Cómo provocar un incendio: la primera vez de Gonzalo Heredia, el regreso de Eugenia Tobal y las relaciones de padres e hijos
El 17 de agosto se estrena Cómo provocar un incendio, una obra que escribió el actor y que habla de la relaciones familiares y de un encuentro 35 años después; completan el elenco Laura Azcurra y Nicolás García Hume
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Es una rareza que una obra de teatro en la avenida Corrientes esté escrita y protagonizada por la misma persona, pero ese es el caso de Cómo provocar un incendio, que se estrena el 17 de agosto en el Multiteatro y que escribió y protagoniza Gonzalo Heredia junto a Eugenia Tobal, Laura Azcurra y Nicolás García Hume. En una charla con LA NACION, los cuatro actores hablan de su identificación con los 8 personajes que interpretan, de las relaciones de padres e hijos, tema central de la obra y de la competencia en cartelera. En 7 semanas de ensayo se nota la complicidad que lograron y hay risas, miradas cómplices y camaradería.
-¿Intimida tener al autor sobre en escena?
Azcurra: -Sí, eso sucede (risas). Es hermoso, divino. Gonza me llamó y me contó que estaba entusiasmado con su proyecto y con mucho miedo también por llevar adelante su primera obra. Le dije que me la mandara para leerla y que iba a darle una devolución, siempre amorosa. La leí y me encantó, me sentí reflejada como persona, como público y como argentina. Hay mucha identidad nuestra y una atmósfera que todos atravesamos alguna vez con nuestros padres, después como hijos y luego como padres. Y amé cuando supe que iba a estar en esta sala en la que durante 7 años hice Toc Toc. Además pondero que un dramaturgo argentino esté en la calle Corrientes, en una sala enorme del circuito comercial. Sucede muy poco.
-¿Y escuchaste comentarios sobre el texto, Gonzalo? ¿Alguno que haya querido cambiar diálogos o se cuidan?
Heredia: -No se cuidan tanto (risas). Siempre con amor, eso sí. También es importante el abordaje de los actores y la mirada de la directora Eva Halac y yo tuve que aprender a correrme y ponerme en un lugar nuevo porque además también tengo que construir dos personajes.
-¿Te costó entregarle la obra a la directora?
Heredia: -Pasé por varios estados, pero en un momento sucedió y no sé exactamente cuándo. Creo que la historia nos atraviesa a todos de alguna manera porque somos hijos, padres e indudablemente hay un ADN de la propia experiencia que trae la obra, muy necesario para poder contarla. De alguna manera, me siento doblemente responsable. Estamos ensayando hace un mes y medio, pero es un proyecto que empezó hace más de dos años y me gusta acompañarlo y ponerle el cuerpo.
-¿Vos elegiste al elenco?
Heredia: -Un poco, sí. A la primera persona que le pasé un borrador fue a Eva Halac. Y tuvo una lectura rápida... En cambio, los actores y las actrices leen bastante lento...
Tobal: -No generalices (risas).
Heredia: -A veces... Eva lo leyó, hablamos al día siguiente y lo que me dijo encendió una luz. Me dijo: “Acá, tenés algo”. Más allá de que había que seguir trabajando otras formas de construcción. Me entusiasmó mucho que alguien se entusiasmara con el proyecto y a los actores les pasó lo mismo. Con la primera que hablé fue con Eugenia porque nuestros hijos van al mismo colegio y tenemos esas conversaciones de papis y mamis. Y la vi en el personaje de Berenice. Después hablé con Laura y me parece que tiene una energía que es fundamental para el grupo, y Nicolás es un actor más versátil aunque él no lo sepa. Cuando formás un grupo querés completar y hacer que se amalgame y suceda.
-Nicolás, ¿es tu debut en calle Corrientes?
García Hume: -Es la primera vez que hago teatro comercial en calle Corrientes y estoy re contento, ansioso. Me gusta el proyecto, el grupo, el equipo. A Gonza y a Euge los conocía porque trabajamos juntos y a Laura la conocía por su currículum. Nos juntamos y noté algo muy lindo desde un comienzo y es que cada uno tiene una lectura distinta. Se armó una ensalada maravillosa, interesante de ver y sobre todo porque van apareciendo cosas inesperadas, incluso para nosotros y me dan risa. Vale la pena reírte con tus compañeros en el escenario.
Tobal: -Es una comedia que te lleva a la reflexión porque a veces te reís y de pronto parás y te preguntás, de qué te estás riendo y está buenísimo porque te hace pensar.
Heredia: -Está buenísimo iluminar esos lugares en los que te ves reflejado y te reís justamente de eso. Hay nostalgia en el texto y creo que el público se va a identificar.
-Sin spoilear, ¿de qué se trata Cómo provocar un incendio?
Heredia: -Habla de la relación de padres e hijos. Hay cosas inherentes a uno y por más que quieras alejarte de esa herencia, de la educación que recibimos, hay muchas cosas que están. Son dos actos: el primero ubicado temporalmente a finales de los 80, con dos matrimonios en un asado, en una charla atravesada por cosas que no se dicen, situaciones ocultas y se escuchan a los hijos jugando en el fondo. Y el otro acto sucede 35 años después con esos niños ya grandulones, en un encuentro en el que también hay cosas que no se dicen. La obra tiene ese reflejo y la idea de hacerse cargo de que somos hijos de nuestros padres. El vínculo padres e hijo es entrañable y para siempre. Único e irremplazable.
Azcurra: -Sobre todo para nuestra sociedad argentina tan psicoanalizada.
Tobal: -Estuvo bueno el proceso. Y desde el principio sentí que el guion tiene buenas intenciones y un espíritu muy entusiasta y valiente porque escribir no es fácil. Es una historia intensa, linda y que vale la pena.
-¿En qué se identifican con sus personajes?
Heredia: -En el primer acto interpreto a Julio, el típico machista de esa época y en el segundo a Santiago, que es hijo de Julio y creo que simula ser un progre, pero a la larga sale lo heredado.
Tobal: -O lo aprendido.
García Hume: -Yo soy Oscar, un personaje un poco sometido por su esposa...
Tobal: -No sé de qué estás hablando (risas)...
García Hume: -Es un pollerudo que está bajo la mirada de su mujer. Poco emprendedor, más bien haragán. Un busca. El otro personaje es su hijo, Gastón, que sale un poco más avivado, aunque se nota esa herencia de los vicios y la mirada sobre la vida y tiene otra clase de complicidad con su pareja.
Tobal: -Mi primer personaje es Norma, la mujer de Oscar y es muy particular.
García Hume: -Y ella ama a Oscar.
Tobal: -Más o menos, creo que le hubiese gustado más quedarse en Europa. Tiene un pasado que la atormenta un poco, pero está negado y bloqueado de su vida. Tiene un sueño frustrado y una vida que tal vez no es la que esperaba, pero es la que le toca. El otro personaje es Berenice, la pareja de Santiago y es un personaje muy hermoso. Viene de otro lugar, con otra cabeza y es de una clase social más elevada. Decide no ser madre y se encuentra con esas personas a quienes no ve desde hace 35 años.
Azcurra: -Mi personaje es Mabel, que está casada con Julio y es una mujer de clase media trabajadora que cumplió el mandato de ser lo que tiene que ser, una buena mujer que acompaña a su marido. Una mujer que tiene un amor para toda la vida, con el pensamiento de que hay que aguantar. Y en el segundo acto interpreto a su hija, Eleonora, criada por una madre ama de casa, que no creció mucho profesionalmente y se queda en esa casa familiar que se cae a pedazos.
Heredia: -Están los que se fueron del barrio y los que se quedaron.
-Eugenia, ¿es tu regreso al teatro después del nacimiento de tu hija Ema?
Tobal: -Sí, hacía mucho que no hacia teatro y sentí que este era el momento de regresar. Fui mamá antes de la pandemia, me ofrecieron trabajar y no me sentía preparada por varias razones, entre ellas con una hija chiquita, en plena pandemia y con el duelo por la muerte de mi mamá. Era complejo. Ahora es el momento de despegar para que mi hija me recuerde con mucho amor (risas). Va a ser lindo extrañarnos y nos va a servir para que cortemos un poco el cordón.
-En cambio tu hijo es más grande, Laura...
Azcurra: -Marco ya tiene 16 años y es más independiente, podemos organizarnos. El lunes terminamos tarde el ensayo y él me esperó con la comida. De todas maneras, sigo maternando.
Tobal: -Ay, yo comí una tostada con queso. Ema tiene 3 años y 7 meses y la logística se me complica un poco. Para ella es la primera vez que me voy todas las noches a hacer teatro. Hice series y cosas mientras era chiquita, pero no me demandaban tanto tiempo. Quiero disfrutarla porque el tiempo pasa muy rápido. Nos va a hacer bien separarnos un rato.
García Hume: -Yo soy solo, no tengo que organizarme con nadie (risas). Toda mi energía está puesta en la obra.
-Gonzalo, ¿en tu caso con Brenda (Gandini) se organizan y hacen teatro uno a la vez?
Heredia: -Alfonsina tiene 5 años y Eloy, 11 y también hay que armar una logística. Están un poco acostumbrados porque con Brenda hicimos gira con Desnudos durante todo el año pasado y fue raro al principio, pero luego se acomodó todo.
-Para interpretar a padres e hijos, ¿apelaron a la propia memoria emotiva?
Azcurra: -Claro. Hay una sensorialidad que está y que nos representa también como argentinos. En el medio del escenario hay una parrilla enorme y una situación vinculada a esa parrilla. El asado del domingo es muy argento. Mi primera devolución cuando leí el texto fue decirle a Gonzalo que el guion tiene una atmósfera impresionante y todo era una gran constelación familiar porque en los dos matrimonios veo cosas de mis viejos, de mis tías, de mi abuela, padrinos, amigos, vecinos. La obra habla de nuestra identidad y de una energía que conocemos. Y los vínculos humanos son globales, la forma de comunicarnos no tiene límites y a veces algunas cosas se callan, se niegan.
Heredia: -Es una obra multigeneracional que atrae a un amplio abanico de público porque te vas a sentir inmerso de alguna forma como padre o como hijo. Hay algo que pareciera ser que se repite infinitamente. La idea es reírnos de nosotros mismos.
-Hay una gran oferta y variedad en calle Corrientes, ¿cuánto les importa la competencia?
Heredia: -Explotó después de la pandemia, hay mucha oferta y mucha demanda.
Tobal: -La verdad no me importante nada, vengo a hacer la obra y bienvenido si a todos nos va bien. Quiero que la gente disfrute de buenas propuestas. Un poco de mimos y felicidad para pasar un buen momento.
Azcurra: -Creo que post pandemia la gente piensa un poco más en vivir el presente y si no podemos ahorrar, vamos al teatro, a comer algo. Y hay mucho turismo. Es un orgullo ser actriz, vivir en la Argentina y trabajar en Buenos Aires en el teatro porque es una de las plazas más ricas del mundo, a la altura de Londres y Nueva York. Cómo no abrazar eso. Es una fiesta volver al teatro, cada uno con su motivación y con lo que implica la magia del teatro en estos tiempos de tantas pantallas, donde todo sucede apretando un botón. La liturgia de ir al teatro es muy hermosa y tiene que transmitirse a las generaciones más jóvenes.
Para agendar
Cómo provocar un incendio. Miércoles, jueves y viernes, a las 20.30, sábados, a las 20, y, a las 22, y domingos, a las 20. Multiteatro (Avenida Corrientes 1283).
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