Durante su estadía en la Cote D’Azur, Leo Dicaprio y Camila Morrone estuvieron apenas un par de horas en tierra firme. El tiempo que disfrutaron en Le Club 55, uno de los spots más calientes de Saint-Tropez. Después, vivieron embarcados en el impresionante Air, un barco de proporciones que califica dentro de la altísima liga de "superyachts". Construido en 2011 por los astilleros Feadship y remodelado en 2017, su interior lleva la firma de Rémi Tessier, número uno en diseño "flotante". Tiene siete dormitorios, con una capacidad total de doce pasajeros. La tripulación recomendada para el máximo disfrute es de veintiuna personas (incluye al piloto de helicóptero). Su precio, en verano, es de 750 mil euros por semana … ¡más expensas! "Approx 795.000", detalla el sitio yachtcharterfleet.com. En su flotilla, el Air incluye dos lanchas rígidas, dos motos de agua, un jet ski, cuatro sea-scooter (turbinas de propulsión submarinas), tres equipos de kite surf, cuatro kayaks y dos lasers.
Contra todos los pronósticos, el romance sigue "viento en popa" y Camila va camino a convertirse en uno de los amores más duraderos del último soltero de oro de Hollywood (todavía muy detrás de Gisele Bündchen, con quien Leo vivió cinco años de amor). La relación es tan buena que, en muchas de sus salidas, como en esta travesía mediterránea, incluyen a Lucila Polak, madre de la actriz. Eso sí, quien no subió al buque fue su novio, Al Pacino (78).
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