Cómo es Los años salvajes, el nuevo álbum de Fito Paéz y la canción que le dedicó a Fabiana Cantilo
Es el primero de un tríptico que compuso durante el encierro de la pandemia; tiene diez canciones, algunas reflexivas en torno a la realidad, otras autorreferenciales
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Por simple tradición o por estrategia de mercado, desde tiempos lejanos los lanzamientos discográficos se realizan los días viernes. Aquí y en muchas partes del mundo. Claro que hay excepciones, por (otras) cuestiones estratégicas o porque ciertas fechas lo ameritan. Fito Páez no eligió un lunes para publicar su nuevo disco. Eligió el 22 de noviembre, día de la música, que en 2021, justo cae lunes. Lo tituló Los años salvajes y representa la primera entrega de un tríptico.
Prolífico como compositor, la falta de escenarios durante la pandemia hizo que transformara el living de su casa en un escenario íntimo que se vio en más de una oportunidad vía streaming, con gran respuesta de público. Tocado por un talento especial, el rosarino no solo se abrió camino con muy buenas producciones apenas comenzada la década del ochenta -su primer disco, Del 63, salió en 1984 cuando Fito tenía apenas 21 años, y Giros, el segundo, al año siguiente-. Tuvo varios picos de popularidad y fue en la última década en la que se vio, más que un recambio generacional, una notoria ampliación en su audiencia. Lo escuchan los de ayer y lo escucha también gente muy joven. Seguramente no con le mismo oído que le ponen a las nuevas promesas del trap, pero tampoco con actitud arqueológica.
Apenas pudo (es decir: cuando la apertura sanitaria lo permitió), salió de gira por los Estados Unidos, homenajeó a Charly García con un concierto en el Teatro Colón y volvió a viajar para recibir un Latin Grammy (la semana pasada) por su trayectoria (un premio que se otorga a la “excelencia musical”). Ahora estrena este primer capítulo de una saga inspirada durante el tiempo de pandemia Covid-19 y encierro. Este primer capítulo reúne diez canciones. El segundo, que se estrenará en febrero del año próximo, es instrumental y está grabado por Páez junto a la Orquesta Sinfónica de la República Checa. El último será un disco de piano solo.
En la tapa de esta primera entrega se ve a un Fito joven con un par de anteojos con un marco que se usaba a finales de los setenta y principios de los ochenta. Curiosamente, se vuelven a poner de moda. Lo de los años salvajes podría ser una referencia a sus años de primera juventud cuando se mudó de Rosario a Buenos Aires, cuando se convirtió en el tecladista de Charly García, cuando se abrió como solista. De hecho, le dedica un tema (otro más) a su novia de entonces, Fabiana Cantilo. Sin embargo, no es esa la única referencia que el pianista quiso hacer con el título . De hecho, ya dio algunas pistas un par de días antes de la salida del álbum. Lo cuenta casi como si fuera un posteo, o una vieja carta.
“Los años salvajes es un álbum que compuse casi en su totalidad durante la pandemia. En ese extraño y tan delirante período de la vida de todos en todo el mundo. O sea, que tiene el pulso y la respiración de aquellos momentos. Rescaté algunas piezas antiguas como ‘Beer Blues’, canción que terminamos componiendo con Elvis Costello. Él escribió y grabó su parte en Vancouver. Luego escuchamos juntos la canción a través de un Zoom, estando yo en Los Ángeles y él en Canadá. Es la historia de dos amigos que se encuentran en un bar en Londres y luego viajan a Rosario. Se sientan a tomar unos tragos y escriben sobre sus historias personales y sus puntos de vista en común. También encontré ‘Shut up’, de un pasado no muy lejano. A este álbum de época le venía muy bien la energía y el texto de esa canción. El título del álbum no hace ninguna alusión nostálgica a años salvajes pasados. Más que nada, se centra en el presente. Hay una canción dedicada a Fabi Cantilo, que habla de cómo nos encontramos en la vida: ‘Encuentros cercanos’. Otra potente es ‘Lili and Drake’ que es una historia de amor de personas que están en búsqueda de su identidad. ‘La música de los sueños de tu juventud’ la compuse dos semanas antes de comenzar la grabación en Los Ángeles y creo que es una de las frutillas de Los años salvajes”.
En ese texto Fito contó que el álbum fue grabado en solo tres días, en los estudios East West y Estudios Igloo, de Los Ángeles, con la coproducción de Gustavo Borner y Diego Olivero, y la participación de Luis Conte (percusión), Abraham Laboriel Junior (batería), Guillermo Vadalá (bajo), Michael Landau (guitarra), Diego Olivero (teclados), Juani Agüero (guitarra), entre otros.
Sí, Los años salvajes habla de hoy y de ayer. De este tiempo salvaje y de aquel que vivió en su juventud. Lo dice en el primer tema: “Vamos a lograrlo”. “Todos los caminos llevan a Roma, toda sangre lleva inscripta un dolor, yo solo quiero tu sonrisa, una cerveza, un cigarro, una pizza y salgamos a besarnos al sol. Sabés que el horno hoy no está para bollos. Caen los muertos a nuestro alrededor. Esto ha sido siempre así, es una sola la razón verdadera, energía para sobrevivir”. Y también lo dice en el último (”Los años salvajes”, el mejor de todo el disco): “Después que asesinan a tu familia solo tenés ganas de dos cosas: hundirte o correr. Yo elegí las dos y todo el amor que existe en el mundo me alejó de mí”.
Desde su compañía discográfica dicen que es un disco “a lo Páez”. Claro que lo es. En el tema que abre la placa, soulea a lo Paéz, y en el siguiente (”Lo mejor de nuestras vidas”) rockea a lo Paéz. Y el disco tiene optimismo matizado con algunas sentencias que se cuelan en el fuerte pulso de algunas canciones. Es un disco rockero más allá de que Fito lo diga (”tomátela de la fiesta que empezamos a tocar rocanrol”). Por supuesto que hay temas de medio tempo o hasta alguna balada, de esas declamativas que son, por cierto, muy Páez (”La música de los sueños de tu juventud”), con estructuras ascendentes de cuatro acordes.
Hay más. “Caballo de Troya” habla de la pandemia y proyecta positivamente la pospandemia. “Sin mí en vos”, habla de una vida familiar y de su pareja, María Eugenia Martínez Kolodziej. “Lili y Drake” (que no es el músico canadiense sino un mecánico de un taller de Almirante Brown) habla de identidad de género. “Encuentros cercanos” es, como él mismo anticipo, una dedicatoria a Fabiana Cantilo y su historia con ella.
En la cocina de esta producción la presencia de Elvis Costello en “Beer Blues” puede ser una devolución de gentilezas del británico. En 2020 Costello convocó a cantantes hispanohablantes para una versión en castellano (la llamó Spanish Model) de su disco de 1978 This Year’s Model. Fito participó en ese disco. Y, en realidad, no hizo una versión “en español” de uno de sus temas, directamente le puso una nueva letra. En el caso de “Beer Blues” hay un viaje imaginario de Londres a Rosario y cantan los dos. Elvis hasta se anima con esta frase: “Speaking from the lure of Liverpool and Las Malvinas. Somewhere in the distance cheers and bitter words between us” (”Hablando desde el atractivo Liverpool y Las Malvinas. En algún lugar, en la distancia, brindis y amargas palabras entre nosotros”). Esa es la perlita de este disco muy “a lo Páez”.
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