Los diseñadores Edouard Vermeulen y se mostró la argentina durante la ceremonia de abdicación de Beatriz
Máxima Zorreguieta ahora Reina consorte de Holanda y los Países Bajos, no abandona su look fresco y joven que la convirtió en tendencia. La reina más joven y querida de Europa, que aplicó el protocolo de la investidura de una reina de nuestro tiempo.
En las redes sociales se dispararon todo tipo de comentarios acerca de cual sería la elección más adecuada y digna de Máxima en cuanto a colores y vestidos. Hoy podemos decir que ganó el nude y los colores pasteles, por lo menos para la primera aparición de Máxima en público.
Luego, en la ceremonia de investidura, la flamante reina optó por un vestido largo, con bordados y transparencias tanto en el pecho como en la falda, un detalle sencillo que denota elegancia por donde se lo mire. El color elegido para esta ocasión fue el azul klein, que le asentaba muy bien. Esta creación fue del holandés Jan Taminiau, otro de sus diseñadores preferidos. Además, lució una importante tiara de diamantes
Para completar el atuendo llevó una capa del mismo tono, la cual destacaba sus hombros y llegaba hasta donde terminaba la modesta cola del vestido que no deja de ser importante como para su investidura.Todo lo acompañó con zapatos del mismo tono. Sus hijas también lucieron atuendos con estampados azules.
La ceremonia de abdicación
Para este solemne evento eligió al belga Edouard Vermeulen, bajo su firma inglesa Natan, uno de sus diseñadores favoritos junto al holandés Jan Taminiau. Un vestido íntegramente realizado en organza color rosa pastel, en un tono casi nude, simulaba ser un conjunto compuesto por una camisa con mangas globo que cubrían sus hombros, y una falda a la rodilla íntegramente bordada, siendo un detalle de diseño orgánico en color plateado y blanco. Además el conjunto se destacó por un moño prominente en su hombro, que le otorgó feminidad y clasísimo, sumado al accesorio que eligió, un cinto que marcaba su cintura adornado con un delicado broche. Una silueta más voluminosa de las que usualmente luce.
Esta elección va de la mano con el look que eligió para su última aparición como princesa de orange, la cena de gala en el Rijksmuseum de Amsterdam. Una vez más uso Valentino (diseñador que realizó su vestido de bodas y no dejó de acompañarla en estos 10 años). Vestido de color rojo, strapless, con vuelos plisados dispuestos en capas que caían desde su cintura, la cual quedaba insinuada por tener un bordado en el mismo tono. Lo acompañó con joyas de la corona, luciendo como colgante el diamante Stuart. Un dato curioso es que ya lo usó previamente para el cumpleaños del príncipe Carlos de Inglaterra en el 2008. Elección, que no deja de mostrar su carácter e impronta personal.
Para el paseo en barco que marcó el final de la ceremonia, la reina Máxima lució otro modelo calificado por la mayoría de los medios internacionales como "espectacular". Un vestido exclusivo de Jan Taminiau, el mismo diseñador del vestido azul Klein que eligió para la investidura de su marido, Guillermo de Holanda, como rey.
En esta ocasión opto por el color bordó, vestido realizado íntegramente en encaje a contatono con el vestido, de color nude. Este además esta finamente bordado en franjas de principio a fin, con fina pedrería y flores en plateado y rosa, que le dan un toque femenino y novelesco, justo para la ocasión. Esta vez uso manga corta que formaba una especie de cuello bote junto una silueta ajustada que finalizaba en una voluptuosa cola estilo sirena. Como complemento uso un chal de la misma tonalidad.
Su peinado esta vez fue más natural, un recogido con ondas, muy moderno y descontracturado, en comparación de los que lució previamente Las tres princesas, Amalia, Alexia y Ariane, completaron su conjunto de la ceremonia de investidura con sendas capas marrones.
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