Christina Applegate, la reina de la comedia que le da pelea a su lucha más difícil

La actriz, quien fue diagnosticada con esclerosis múltiple, aseguró que el trabajo más complejo de su carrera fue el rodaje de la tercera y última temporada de Muertos para mí, que llega hoy a Netflix

PARA LA NACIONMilagros Amondaray

Cuando a Linda Cardellini le preguntaron por su relación con Christina Applegate, la actriz fue enfática: “Es la persona para la que quiero estar siempre”, expresó la coprotagonista de Muertos para mí, la comedia negra de Liz Feldman para Netflix que este jueves estrena su tercera y última temporada. La camaradería entre los personajes de Jen (Applegate) y Judy (Cardellini) se trasladó a las intérpretes, quienes forjaron una amistad desde que la serie comenzó su rodaje en 2019 y les pusieron el cuerpo a dos mujeres totalmente opuestas que se unen por sus respectivos duelos. En esta gran comedia, lo que prima es ese equilibrio, más allá de los giros narrativos.

Cuando Judy cae, el espíritu temerario de Jen la empuja a levantarse, y cuando Jen se obnubila por el enojo, es Judy quien intenta calmarla. Como consecuencia, los intercambios entre las protagonistas son el corazón de una ficción que se despide gracias a la fuerza de voluntad de Applegate, quien pese a ser diagnosticada con esclerosis múltiple el año pasado, se rehusaba a dejar a la historia inconclusa. Desde el momento en que supo lo que estaba sucediendo, decidió que luchar iba a ser el único camino posible; a fin de cuentas, esa es su naturaleza.

Applegate, de 50 años, comenzó su carrera cuando tenía tan solo tres meses de edad en la longeva telenovela Days of Our Lives, donde trabajaba su madre, la cantante y actriz Nancy Priddy. Luego de las inevitables publicidades que sucedieron a ese peculiar debut, Christina debutó en cine en 1981 con la película Beatlemania y desde allí no cesó de trabajar. Desde su interpretación como Gracy Kelly en la biopic homónima que se emitió en TV a su intervención en las sitcoms más populares de la época, como Silver Spoons y Lazos de familia, Applegate ya empezaba a despuntar como una comediante nata y el próximo paso en su carrera fue la prueba más irrefutable de ese talento.

Un 5 de abril de 1987 se estrenaba Married... with Children de Michael G. Moye y Ron Leavitt, y su vida no volvió a ser la misma. La actriz interpretó a la joven Kelly Bundy con un timing cómico impecable y pasó a integrar esa producción cuyo legado es indiscutible, como sus incontables adaptaciones lo prueban. En diálogo con NPR, Applegate le sacó el velo al misterio acerca de un personaje que podía ser leído como “la rubia tonta”.

Christina aseguró que no fue así cómo quiso abordar uno de los roles más importantes de su carrera. “Se distraía fácil, pero yo quería interpretarla como una genia, porque así se veía a sí misma. Ese es mi secreto sobre Kelly, que además era una joven producto de una época”, expresó la actriz, quien inconscientemente peleó para no quedar encasillada en ese papel. Sin embargo, si hubo algo que se llevó de Married... with Children fue lo mucho que disfrutaba del género. Las decisiones que tomó a posteriori, tanto en cine como en TV, circularon por esa vía.

En su filmografía sobresalen actuaciones hilarantes en films como No le digas a mamá que la niñera ha muerto, ¡Marcianos al ataque! y La cosa más dulce, donde cultivó una inoxidable amistad con Selma Blair, quien es un gran sostén en la lucha contra la esclerosis múltiple, batalla que la actriz de Juegos sexuales también está dando en su cotidianidad. “Te amo siempre, y siempre estaré aquí, como nuestros hijos, empujándonos con amor”, le escribió Selma a su amiga y colega en sus redes, cuando Christina comunicó en agosto de 2021 lo que estaba atravesando.

Su interpretación en La cosa más dulce la condujo a un camino más que interesante gracias a dos producciones donde ratificó que podía provocar la risa más genuina desde un lugar donde primara el sarcasmo, algo que se percibe instantáneamente en Muertos para mí. Entre 2007 y 2009, Applegate brilló en la sitcom de Cecelia Ahern y Donald Todd, Samantha Who?, en la que personificaba a una mujer que, tras una accidente, lidiaba con un cuadro de amnesia e iba descubriendo aspectos poco agradables de su persona y sus circunstancias. Sus mano a mano con la gran Jean Smart la consagró definitivamente y recibió dos nominaciones al Emmy, premio que ganó por su rol de estrella invitada en Friends, serie en la que interpretó a una de las hermanas de Rachel (Jennifer Aniston), Amy Green.

En cine también estaba construyendo una filmografía sólida y El reportero: la leyenda de Ron Burgundy fue la punta de lanza de una alianza creativa con su partenaire, Will Ferrell, quien es uno de los productores ejecutivos de Muertos para mí. Por otro lado, incluso en películas que no tuvieron merecida trascendencia como Amor a distancia y El club de las madres rebeldes, su presencia elevaba el material, como si Applegate, sin saberlo, estuviera esperando el personaje ideal para entrelazar esa cuota de humor negro con una humanidad subrepticia. Ese papel llegó en 2019 y se convertiría en una suerte de milagro, el incentivo para seguir en movimiento.

Muertos para mí, la serie que cambió su vida

“Me hubiese gustado haber prestado atención a las señales”, le manifestó Applegate al New York Times cuando, en una clase de danza (la actriz es bailarina de ballet y jazz), empezó a perder el equilibrio. Días más tarde, mientras jugaba al tenis, se sentía muy cansada. “Ojalá hubiese estado más alerta, pero... ¿Cómo iba a saber lo que me estaba pasando?”, añadió. Por lo tanto, atribuyó esos instantes anómalos a un cansancio general y empezó a trabajar con un ritmo más acelerado.

La actriz ya había sufrido un duro golpe en su vida cuando en 2008 fue diagnosticada con cáncer de mama, enfermedad por la que le realizaron una doble mastectomía. Nueve años después se realizó una nueva operación en la que le extirparon los ovarios y las trompas de Falopio de forma preventiva, ya que tiene la mutación genética BRCA1 que causa un mayor riesgo de desarrollar cáncer.

En 2018 le indujeron la menopausia por cirugía. Su dura lucha fue incorporada a la línea argumental de su personaje de Muertos para mí, donde la actriz también muestra su arista más vulnerable al esbozar paralelismos con su propia vida. “Cuando supe de mi cáncer de mama, no quería hablar de eso, pero tenía que hacerlo, porque las mujeres jóvenes lo estaban sufriendo y la gente no lo entendía”, le contó Applegate a revista People. “No entendían que las mujeres de 36 o 28 años pudieran tener cáncer de mama, y optaban por no hacerse una mamografía cuando tenían un alto riesgo, y así mi activismo salió a la luz”, expresó.

Asimismo, cuando habló de su diagnóstico de esclerosis múltiple, dejó bien en claro que no iba a claudicar. “Ha sido un viaje extraño. Pero he recibido tanto apoyo de personas que sé que también tienen esta afección. Ha sido un camino difícil. Pero como todos sabemos, el camino sigue. A menos que algún imbécil lo bloquee. Como dijo uno de mis amigos que tiene esclerosis múltiple: ‘Nos despertamos y tomamos las medidas indicadas’. Y eso es lo que hago”, escribió Applegate, para quien era fundamental concluir Muertos para mí.

“Necesitaba procesar la pérdida de una parte de mi vida, de una parte de mí para luego regresar”, remarcó, en relación al impasse que se tomó en el rodaje de la última temporada de la serie por la que fue nuevamente nominada al Emmy. “No es que ahora esté bien, porque siento que nunca voy a aceptar esto, estoy enojada con lo que me pasa”, se sinceró, pero remarcó lo significativo que fue volver al set con ese equipo que se convirtió en su familia.

“La gente me va a ver cómo luzco ahora, sin poder caminar por mí misma, con un bastón como sostén, y quiero que sepan que lo advierto”. Así, Muertos para mí fue el motor para dar pelea, más allá de ese enojo que no oculta, porque su candidez siempre está por delante, y es eso lo que la hace tan querida y respetada. “Sentía que tenía que volver, por Liz [Feldman] y por Linda [Cardellini], pero también por la historia. Si bien me dijeron de no seguir, no era lo que quería. Quería hacerlo, pero a mis tiempos”, expresó. “Este trabajo ha sido el más difícil de mi carrera, pero Linda fue mi guerrera, fue mi voz, estuvo en los momentos en los que me quebraba, y ahora me gustaría que la gente se despida de estas mujeres y pueda ver más allá de lo que me sucede a mí”, añadió.

Por su parte, Cardellini no tuvo más que palabras de afecto para su compañera. “Cuando nos conocimos, supe que nos íbamos a cuidar mutuamente y así fue. Jen y Judy se quieren y se apoyan en todo lo que les sucede. Con Linda y Christina pasa lo mismo”, expresó la actriz, quien definió a Applegate como una persona querible. “Es un honor trabajar con ella y siempre quise darle lo mejor a alguien a quien adoro tanto”, apuntó Cardellini sobre Applegate, quien el lunes recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y le dedicó un emotivo mensaje a su hija, fruto de su matrimonio con el músico Martyn LeNoble. “Sos mucho más de lo que podés imaginar. Sos tan hermosa, tan amable, tan astuta y tan interesante. Me siento bendecida a diario, por el poder levantarme y llevarte al colegio, gracias por apoyarme a través de todo esto”, dijo, notablemente emocionada.

La temporada final de Muertos para mí ya está disponible en Netflix.

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