la producción, Pearl integró la lista de proyectos que debieron ser puestos en pausa por la curaduría que Netflix está realizando con su contenido en vistas de lo que funciona en términos de ganancia. La realeza no estuvo exenta de ese recorte.
*The Me You Can’t See y las revelaciones que llegaron tarde
Como manera de aprovechar el envión que habían ganado con la entrevista concedida a Oprah Winfrey en marzo de 2021, Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron que era momento de explorar con mayor profundidad el tópico de la salud mental que les tocaba de cerca. Recordemos que Markle le confió a la conductora que había contemplado el suicidio cuando era parte de la realeza y Harry también aludió a una depresión que se fue agudizando sin que él supiera bien cómo tratarla. Por lo tanto, el príncipe y la popular host norteamericana hablaron sobre la posibilidad de crear una serie para Apple TV+ que pusiera el foco en esas problemáticas, y efectivamente así lo hicieron.
En mayo de 2021, la plataforma estrenó los seis episodios de The Me You Can’t See, con testimonios tanto de Oprah como de Harry, pero también de figuras como Lady Gaga, Glenn Close y Zak Williams, el hijo del fallecido actor Robin Williams.
Asimismo, la producción le daba voz a jóvenes que no forman parte del mundo del espectáculo, con el ganador del Oscar Asif Kapadia y la documentalista Dawn Porter retratando esos testimonios con mucha sensibilidad. Aunque se trató de la producción más sólida que Harry se puso al hombro, sus revelaciones (muchas de ellas ya conocidas) no hicieron más que opacar otros relatos. Así, cuando la pareja real se pone en el centro de la narrativa terminan siendo los enemigos de sus propios proyectos, aquellos que no terminan de despegar, más allá de las buenas intenciones que los propulsan.
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