Córdoba: condenan a actor, conductor y productor por agravios en redes sociales

CORDOBA.- El actor, productor y conductor Max Delupi –quien conduce La gran estafa, en La 750 AM, radio del Grupo Octubre- fue condenado por la Justicia de Córdoba a pagar un millón de pesos por haber injuriado con publicaciones falsas y alusivas a la intimidad a los periodistas Roxana Acotto e Iñigo Biain. Fueron publicaciones en Twitter y Facebook en 2014 en respuesta a una publicación sobre la publicidad oficial que recibían sus programas. Delupi, también reconocido popularmente por su papel de Nancy en el dúo humorístico Thelma y Nancy, junto con el actor Beto Bernuez, tiene una reconocida militancia kirchnerista.

La jueza María de las Mercedes Fontana encontró culpable a Delupi por “publicaciones falsas, difamatorias y de gravísimo contenido personal”. El fallo es extenso y acentúa cómo las injurias se amplificaron en los espacios que él tenía en los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba (SRT).

Delupi dejó de pertenecer al multimedio universitario en 2019 cuando fue acusado de violencia machista y acoso laboral. El directorio lo apartó de la “conducción de los programas y de las tareas de asesoramiento artístico” en septiembre de 2019 después de que se presentara un “pronunciamiento colectivo” en solidaridad con la denuncia pública que realizó la periodista y abogada Laura Leonelli y que involucraba a otras comunicadoras.

La presentación de Leonelli fue visibilizada en las redes sociales y trabajadoras de prensa manifestaron su repudio a los hechos y llevaron el reclamo ante la Universidad Nacional de Córdoba con la adhesión de otros sectores de la sociedad.

Después de ese hecho, los SRT designaron una editora de género y ratificaron “lo aprobado en noviembre de 2018 de adherir al Programa de Género de la UNC y su Plan de Acción y disponer la implementación inmediata en su ámbito”. También resolvieron “crear un espacio de escucha y ámbito de confianza para canalizar consultas, manifestaciones y/o denuncias respecto de situaciones de violencias de género”.

Delupi reaccionó contra Acotto y Bian después de publicaciones periodísticas que aludían a que su productora recibía el doble de pauta publicitaria nacional que los medios de mayor audiencia. Fue durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner.

El fallo sienta precedentes respecto al uso de las redes sociales. Da por sentado que las expresiones en Twitter y Facebook deben ser considerados con los mismos criterios que expresiones en otros soportes. La jueza Fontana considera en el escrito que Delupi “ha transgredido el umbral de lo que puede considerarse un ejercicio legítimo del derecho de libertad de expresión violentando el derecho de la intimidad y la vida privada”.

Incluso menciona que las publicaciones de Delupi “aun cuando fueran ciertas, no tendrían razón de ser expuestos a la curiosidad malsana de terceros”. “El derecho a la libertad de expresión no es absoluto y debe armonizarse con el de la integridad moral y honor de las personas”, indica el fallo.

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