Charlotte y Alex Caniggia, estrellas de reality: "Tenemos una vida muy normal"
Tras el éxito de la primera temporada de su reality, los mellizos Charlotte y Alexander Caniggia se tomaron unas vacaciones, pero no se libraron de las cámaras: viajaron a Tailandia para relajarse y producir contenido para los nuevos episodios de Caniggia Libre, que comenzarán a emitirse mañana por MTV.
En el país asiático, los mediáticos hermanos iniciaron su propia búsqueda espiritual en clave Caniggia: Charlotte meditó con un maestro, visitaron templos budistas, estuvieron en contacto con la naturaleza a través de paseos en elefante, buceo y días de playa… Y, claro, también salieron de compras. Aunque no solo pensaron en ellos: en un mercado flotante tailandés, donde todo es imitación, la exparticipante del "Bailando por un sueño" compró una falsa Louis Vuitton para regalarle a su madre, Mariana Nannis.
La travesía asiática también incluyó algunas travesuras: en la segunda temporada del reality podrá verse cómo el representante de los hermanos, Fabián, los llama para pedirles que vuelvan a trabajar, pero ellos se niegan y le cortan el teléfono, sin dejarle más opción que la de tener que ir a buscarlos en persona al hotel donde se alojan. La experiencia en Tailandia continúa con Alex intoxicado mientras Charlotte practica, entre otras cosas, kick boxing con un campeón que le enseña "algunos trucos" y somete a su paladar a nuevos retos, según cuenta la hija del legendario Claudio Paul Caniggia a LA NACION, en una charla junto a su hermano.
"Comió tarántula", dice él. "Tarántula, no; escorpión", lo corrige la "sis" [abreviatura de "sister" que utiliza él para dirigirse a ella]. "Él no comió porque es muy especial, no le gusta nada, pero fuimos a un mercadito donde tenían todo tipo de insectos. El escorpión es un asco. Es muy duro y tiene sabor a pescado muerto. Me encantó uno que era como un gusanito grande blanco y que tenía gusto a pollo", cuenta ella y Alex hace un gesto de desagrado.
Los protagonistas aseguran que en Tailandia vivieron "cosas muy raras", como cuando recibieron un masaje con final inesperado. "Supuestamente daba buena suerte, pero nos pegaban", cuenta escandalizada la melliza. Las cámaras no están encendidas, pero ellos actúan como si lo estuvieran.
"Una vida normal"
Tras dejar atrás territorio tailandés, los hermanos regresaron a Argentina, donde, siguiendo en el marco del reality, los esperaba un viaje a Corrientes en época festiva. En un pueblo remoto de la provincia litoraleña, Alex se empecina en conseguir un ristretto, algo desconocido para los lugareños; Charlotte, en tanto, participa en el carnaval como figura invitada.
En esta segunda temporada de Caniggia Libre se fueron sumando invitados como Naiara Awada, mientras los mellizos se embarcaban en la filmación de una película, emprendían un viaje a Mar del Plata y celebraban el estreno de nueva casa en Buenos Aires.
¿Cómo es el día a día de estos extravagantes hermanos más allá de la ficción? "Tenemos una vida muy normal. Yo madrugo, vamos al gimnasio, me hago tratamientos, me junto con amigos y voy al cine... Como una piba normal", asegura ella. Su hermano coincide: "Yo viajo mucho. En 2018, viajé por todos lados del mundo. Si es un día normal, que estoy acá, me voy a dormir a las cinco, clavo Netflix, Play. Lo que hacemos todos".
Los hijos del futbolista que brilló en Boca dicen que mantienen una buena relación entre ellos, aunque Charlotte tiene para Alex algunos reproches. "Nos llevamos bien, pero hoy hizo algo muy malo: le pedí que me trajera un café a la mañana y no me lo trajo. Me dijo: agarratelo vos", cuenta ella con tono grave. Su mellizo se justifica diciendo que "el café no se trae frío", pero ella tiene más para retrucarle: "No limpia. Soy la mucama y eso no va". El se ríe.
Los protagonistas del disparatado reality viven en Buenos Aires, ciudad en la que les va "muy bien", dicen, y que les gusta. "Si no estaríamos en España, pero yo tengo a mis amigos acá, me siento cómoda, tengo mis lugares a donde me gusta ir", aclara Charlotte, de 26 años.
Alex asegura que él la pasa bien en todos lados. "Si me llevás a Australia, la paso bien; en Bolivia, la paso bien; en cualquier lugar", asegura. También en la lista figura Estados Unidos, país a cuyo primer mandatario, Donald Trump, el mellizo define como "my friend" ["mi amigo"]; por estos días, publicó en Instagram un montaje, en el que el mandatario lo reconoce como "presidente" destinado a cambiar el rumbo del país para que la Argentina sea más "high society".
¿Realmente aspiraría el hijo del futbolista a hacerse hueco en la política? "Algún día, sí. No descarto meterme en la política", dice. Entre sus planes más terrenales y a corto plazo, el joven anuncia que próximamente sacará su propia cerveza artesanal: La birra del Emperador (como él se autodefine), proyecto que emprende dentro del programa pero que continuará fuera, en "la vida real". Además, agrega: "Seguiré con la música y con realities en otros países. Soy tan grosso que me contratan afuera", presume con el tono que lo caracteriza.
Charlotte también desarrollará en la pantalla varios emprendimientos con aspiración a futuro, como un proyecto de perfume, el diseño de pantuflas y la idea de montar su propia marca de puestos de choripán. Pero para este negocio de sello nacional y popular, la mediática visualiza glamour y piensa contactar a un diseñador para la confección de la ropa que usarán las camareras que venderán los sándwiches de chorizo.
En familia
Ella -un poco menos rubia, maquillada con brillos en la mirada a juego con el vestido- dice que es la más coqueta de los dos y que salió a su madre. ¿Heredaron de Mariana Nannis su forma de comportarse en público? "No, yo no soy como mamá", dice ella. Él, con la ola de tatuajes que le recorren el cuerpo -aunque anuncia que no se hará más- dice que solo se fija "en la pilcha" y reconoce que descuida su pelo y su barba.
"A nuestros padres les gusta que seamos independientes. Si no, hinchamos las p…. Si nos va bien, ganamos nuestra guita, como ahora. Y si no, los llamo y les digo: 'mándame diez luquitas'. Ni se meten, no dicen nada", revela Alex.
A diferencia de la temporada anterior, en esta segunda vuelta de Caniggia Libre ni Claudio Paul ni Mariana saldrán en el programa. "No lo ven mucho, pero les gusta y están muy contentos con que ahora venga la segunda temporada", dice Charlotte. "Ellos no salen en esta porque no hay cachet", bromea Alex.
Tras esta doble experiencia en MTV, los hermanos se sienten cada vez más cómodos a la hora de rodar. "Ya conocemos al equipo y hace un montón que estamos haciendo tele, entonces nos lo tomamos como que no hay cámaras, lo hacemos naturalmente", señala Charlotte. "Es todo improvisación y la 'grosidad nacida'", añade él, tendiente a inventarse palabras continuamente.
¿Cómo están de amores los Caniggia? "Yo estoy de novio hace un año, con Macarena (Herrera). Así que mi amor va bien", apunta Alex. ¿Sin planes de boda? "No, nada de eso, no creo en el casamiento, aunque hijos sí que me gustaría tener", dice. Charlotte, que se confiesa enamoradiza, agrega: "Yo estoy soltera ahora y estoy viendo, conociendo a chicos, pero bien. Cuando esté enamorada, se van a enterar".
Para saber más de la vida de ambos, esta segunda temporada de
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