César Banana Pueyrredón, sobre Sergio Denis: "Estamos esperando el milagro"
Le canta al romanticismo. Trovador de esas cuestiones tan esenciales como insoslayables. César Banana Pueyrredón tomó la posta temática del bolero y la atravesó con voz carrasposa. Una especie de rocker del amor. Este sábado 15 de febrero volverá al Auditorio de Belgrano para celebrar con sus fans un nuevo Día de los Enamorados. Quién más autorizado que él para cantarle a Cupido: "Desde ya, le daré preponderancia a los temas románticos. A los nuevos y a los clásicos. Pero 'Tarde o temprano', que no es romántico, también estará. Es una fecha donde hablo más con la gente y me desmitifico en ese diálogo".
-¿Qué tenés que desmitificar?
-La gente cree que he vivido infinitas historias de amor y no es así. Los músicos no nos basamos, necesariamente, en la vivencia personal. Podemos inspirarnos en una frase, una persona, o algo que sucede.
-De todos modos, "Conociéndote", uno de tus hits, sí está sostenido en una experiencia personal, aunque la destinataria no es tu mujer.
-No la conocía a mi mujer cuando escribí esa canción, pero siempre digo que las mujeres tienen celos retroactivos...
-Está claro que a tu esposa no le gusta esa canción...
-Está resignada. A ella le escribí "Cuando amas a alguien", "Más cerca de la vida", "Mi querida desconocida", "Mi mejor amiga". Una vez le escribí todo un álbum y le dije: "En todas estas canciones hay una referencia a vos".
-Y le suplicaste que no te persiga más con "Conociéndote"...
-Aunque te parezca mentira, no hay forma de compensar eso. Ella piensa que, porque soy varón y enamoradizo, cuando canto "Conociéndote", estoy pensando en esa novia...
-¿No?
-¡No es así!
-El tema trascendió aquella historia.
-Ya es parte de la gente, está en el corazón del público.
Aquella novia, que hoy vive en los Estados Unidos, era compañera del músico durante el primer año de cursada en la UCA, universidad donde él cursó la Licenciatura en Música con especialidad en Composición. La vida, que se encarga de unir y desencontrar, lo llevó a conformar una familia con Cecilia, su mujer con celos retroactivos con la que lleva cuarenta años de matrimonio, dos hijos y una nieta.
En su infancia y primera juventud, César no era Banana, pero sí Pueyrredón. Apellido que lo vincula a otra cantante famosa: Fabiana Cantilo. Y a una mujer de la política: Patricia Bullrich. Primos lejanos, que no se frecuentan, pero están unidos por la prosapia de sangre. Y su árbol genealógico tiene, entre sus protagonistas, a un abuelo ilustre: Honorio Pueyrredón, quien fuera embajador en los Estados Unidos. César se convirtió en Banana hace cincuenta años. En aquellos tiempos, influenciado por Almendra o The Beatles, las letras románticas ya se rapeaban con voz rockera.
-En 50 años de carrera, hay una estética, una poética, y una coherencia como denominador común. No has sido funcional a las modas ni a lo que imponen las discográficas para consumo masivo en el mercado.
-Me interesa lo melódico, he tratado de no caer en lo meloso, en lo vulgar. Traté de apuntar a algo más profundo, a trabajar con la metáfora. Para eso me tuve que poner a estudiar mucho, a analizar letras de otros artistas, a leer poesía argentina y latinoamericana. El camino es leer mucho y extraer ideas y recursos.
-¿Qué poetas fueron claves en tu camino?
-Los españoles, todos. Al que sigo mucho, aunque no es un poeta, es a Richard Bach. Si sos lector de Bach vas a encontrar algunos puntos de contacto con mis canciones. Ahí hay una influencia. De ahí viene mi concepción que el amor sirve para algo más que el enamoramiento.
¿Para qué sirve el amor?
-Es como una energía que une, ordena, equilibra las cosas. Mis viejos vivieron 63 años de casados, y se los agradecí. Siempre tuve muy presente la idea que el amor sirve para hacer cosas estables. Eso, a mí, me ahorró muchas horas de terapia y pude componer con una visión optimista del amor, aún cuando el tipo se lamenta por la mina que se fue, está el recuerdo lindo de lo que pasó y la esperanza de que algo bueno llegará. Escribo celebrando el encuentro, me muevo bien ahí. A diferencia del tango, donde muchas de sus letras dan cuenta del desencuentro y el desamor.
-Sos como un faro artístico en cuestiones del corazón.
-Simplemente soy un tipo al que le gusta hacer cosas poéticas. No soy enamoradizo ni el gurú del amor. Cuando escribo sobre el amor, sobre los vínculos, me muevo como pez en el agua. Encuentro la metáfora, la rima, las palabras, la imagen.
-Decías que el amor ordena. ¿Se puede vivir sin esa pulsión?
-El amor está en la base de todo, en el eje de la vida. Es un poco metafísico mi pensamiento, pero creo que hay como una energía que se despliega ahí. Dios es una energía que hace bien y el amor es una manera de manifestar, en los humanos, esa energía. En el amor es el momento en el que somos un poquito inmortales, divinos. El amor nos dignifica como humanos.
-El amor como epifanía.
-Cuando hablo de amor, no me refiero solo a un romance, sino algo más amplio. El amor es una energía que acomoda las cosas. Yo digo en una canción que los hombres somos inmortales, o poetas, de a ratos, pero también somos caverna y Neanderthal.
Amor, sexo y masculinidad
-Cuando se tiene una concepción tan profunda y sublime del amor, ¿cómo se vincula con el sexo? Para vos, ¿sexo y amor van siempre de la mano?
-Admito que también me meto en un plan Neanderthal, pero no todo el tiempo. La mayor parte del tiempo soy este tipo que aspira a lo poético, a lo más profundo.
-¿Se contrapone el sexo con el romanticismo?
-No, depende quién lo usa. El sexo es una de las herramientas. Sexualmente hablando creo que el hombre poeta está un escalón más arriba que el varón, pero también somos varones.
-Estilos como el reggaetón apuntan a una masculinidad más primaria, a destiempo con los cambios sociales y la deconstrucción de un machismo obsoleto.
-No me gusta el reggaetón. Estoy harto de "mové el culito". Es injusto, cuando en la Argentina hay tantos letristas del rock maravillosos como Miguel Cantilo, Lito Nebbia, o Luis Alberto Spinetta. Y muchos jóvenes que son letristas extraordinarios. Todos venimos de aquel rock, mamamos aquello. Por eso escuchar esas letras de reggaetón que inundan la radio, no me gusta.
-¿Cuándo comenzaste a escribir?
-A los 13, para una compañerita a la que no me animaba a decirle lo que sentía.
-Que no escuche tu mujer, no le despertemos los celos retroactivos.
-Se llamaba Victoria, era hermosa.
-Fuiste un compositor precoz...
-Mozart, a los 13, ya había compuesto una ópera.
-Entonces, Mozart y vos fueron precoces. No se lo puedo preguntar a Mozart, te lo pregunto a vos. ¿Cómo se construye un hit?
-No tengo horarios ni métodos. Me nutro de todo, hasta del cine. Voy al cine con una libretita y anoto ideas. También voy y grabo melodías que se me ocurren. Voy por la calle y me grabo con el celular.
-¿Existe una presunción de hit?
-En el disco Más cerca de la vida se incluye "Cuando amas a alguien", que es el hit. Lo sentí de entrada y los productores también. Y "Más cerca de la vida", que no es romántico habla de cuando mi mujer tuvo a mi hija Juana y casi se muere en la terapia intensiva. Ahí escribí que, cuando uno está cerca de la muerte, valora más la vida. Para mí fue una sorpresa ver cómo la gente aceptó ese cambio. Recuerdo que lo presentamos con conciertos en el Ópera y le hacíamos una encuesta al público. La mitad quería "Cuando amas alguien" y la otra mitad, "Más cerca de la vida". Eso me dio pie para escribir "Felicidad no tienes dueño", "Tarde o temprano". Canciones muy exitosas, pero que no son románticas.
-Es decir que el hit no tiene reglas precisas y mucho menos un protocolo de composición.
-Para nada. Si hasta cuando salí de la anestesia de una colonoscopía me inspiré para una canción. Todo tiene un ingrediente, hay que saber leerlo.
-¿Cómo inspira a César Banana Pueyrredón, el gran romántico de la canción argentina, una colonoscopía? Explicame ese proceso...
-El médico me dijo: "Te estuvimos recorriendo por dentro, está todo bien". Cuando llegué a casa, como me había gustado lo de "recorriendo por dentro", escribí una canción que se llama "Recorriéndote por dentro" que habla de la emoción, de meterme dentro de la mujer para interpretarla, emocionarla. De esas tengo miles. Uno encuentra excusas para hacer canciones. No se trata de inspiraciones puntuales, sino de excusas.
-¿Siempre es el mismo personaje o conviven varios Banana?
-No siempre es el mismo. A veces soy más seductor, otras veces el protagonista de la canción hace lo que yo no me animo a hacer.
Confesiones
-Sergio Denis es un artista que caminó una senda paralela a la tuya, ¿cómo era el vínculo entre ustedes?
-Charlé con él hace dos años. Fuimos a cenar porque nuestras hijas compartían el trabajo docente y generaron la reunión.
-¿Cómo recordás aquella charla?
-No somos amigos íntimos, sin embargo, en esa cena, él abrió su corazón contándome dolores muy profundos de su infancia. Vicky Hoffmann, su hija, estaba impresionada por cómo su padre se había abierto tanto conmigo. Me contó cosas muy oscuras de su infancia que no se notan en sus canciones, sus canciones son muy luminosas.
-Imagino tu sorpresa ante esas declaraciones.
-Le pregunté cómo había podido escapar de ese sótano. Es increíble lo que ha logrado. Incluso, él mismo no había hecho esa lectura.
-¿Considerás que, en aquella actuación donde sufrió su caída, lo dejaron desprotegido?
-Si, claro, lo dejaron solo. Creo que faltó alguien que lo cuidara más sabiendo que él bajaba a la platea durante el show.
-¿Cómo está hoy?
-Sé que está desconectado, sin despertar. Estamos todos esperando el milagro. Habrá que rezarle a Santa Teresita.
-Hablabas de momentos oscuros en la vida de Sergio Denis. ¿Cómo ha sido tu infancia? ¿También tuviste que transitar algún sótano?
-Fue bella, dado que me tocó la etapa de recuperación de mi viejo.
-¿Qué dolencia tenía?
-El tuvo problemas con el alcohol. Lo quise mucho. Fue embajador en Canadá en la época de Arturo Illia.
-¿Fuiste testigo de situaciones complicadas en tu casa debido a la adicción de tu padre?
-No, solo una vez... Creo que mis hermanos deben haber sufrido un poco más. Una sola vez lo vi mal, lo que sí presencié fue su recuperación del alcoholismo, del cigarrillo, pero no pude ver su recuperación del dulce de leche.
-El dulce de leche no era tan nocivo...
-Vivió hasta los 96 años.
-Mencionaste a Dios en varias oportunidades, descarto tu creencia y fe. ¿Creés en los milagros?
-Mi vieja no quedaba embarazada. Los médicos le decían que solo con un milagro podía embarazarse y le recomendaron rezarle a Santa Teresita. Los viejos le rezaron un tiempo y mi mamá quedó embarazada. Lo curioso es que mi hermana mayor nació, justamente, el día de Santa Teresita. Y luego nacimos los siete hermanos siguientes. Santa Teresita cumplió, por eso somos todos devotos. En algunas cosas puntuales de mi vida sentí la energía de la santa.
-Cómo es eso...
-Cuando mi mujer se recuperó, luego del parto de mi hija Juana, le hicimos muchas plegarias a Santa Teresita. Fue muy duro, estuvo en terapia intensiva.
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