El cantante cumple 20 años de carrera y los celebra con un nuevo disco, donde interpreta canciones emblemáticas del repertorio romántico de los años 60, 70 y 80
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Se hizo popular cantando canciones del ayer. Sus reversiones de grandes clásicos no sólo musicalizaron las novelas más importantes de la televisión argentina sino que recorrieron las principales radios y escenarios de todo el país. Hoy, a 20 años de su inolvidable versión de “Resistiré”, David Bolzoni relanza su carrera con una propuesta llena de nostalgia: un homenaje a los grandes intérpretes de las décadas del 60, 70 y 80 que nos han emocionado.
“La pandemia fue un punto de inflexión importante que me sirvió para revaluar lo que venía haciendo y lo que quería hacer. De repente, me encontré escuchando discos de vinilo heredados de mis padres y abuelos, cantando un cúmulo de canciones que eran parte de mi historia”, le cuenta el cantante y compositor a LA NACION sobre cómo surgió este proyecto que incluye temas de Nino Bravo, Leonardo Favio, Roberto Carlos y José Luis Perales, entre otros.
Cantar canciones de amor, esas que hablan de historias reales y trascienden generaciones es la meta de este trabajo que ya salió a la cancha con “Te quiero, te quiero”, de Nino Bravo y que se presentará en capítulos que, a la vez, tendrán una conexión entre sí. “El lanzamiento está dividido en dos partes. Durante el verano vamos a lanzar cuatro temas. Lo más interesante son las conexiones que encontré entre esta serie de canciones seleccionadas, cuyos videos sucederán en un mismo universo y con historias cruzadas”, anticipa el cantante muy contento con el resultado logrado.
–Si bien te hiciste conocido interpretando canciones del pasado, ¿de dónde surgió la necesidad de homenajear a estos emblemáticos artistas?
–Todo comenzó hace un tiempo, cuando empecé con estas canciones reversionadas para algunas novelas. Lo he hecho con “Resistiré”, “Yo soy aquel”, “Yo renaceré”; canciones de Italia y España que son parte del ADN de nuestra cultura también. La pandemia me sirvió un poco para plantearme donde estaba parado en mi vida y en mi carrera, fue un punto de inflexión importante que me sirvió para revaluar lo que venía haciendo y lo que quería hacer. Y, de repente, me encontré escuchando discos de vinilo heredados de mis padres y abuelos, cantando un cúmulo de canciones que eran parte de mi historia, que me empezaron a tocar en lo personal y que sentía que, en un contexto donde la música estaba cambiando, quizás estaban quedando en el olvido. Inmediatamente me di cuenta que tenía que ser lo próximo.
–¿Qué otros artistas y canciones, además de Nino Bravo, vamos a encontrar en este nuevo trabajo?
–Hay una playlist bastante extensa, donde estarán los artistas más grandes que marcaron mi camino como cantante. Nino Bravo fue el que más me impactó. La profundidad de su voz, esa tesitura que te traslada, sus canciones “América”, “Noelia”, “Te quiero, te quiero”, que de chico quería cantar a ese nivel. Sin dudas, una de las voces más alucinantes y la que más ha escuchado mi abuela en mi casa, por eso también es la primera de tantas. Leonardo Favio, Sandro, Roberto Carlos, Julio Iglesias y José Luis Perales también me han marcado mucho y son algunos de los que van a formar parte del disco. Porque parte de este proyecto ha sido cantar canciones de amor, esas que hablan de historias reales, que trascienden generaciones y que ya no se escuchan tanto.
–Decís que son todos artistas que sonaban en tu casa, ¿Qué recuerdos te traen de tu infancia?
–¡Los mejores! Mi viejo escuchaba a los Beatles, Creedence, Eric Clapton, así que en ese sentido la guitarra y el rock fueron sin dudas los que me llevaron a enamorarme de la música. Pero por el lado de mi vieja y mi abuela escuchaba a todos estos cantantes españoles y también mucho folklore, género con el cual tengo mucha historia porque mi madre viene del palo de la danza y bailaba en un ballet. De hecho, mi primera presentación en un escenario fue a los cuatro años, vestido de gaucho. Pero, sin dudas, estos grandes referentes de la canción romántica fueron los que terminaron por convencerme de cantar.
–O sea que naciste en una familia muy musical…
–Siempre había mucha música en mi casa. Mi padre toca el acordeón, mis tíos por parte de los Bolzoni cantan ópera, mis primas son concertistas de piano y violín. Tengo registro de levantarme y que esté sonando ópera, rock y folklore. Siempre estuve rodeado de eso e inevitablemente no pude escapar. He intentado hacer otras cosas pero no pude zafar.
–¿Por ejemplo?
–Me gustaba el fútbol. Jugaba en equipos de mi ciudad (Villa carlos Paz) y tenía una gran pasión por ser futbolista. También estudié Derecho tres años, fotografía y pintura, siempre cosas creativas. Pero terminé en esto porque la música fue más fuerte.
–En la actualidad, los géneros que más éxito parecen tener son el reguetón y el urbano y muchos artistas se sumaron a esta tendencia. ¿Nunca te sentiste tentado a ir en esa dirección?
–No, nunca. Si bien hubo momentos donde me detuve a contemplar los cambios que se dieron, no tuve ni una compañía que me lo fuerce a hacer (por suerte) ni tampoco me corrió el deseo de estar en la tendencia de lo que pasaba. Por lo general, soy bastante ermitaño a nivel mediático o en las redes y me pierdo muchas de las cosas que pasan por estar concentrado en lo que me pasa a mí, o en lo que me gusta. Nunca fue un impulso seguir una tendencia. En un momento sentí que tenía que hacer estas canciones sin detenerme a analizar lo que estaba sucediendo a mi alrededor; simplemente seguí lo que sentía, lo que me gustaba. De hecho me encanta poder hacerlo y que sea parte de un contexto diferente.
–¿Qué opinás sobre estos nuevos géneros que están tan de moda?
–Sin dudas la música urbana llegó para quedarse, pero me gusta que conviva todo. Me gusta incluso generar una grieta en esto que es el arte y encontrar que hay diferencias entre los géneros y los artistas. Siento que todos podemos convivir con nuestras creencias, ideales y principios y la música es una clara manifestación de eso. Hay un público para todo. De hecho, hay algunos artistas que lo están haciendo, como Nathy Peluso con una canción de Camilo Sesto o Rusherking con Alejandro Lerner, y me parece muy interesante y rico a nivel artístico porque proponen algo pluricultural.
–¿Va a haber colaboraciones en este nuevo disco?
–En estas primeras cuatro canciones no hay feats, pero sí lo estamos pensando para las próximas cuatro. Hay un par de canciones para las que imagino algunos invitados que podrían quedar muy bien así que, en el caso de lograrse, sería una linda sorpresa.
–¿Sentís que ponerle música a telenovelas como Resistiré, Montecristo, Botineras y Noche y día te dio mucha popularidad?
–Claramente te da otra llegada porque la novela la mira la abuela, la madre, el padre y el hijo. El hecho de llegar a toda la familia a través de una pantalla fue muy loco. Que la música no solo suceda a través de la radio o un disco y saber que sos parte de esa familia porque durante un año prendieron la TV y escucharon esas canciones, es muy lindo. Es algo que no estaba en mis planes y lo considero una bendición. Además de las puertas que me abrió en otros países, porque son novelas que han recorrido el mundo entero. De hecho, me sigue pasando que me escribe gente desde Perú o Colombia cada vez que alguna novela se transmite allí.
–No sólo te luciste con las reversiones de grandes artistas en la cortina musical sino que también escribiste temas propios para musicalizar las historias de amor dentro de la trama...
–Sí, en algunos casos tomaron algunos temas de mi discografía como “Hazme” o “Amar Amarte” y en otros directamente me pidieron que escriba algo en función de la historia, como ocurrió con “Te amo así” y “Ni tu ni nadie”. Para mí siempre fue un placer poder musicalizar historias, no solo las mías sino las de otros, ya sea una novela, una obra de teatro o para otros artistas.
–Naciste en Córdoba, a los 20 decidiste instalarte en Buenos Aires pero hace un tiempo que volviste a tus pagos, ¿Te cansaste del ritmo de esta ciudad?
–Estuve casi 17 viviendo en Buenos Aires pero todo cumple un ciclo. Uno siempre necesita volver a sus raíces, al lugar donde está su familia, sus amigos, sus recuerdos. Uno siente que habla el mismo idioma cuando llega a casa. Buenos Aires me permitió construir todo esto y me siento un agradecido por eso, pero hoy todo ha cambiado con esto de las plataformas digitales, entonces puedo hacer música desde cualquier lado. Estoy en el lugar que amo, rodeado de mis afectos y además, al estar en el centro del país, me siento más cerca de todas las provincias cuando tengo que hacer gira.
–Esta nueva era digital propone otro tipo de comunicación. ¿Cómo te llevás con esos cambios?
–Lo estoy viviendo en parte con nostalgia, por eso este proyecto, pero también con admiración, dejando entrar todos estos cambios a mi vida y aprovechando todas sus ventajas. Pero en definitiva soy un alma vieja, como me dijo una bruja una vez. Me gusta vivir el contacto real, físico, más analógico. Me gusta mirar de reojo cómo todo el mundo va a una velocidad imparable mientras yo no soy parte de eso.
–¿Cómo es tu vida en las sierras?
–Tengo hijos chicos (Félix de 6 y Romeo de 8), así que estoy en modo Uber todo el tiempo. Los llevo al colegio, a inglés y a todas las actividades propias de su edad pero, por suerte, llego a todos lados en dos minutos (risas). Vivo una vida como la que quería: en familia, en un lugar tranquilo, con mucho verde, con un lago a una cuadra y una costanera hermosa que disfrutamos ya sea caminando o jugando un picadito. Gracias a la pandemia encontré una nueva pasión por fuera de la música que es diseñar cosas de madera. Empezó como un juego porque no tenía nada que hacer y terminó siendo una realidad. Me asocié con unos amigos de la infancia y muy pronto estaremos lanzando una línea vinculada al fútbol.
–¿Un homenaje a la Selección Nacional?
–Puede ser, de hecho el video de “Te quiero, te quiero” fue pensado con una gran connotación futbolística. Digamos que me adelanté a algo que ya veníamos sintiendo muchos (esto de pensar que podíamos ser campeones del mundo) a través de una letra que sentimos todos.
–¿Cómo viviste el triunfo de la Scaloneta que, por cierto, tiene a muchos cordobeses entre sus filas?
–Con mucho orgullo. Ha sido el hito histórico más importante que puedo contar como anécdota, sacando el nacimiento de mis dos hijos. Salir campeón mundial es el legado o sueño que viene en nuestro ADN desde que nacemos y haberlo vivido fue algo indescriptible. Esta locura de muchas veces frustrarnos y enojarnos pero, al mismo tiempo, sentir que son nuestros héroes que están ahí batallando por nosotros va a quedar marcada para siempre. Me quedo con el mensaje de humildad, de solidaridad, de paciencia, de aguante, de respeto que transmitió este equipo y que creo que quedó claro para todos los argentinos. Los de esta generación nos podemos morir tranquilos al saber que vimos a la Selección salir campeona.
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