Christian Bale dejará de someterse a extremos cambios físicos para sus personajes: "Ya no puedo hacerlo"
LA NACION
El actor británico Christian Bale afirmó recientemente que no volverá a aplicar los extremos métodos camaleónicos que han caracterizado su carrera. "La verdad es que ya no puedo hacerlo. Mi propia mortalidad me está mirando a la cara", le dijo al periódico The Sunday Times.
Bale engordó 20 kilos en 2018 para poder encarnar a Dick Cheney en la comedia oscura El vicepresidente. Su desempeño en ese nuevo papel le ha hecho valedero de un Globo de Oro a mejor actor protagónico hace pocas semanas y también lo ha convertido en un fuerte candidato a erigirse con el Oscar en la próxima entrega, que se celebrará el 24 de febrero.
El actor de Batman: el caballero de la noche es conocido por la calidad de sus actuaciones y el compromiso con el que sostiene cada rol que decide tomar. De hecho, en diversas ocasiones ha sometido su cuerpo a cambios físicamente radicales en pos de componer un personaje.
Cuando se puso en la piel de Trevor Raznik en el filme El Maquinista, adelgazó 28 kilos en cuatro meses. Su dieta se basaba en una manzana, un café y una lata de atún al día. Al haber terminado la filmación, el actor acepto el papel de Bruce Wayne/Batman para la trilogía de Christopher Nolan . Bale, que pesaba por entonces 55 kilos, logró en seis meses alcanzar una masa muscular y un peso por encima de los 90 para poder interpretar al superhéroe de DC Comics.
En 2010, el británico volvió a poner su cuerpo a prueba perdiendo peso hasta llegar a los 60 kilos, para poder representar al exboxeador y adicto al crack Dicky Eklund en el premiado filme El Ganador. Su performance le dio su primer Globo de Oro y un Oscar al mejor actor de reparto.
"Muchos actores me piden que les aconseje sobre cómo cambiar de peso. La verdad es que no puedo ayudarlos ya que no sé si lo que yo hago sirve para todos los demás. Realmente no hay mucho secreto en ello. Uno come más o menos, según las necesidades de la película", declaraba el actor en ese momento.
Además, contó que se sintió un poco tonto cuando Gary Oldman le dijo que él no subió de peso para interpretar a Winston Churchill en Las horas más oscuras -rol que le hizo ganar un premio Oscar en 2018- sino que había dejado todo en manos del maquillaje y el vestuario. Cuando esta revelación ocurrió, Bale ya había iniciado su transformación como Dick Cheney, y decidió continuar porque ya el proceso estaba avanzado.
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