De Natalie Portman a Brooke Shields: cinco actores que interpretaron papeles controversiales cuando eran niños y pudieron superarlos
Actuaron en películas que por su edad no podrían ni siquiera ver y no solo lograron seguir adelante, sino que construyeron una carrera sólida y exitosa
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Luego de interpretar a Dolores Haze en Lolita (1997), la vida de Dominique Swain se convirtió en un infierno. Lo mismo le pasó a Linda Blair: nunca pudo superar el peso y las repercusiones de haberle dado vida a Regan MacNeil en El exorcista (1973). Si bien muchos niños actores no pudieron lidiar con el hecho de haber interpretado papeles controversiales durante su infancia -en películas que, incluso, no deberían ni siquiera haber visto-, muchos otros no solo sobrevivieron al desafío, sino que se convirtieron en grandes estrellas de Hollywood.
Dakota Fanning y un papel controversial
Pese a su corta edad, Dakota Fanning ya tenía varios éxitos en su haber -Yo soy Sam y Hombre en llamas, entre otras- cuando llegó a sus manos el guion de Hounddog (2007) y la oferta de interpretar a Lewellen. En ese momento tenía 12 años y un desafío en el horizonte: darle vida a una niña que crece en una familia disfuncional sumida en la pobreza y que encuentra en la música de Elvis Presley un consuelo a su desgracia. En el film, la pequeña Lewellen sufre, además, una violación.
Apenas vio la luz en el Festival de Cine de Sundance en 2007, la película desató la polémica: Deborah Kampneier, su directora, fue duramente criticada por grupos religiosos y conservadores por elegir a una actriz de 12 años para representar la escena de una violación sin usar una doble. Muchas personas también apuntaron contra su madre y su representante por exponerla a semejante escena, algo que la propia Fanning, pese a su corta edad, no toleró.
“Cuando comenzaron a atacar a mi madre, a mi agente y a mi maestra, que estaban todos en el set ese día, empecé a enojarme”, dijo tras el estreno en Sundance. “Puedo dejar pasar otras cosas, pero cuando la gente empieza a hablar de mi madre, en mi opinión, eso es muy malo... es un ataque y no es justo. No habían visto la película”, añadió. Además Fanning habló de lo que significó para ella transitar la historia de su personaje y le quitó peso a la polémica escena. “Me encantó la historia de Elvis Presley. Me encantó el hecho de que ella nació en circunstancias difíciles y trató de sobrevivir a ellas”, dijo la actriz en aquel momento, según reprodujo la agencia de noticias Reuters. Y sumó: “Me gustan tantas cosas de ella que no tienen nada que ver con haber sido abusada”.
Kampmeier, por su parte, definió en ese momento a Fanning como un “alma vieja” que entendió los pensamientos y emociones de Lewellen desde el momento en que discutieron el papel por primera vez.
Brooke Shields, la “niña bonita”
Once años tenía Brooke Shields cuando protagonizó Niña bonita (1978), el film de Louis Malle que relata la historia de una niña prostituta en Nueva Orleans a principios del siglo XX que incluye escenas de besos con un hombre mayor de edad y escenas de desnudos. Dos años después, en 1980, protagonizó La laguna azul, la historia de dos jóvenes que sobreviven a un naufragio y llegan a una isla desierta, en donde se enamoran y atraviesan su despertar sexual.
Tanto el personaje de Violet como el de Emmeline Lestrange convirtieron a Shields en un símbolo sexual. La actriz tenía apenas 15 años. ¿Qué significó para ella protagonizar esos dos films y cómo logró seguir adelante? Ella misma lo contó en la serie documental de dos capítulos La historia de Brooke Shields (Pretty Baby) y en las entrevistas que concedió luego de su estreno. Si bien sufrió el impacto de sus personaje -sobre todo por la cosificación y la sexualizacion a la que se vio expuesta siendo aún muy pequeña-, rodar Niña bonita no fue un proceso difícil para ella, pese a que la película fue clasificada para mayores de 18 años en los Estados Unidos y en el Reino Unido e incluso prohibida en Canadá y tildada de “pornografía infantil” por la prensa.
“Creo que es la película más hermosa que he hecho. Es la única película de verdadera calidad en la que he estado”, reconoció en una entrevista que le concedió a principios de este año a The New Yorker. Además contó que estaba al tanto de lo que significaba la prostitución a pesar de su corta edad, pero que el set fue un “lugar seguro” para ella: “Siempre me tenían en cuenta. Tuve educación. Tenía una hoja de llamadas todos los días. Había orden y la gente se preocupaba por mí”, se sinceró. En cambio, sí se quejó de las largas jornadas de grabación y los zapatos antiguos que le lastimaban los pies y explicó que lo que la marcó no fueron sus personajes sino las repercusiones y el trato de la prensa.
Natalie Portman y una película “incómoda”
La fama le llegó a Natalie Portman de la mano de la interpretación de Matilda en El perfecto asesino (1994), el film de Luc Besson que se estrenó en 1994. En la película, la actriz interpreta a una niña que, luego de ver cómo un grupo de agentes corruptos de la DEA asesina a toda su familia, busca refugio y ayuda para vengar la muerte de su hermano en León, un sicario que vive en su edificio. Por aquel entonces, Portman tenía 11 años y en la película no solo se expone al horror de la matanza sino que, además, llega a declararle su amor a León.
“Es una película que todavía es querida y la gente se me acerca por ella más que por casi cualquier cosa que haya hecho. Me dio mi carrera, pero definitivamente, cuando la ves ahora, es algo incómoda, por decir lo menos, en algunos aspectos de la misma. Entonces, sí, es complicado para mí”, explicó la protagonista de El cisne negro en una entrevista que le concedió hace poco tiempo a The Hollywood Reporter.
Tiempo antes, en el podcast Armchair Expert with Dax Shepard, Portman explicó que esa imagen de Lolita la convirtió en un objeto de atención de los adultos que le resultó desagradable. Como consecuencia, se volvió mucho más conservadora no solo en su vida privada sino también en los papeles que siguieron en su carrera: durante años rechazó cualquier proyecto que incluyera escenas de sexo. “Ser sexualizada siendo niña me alejó de mi propia sexualidad porque me asustaba. Me hizo sentir que la única forma en que podía estar segura era ser conservadora y seria”, explicó. “Lo hice con el objetivo de sentir que mi cuerpo estaba a salvo y garantizar que mi voz iba a ser escuchada”, contó tiempo después. De esta forma, evitó convertirse en otra estrella de Hollywood infantil caída en desgracia.
Asa Butterfield y un rodaje difícil
En El niño con el pijama a rayas (2008), Asa Butterfield interpretó a Bruno, un niño alemán de ocho años que se muda a las inmediaciones de un campo de concentración porque su padre, un oficial nazi, es asignado como comandante del centro de exterminio. En medio del horror, Bruno se hace amigo de un prisionero judío y termina, sin saberlo, en una cámara de gas junto con cientos de prisioneros desnudos y aterrorizados que están a punto de morir. “Recuerdo momentos de ese trabajo. Los momentos que se me quedaron grabados fueron los más difíciles”, le dijo la estrella de Sex education a The Guardian y reconoció que pensó incluso en abandonar la actuación.
“La escena de la cámara de gas, al final, sabía lo que era, sabía lo que estábamos demostrando, sabía que era solo interpretación. Pero recuerdo estar en una habitación llena de hombres, algunos de los cuales estaban completamente desnudos y estaba oscuro y nos cerraron la puerta, y fue simplemente... horrible”, recordó Butterfield. Además, el actor inglés -hoy de 26 años- explicó que necesitó del apoyo de sus padres para atravesar las jornadas de rodaje. “Hubo un par de veces que salí y dije: ‘No puedo hacerlo’. Teníamos descansos entre tomas, jugábamos a juegos, pero es duro para un niño ese tema”, desveló.
“Cuando terminamos El niño con el pijama de rayas no recuerdo esto, pero mi madre me dijo que después de terminar ese trabajo le dije que ya no quería ser actor. Lo cual me parece ahora interesante”, reveló. Un llamado de Martin Scorsese para protagonizar Hugo (2011) y un motivo por demás válido para un preadolescente -”Lo hice por diversión y porque no tenía que ir al colegio”, aseguró- fueron más que suficiente para que hoy Asa sea uno de los actores más destacados de su generación.
Jodie Foster y una experiencia no del todo agradable
Alicia ya no vive aquí (1974) fue el preámbulo perfecto para que Martin Scorsese pensara en Jodie Foster para formar parte del elenco de Taxi Driver (1976), su siguiente película. Era 1975 y la niña, con sus 12 años, ya tenía una extensa carrera en televisión. Pese a que sus padres en principio se opusieron al proyecto por el rol que debía interpretar, Jodie se las ingenió para hacerse con el papel. La experiencia de ser en la ficción una niña prostituta, revelaría muchos años después, no fue nada agradable. Sin embargo, le valió una nominación al Oscar. Lo que siguió fue la confirmación de que -a diferencia de lo que le diría su madre- su camino en la industria del cine apenas estaba comenzando.
“Mamá no quería darme el permiso para trabajar en Taxi Driver porque tenía un poco de vergüenza... Pero pedimos una orden del juez y, para poder filmarla, mi hermana Connie -que tenía más de 18 años en aquel momento- tenía que ser mi doble en cualquier escena que me hiciera sentir incómoda o tuviera alguna connotación sexual. Creo que hay una toma en la película donde está de espaldas y se le ve la cabeza. Eso fue todo”, recordó la actriz en una charla abierta que ofreció en el Festival de Tribeca por los 40 años del estreno del icónico film. Así logró convertirse en Iris, la prostituta infantil con la que Robert De Niro se obsesiona.
“Esta película cambió mi vida por completo. Fue la primera vez que me di cuenta de que actuar no era un pasatiempo, sino que en realidad había algo de artesanía”, declaró en 1991 a The New York Times. La experiencia también le generó algunas contradicciones, pues ya adulta y con mucha más claridad sobre su pasado, Jodie reveló que todos se sintieron muy incómodos en el set y que nadie sabía cómo dirigirla. Sin embargo, y pese a los constantes vaticinios de su madre -”Cuando cumplas 16, tu carrera habrá terminado”, le dijo tras el éxito del film de Scorsese-, Jodie sorteó con éxito el drama de muchos otros niños colegas que no pudieron superar el peso dramático de sus personajes.
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